Un guion prometedor
No conocemos el final de la historia que Mas ha escrito, pero ahora se abre un nuevo cap¨ªtulo
Los puristas del negocio del guion cinematogr¨¢fico, como Frank Daniel, advierten de que para que una historia funcione, en su primera p¨¢gina debe estar ya contenido todo el relato. Artur Mas les ha hecho el favor a sus bi¨®grafos de darles la met¨¢fora de lo que ha pasado en su emulaci¨®n de John Reed sobre los Diez d¨ªas que estremecieron al mundo.
P¨¢smense: ¡°Lo que las urnas no nos dieron lo hemos corregido negociando¡±. Con variantes peque?as es lo que dicen y repiten todos los voceros del independentismo catal¨¢n desde el d¨ªa 9 de enero, cuando se cometi¨® la tropel¨ªa gigantesca elaborada por Junts pel S¨ª y la CUP.
Se cometieron m¨¢s tropel¨ªas. Pero Mas ten¨ªa respuesta para todo. Por ejemplo: la presidencia de la Generalitat no es una subasta de pescado, y se la ha entregado a Carles Puigdemont, un hombre tan atildado como ¨¦l, con la misma pinta aseada, que produce una cierta sensaci¨®n de comodidad al votante peque?o burgu¨¦s, que es el chachi.
Menos rentables han sido las apuestas de la CUP, que de puro exaltadas, y a la vista de los resultados, desatan las sospechas sobre el papel de brujo que ha jugado Antonio Ba?os en la partida. No s¨®lo por el inveros¨ªmil empate aritm¨¦tico, sino por el tambi¨¦n inveros¨ªmil l¨ªo de armario de las ¨²ltimas horas. Sabemos que Mas va a intentar seguir en la pol¨ªtica, quiz¨¢ como trujim¨¢n ante el Ministerio de Defensa del Vaticano. Pero lo que no sabemos es ni qu¨¦ va a hacer Antonio Ba?os ni a qui¨¦n van a votar en el futuro los 300.000 de la CUP. ?A la responsable del FMI, Christine Lagarde, que tiene experiencia pol¨ªtica y tambi¨¦n en tapar fraudes econ¨®micos?
?Y por qu¨¦ no preguntarse por el papel de los espectadores? Los elegidos de la CUP han jugado en el guion un papel intenso pero con un contenido muy corto. Ya no son anticapitalistas, y sobre todo, han aceptado vivir con la corrupci¨®n, que es donde estaba, seg¨²n ellos, asentado el mundo de Pujol y sus herederos.
No conocemos el final de la historia que Mas ha escrito. Pero es seguro que no van a faltar ni hijos de Pujol, ni fundaciones que amparen la ¨®pera en Catalu?a, ni cr¨ªmenes a sangre fr¨ªa.
Qu¨¦ buen guion.
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