Cuatro pistas para encontrar el pijama de hombre perfecto

Hace tiempo que aquella m¨¢xima de Baudelaire ¨C¡°la elegancia es una muestra de la aristocr¨¢tica superioridad del esp¨ªritu¡±¨C se qued¨® un poco anticuada. As¨ª que no podemos convencerle de que invierta en un buen pijama cl¨¢sico argumentando que el popel¨ªn le har¨¢ mejor persona o que su salud y calidad de vida mejorar¨¢n notablemente. Estar¨ªamos enga?¨¢ndole.

Para llevarle a nuestro terreno, s¨®lo podemos acudir a lo que verdaderamente cuenta: el hedonismo. El que genera el tacto de un buen tejido y el que nace de saberse bien vestido sin necesidad de testigos. Lo cual nos lleva a revisar la creencia popular que afirma que regalar un pijama por Navidad es una antigualla o un obvio recurso de ¨²ltima hora. Encontrar el adecuado implica haberse molestado en buscar (hay mucha morralla ah¨ª fuera) y en conocer los gustos del agraciado. Demuestra intenci¨®n. Y, sobre todo, evoca el bien m¨¢s preciado de las sociedades contempor¨¢neas: el tiempo que pasamos en casa, las horas de sof¨¢, de sue?o, de apacible clemencia dom¨¦stica. Y seguir¨¢ en su armario cuando todos esos packs experiencia hayan caducado.Cosas a tener en cuenta...

1. TEJIDO

No hay nada como el algod¨®n 100%. A nadie le da alergia, se mantiene impoluto durante a?os, es c¨¢lido en invierno y fresco en verano. Hay quienes prefieren la seda, pero es mucho m¨¢s cara y, sobre todo, mucho m¨¢s escurridiza. A estas alturas, tampoco es cuesti¨®n de caerse de la cama. Los tiene de todos los precios: desde 40 euros hasta 1.000.

2. CORTE

El pijama cl¨¢sico de tela consiste en una camisa abotonada y un pantal¨®n recto del mismo tejido. Lo encontrar¨¢ sin dificultad en colores claros, a cuadros o rayas de tonos complementarios, con o sin ribete, con el cuello abierto o con solapa. Incluso los hay entallados, pero ev¨ªtelos. Qu¨¦ inc¨®modo.

3. LUJO

Hay empresas que han construido aut¨¦nticos imperios a base de vender pijamas de calidad. La l¨ªder absoluta es la londinense Derek Rose, que ofrece estampados, tejidos y cortes para todos los gustos. Tambi¨¦n est¨¢ Charvet, en Par¨ªs. En Espa?a, acuda a las camiser¨ªas m¨¢s cl¨¢sicas, como Camiser¨ªa Burgos (Madrid) o Santa Eulalia (Barcelona).

4. COMPLEMENTOS

Si quiere seguir explorando, el nivel avanzado de experto pijamero pasa por hacerse con un buen bat¨ªn de algod¨®n o lana. Tambi¨¦n puede invertir en unas pantuflas c¨®modas y c¨¢lidas (las hay de cuero, imitando a los mocasines, pero eso entra casi dentro del g¨¦nero par¨®dico). O ya puestos, en una pipa, que muy Sherlock Holmes.