?Los Reyes Magos existen o son los alcaldes?
La cabalgata de Madrid abre la pol¨¦mica sobre la actuaci¨®n de los poderes p¨²blicos a cuenta de las tradiciones
Las tradiciones, ?son intocables? ?Hay que actualizarlas en cada generaci¨®n como algunos predican de las Constituciones? ?Debe reinterpretarse cualquiera de ellas bajo nuevos par¨¢metros de identidad cultural, racial, sexual, generacional¡?
Ha arrancado el a?o en Espa?a con uno de esos debates que tienen mucho de absurdo a los que este pa¨ªs es tan dado. Y cuanto m¨¢s irracional, por supuesto m¨¢s apasionado. Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, puede ser defendible o criticable por muchas cosas, aunque a¨²n no lleve siete meses en el cargo, pero probablemente no entraba en sus cuentas hacer recordable su mandato por c¨®mo visten los Magos en la cabalgata de una capital con tantos problemas pendientes.
Debatir sobre tradiciones no resulta descabellado; solo tremendamente peliagudo como cualquier discusi¨®n que afecte a las creencias y los sentimientos, la materia de la que est¨¢n hechos esos sue?os. Actualizar y modernizar una celebraci¨®n ciudadana ¡ªpues de las tradiciones que se convierten en hecho p¨²blico hablamos; tambi¨¦n lo es discutir con la familia, por no dejar la Navidad¡ª puede merecer la pena en algunas ocasiones, por ejemplo, si implica maltratar a un animal, pero en otras muchas peca de gratuito. Cualquier sociedad se inscribe en un imaginario cultural y simb¨®lico determinado, mezcla de historia ¡ªpoca¡ª y ficci¨®n ¡ªen grandes dosis¡ª, quiz¨¢ sin l¨®gica, pero en el que esa sociedad se reconoce, y alterarlo, aun de forma puntual, debe llegar bastante cargado de sentido. Nadie es m¨¢s progresista por preferir a unos Reyes Magos vestidos como un tr¨ªo de Eurovisi¨®n en manos de un dise?ador de dudoso gusto; nadie es m¨¢s conservador por desear la carroza de oropel, el armi?o y la corona. Y lo mismo a cuenta de si es Mago o Maga o de la raza real de quien encarne a Baltasar. Pero a cualquier gestor de la res publica se le debe evaluar por cu¨¢l sea, por ejemplo, su actuaci¨®n en materia de igualdad de sexos o c¨®mo trata al diferente, no por si Melchor es Melchora o cu¨¢l es el color del Ni?o Jes¨²s en el bel¨¦n. Y no solo hacer gestos: ?la pol¨¦mica racial en Estados Unidos cambiar¨ªa con un Pap¨¢ Noel negro?
Carmena no ha estado acertada ¡ªtampoco muchos de sus cr¨ªticos, empezando por quien dice que jam¨¢s la perdonar¨¢¡ª, pero su decisi¨®n ¡ªtodo el debate en su conjunto¡ª trasciende en mucho a Madrid y al intento del PP y sus corifeos de rasgarse las venas y abrirse las vestiduras con cada actuaci¨®n de la alcaldesa en la que ven peligrar sacrosantos valores. En tradici¨®n se est¨¢ convirtiendo transformar en principios pol¨ªticos lo que no dejan de ser simples gui?os. Y la izquierda ¡ªcierta izquierda¡ª parece empe?ada en aliviarse con ellos una suerte de mala conciencia occidental, lo mismo que la derecha ¡ªcierta derecha¡ª en querer convertir en ley inmutable del universo su particular armario mental.
Al final, igual alguna madre jam¨¢s perdonar¨¢ estas cosas, pero lo que un ni?o considera de verdad imperdonable es que le dejen carb¨®n. Se lo traiga quien se lo traiga.
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