Contra los pir¨®manos

Esta semana hice un viaje desde Navarra hasta Asturias, recorriendo gran parte de la cornisa cant¨¢brica de las provincias de Cantabria y Asturias. Result¨® penoso contemplar los numerosos incendios repartidos por todo el recorrido, e intuir que la mayor¨ªa eran intencionados. Se supone que, en la legislaci¨®n vigente, est¨¢ tipificado el delito de provocar incendios intencionadamente, pero da la impresi¨®n, teniendo en cuenta que este fen¨®meno cada vez va a m¨¢s, de que las sanciones o penas que se imponen a los infractores son a todas luces insuficientes. No solo se ponen en peligro vidas humanas y se dedican grandes cantidades de recursos para la extinci¨®n de estos incendios, sino que, adem¨¢s, se est¨¢ atentando directamente contra las futuras generaciones al devastar y dejar yermas grandes extensiones de bosques y superficies ecol¨®gicamente irrecuperables. Algo falla en la actual legislaci¨®n para que comportamientos as¨ª queden impunes y no se consigan erradicar de ra¨ªz. La naturaleza no puede permitirse m¨¢s demoras y quiz¨¢ resulta imprescindible tomar soluciones mucho m¨¢s dr¨¢sticas.¡ª Carlos Rivas Mart¨ªnez.

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