Su Bel¨¦n

Rajoy apela a un gran pacto pol¨ªtico para llevar a cabo las reformas fundamentales que Espa?a precisa. Y mientras lo hace, con la sinceridad que fuerzan los resultados electorales, la campa?a de su partido contra la cabalgata de Reyes en Madrid roza lo surreal. Porque entre las grandes reformas nacionales, seguramente, no incluye la supresi¨®n de los camellos resbalando por el asfalto de la ciudad ni los cargos pol¨ªticos pintados de bet¨²n negro. Parece un chiste, pero esa es la realidad reformista que tenemos por delante. Fingir que has entendido el mensaje de la calle para proceder a manipular un poco m¨¢s con intenci¨®n de ganar tiempo y boicotear que se avance hacia la convergencia con otros pa¨ªses europeos que hace tiempo que educan en las distancias entre ciudadan¨ªa y feligres¨ªa. A lomos de un integrismo religioso que adopta formas de festividad de fin de curso de colegio privado se han desatado los truenos contra Carmena, feliz bestia negra de la Espa?a carpetovet¨®nica.

Todo padre que apreciaba la mirada inteligente de sus hijos sobre la cabalgata de Reyes ya les ha explicado antes de salir de casa que lo que van a presenciar es una simulaci¨®n festiva que pone en pie el Ayuntamiento. Si no lo hace, corre el riesgo de que el ni?o reconozca concejales disfrazados y detecte barbas postizas. Por eso los ni?os saben preservar la magia de los bocados de la realidad. Lo m¨¢gico, por m¨¢s que se empe?e esta oposici¨®n radicalizada, no est¨¢ al alcance del poder pol¨ªtico. No hay m¨¢s que recordar los sonrojantes discursos de bienvenida a los Reyes Magos que propinaba el alcalde ?lvarez del Manzano, cuando catequesis y municipalidad iban cogidas de la mano.

Detr¨¢s de esta parodia de rivalidad pol¨ªtica lo que se esconde es una negaci¨®n del derecho a la propia personalidad, a la convivencia de distintas formas de asumir las tradiciones. Los ni?os atesoran en su cerebro una mezcla perfecta de raz¨®n, intuici¨®n e inventiva. Deber¨ªan escucharlos a ellos quienes los ponen en primera l¨ªnea de su arribismo pol¨ªtico, del populismo trenzado a lomos de una estrella de Oriente que solo puede guiar hacia su portal, hacia su Bel¨¦n, hacia su sede electoral. A Carmena, por ahora, hay que agradecerle que sea la primera alcaldesa en d¨¦cadas que no ha mentido sobre contaminaci¨®n. Si contin¨²a por la l¨ªnea de la sinceridad causar¨¢ esc¨¢ndalo, pero ser¨¢ muy de agradecer. En cuanto a las ilusiones de los ni?os, hay que ir avanzando, porque cuando ven a otros ni?os ahogados en las playas fronterizas europeas, ellos tambi¨¦n exigen explicaciones mucho m¨¢s profundas que las que empaqueta Disney.