T¨²nez se enfrenta a su traum¨¢tico pasado
La Comisi¨®n de la Dignidad busca reparar a las v¨ªctimas de abusos desde la independencia
Durante estos d¨ªas se ha cumplido el primer aniversario del inicio de las labores de la Comisi¨®n de la Dignidad y la Verdad, un ¨®rgano encargado de investigar los abusos cometidos desde la independencia del pa¨ªs, en 1957, durante los reg¨ªmenes de Bourguiba y Ben Ali, y de reparar a las v¨ªctimas. De momento, las diversas oficinas de la IDV distribuidas por todo el pa¨ªs han recogido m¨¢s de 22.000 expedientes. De acuerdo con el procedimiento establecido, un comit¨¦ eval¨²a de forma preliminar si las peticiones son ciertas, para luego proceder a una audiencia con la v¨ªctima, que suele durar varias horas. Hasta ahora, solo se han desechado unos 400 dosieres.
¡°Hemos estudiado las experiencias de las 42 comisiones de la verdad creadas alrededor del mundo para no repetir sus errores¡±, explica la presidenta de la instituci¨®n, Sihem Bensedrine. Por ejemplo, a diferencia de Sud¨¢frica, no todas las audiencias ser¨¢n p¨²blicas y difunddidos por los medios de comunicaci¨®n, pues en algunos casos las v¨ªctimas sufren al revivir el trauma y cometen suicidio. Las audiencias p¨²blicas, que empezar¨¢n a finales de enero, ser¨¢n preparadas durante un mes antes, y las v¨ªctimas contar¨¢n con un apoyo psicol¨®gico antes, durante y despu¨¦s de su declaraci¨®n.
¡°Una de las innovaciones de nuestro modelo es que no solo incluye violaciones de derechos humanos, sino tambi¨¦n delitos econ¨®micos, de corrupci¨®n. Casi un 50% de los dosieres presentados son econ¨®micos¡±, comenta Bensedrine, que se confiesa sorprendida por el alcance de la corrupci¨®n durante la era del presidente Ben Ali, al que acusa de actuar como ¡°un clan mafioso¡±. Tras procesar miles de casos, el otro descubrimiento que destaca la presidenta de la instituci¨®n es el uso sistem¨¢tico de la violaci¨®n y agresi¨®n sexual como arma de guerra por parte del antiguo r¨¦gimen, una pr¨¢ctica oculta bajo un manto de silencio y verg¨¹enza. Las v¨ªctimas no eran solo mujeres activistas, sino las familiares de los represaliados, ya estuvieran en la c¨¢rcel o en el exilio.
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