El porno en Portugal usa poco la lengua de Pessoa
La entidad reguladora de la comunicaci¨®n echa en falta el uso del idioma aut¨®ctono
La Entidad Reguladora de la Comunicaci¨®n Social de Portugal (ERC) es de esos organismos de colocaci¨®n de pol¨ªticos cuya misi¨®n consiste en fiscalizar las olas del mar y el tr¨¢fico de los vencejos. En su triste discurrir hist¨®rico este organismo ha llegado a multar a un humorista de la cadena SIC por hacer demasiado humor o a la cadena TVI por un reportaje period¨ªstico sobre los hospitales, ambos emitidos en horario infantil. Para el ERC, horario infantil es todo aquello que sucede entre las seis de la ma?ana y las 22.30 de la noche (?los ni?os portugueses no van a la escuela ni a la cama?).
Pasadas las elecciones, donde los comisarios han estado muy ocupados con la cobertura a sus partidos, el ERC ha advertido a Hot TV, el ¨²nico canal portugu¨¦s de pornograf¨ªa para adultos, que lo suyo est¨¢ muy mal, que emplea la lengua (portuguesa) solo en el 9,8% de los programas, cuando seg¨²n la ley debe llegar al 20%. Una infracci¨®n lo suficientemente grave como para retirarles la licencia de emisi¨®n. Hot TV, que emplea a 14 personas y tiene 35.000 suscriptores, debe competir en los televisores del pa¨ªs con canales como Playboy, Penthouse o Hustler, famosos todos ellos por la buena pronunciaci¨®n de la lengua de Camoens y por la cantidad de pel¨ªculas que ruedan en territorio portugu¨¦s. Pero a ellos no llega el celo de la ERC.
A Playboy, como a la Fox, Disney o al reci¨¦n llegado Netflix ¡ªque no producen nada en portugu¨¦s¡ª o a cualquier otro de los numerosos canales que llegan por las nubes no les afectan lo que digan unas leyes y unos organismos obsoletos, nacidos en la era anterior a Internet y predigital, con lo cual los medios portugueses deben competir en desventaja, castigados primero por una competencia desleal de los canales extranjeros ¡ªcotizaci¨®n en para¨ªsos fiscales, etc¨¦tera¡ª y despu¨¦s por unos reguladores como ERC fuera de tiempo con legislaciones que solo valen para controlar y castigar a los poquitos que quedan bajo el imperio de su ley terrenal: la industria portuguesa que crea trabajo en Portugal, sea de porno o de periodismo.
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