El susto de Lady Gaga a DiCaprio y el aburrimiento general: As¨ª fue la gala de los Globos de Oro
El gesto del actor de 'El renacido' se convierte en la an¨¦cdota de una noche aburrida con destellos de genialidad
Los Globos de Oro son los segundos premios m¨¢s medi¨¢ticos del cine (y televisi¨®n) pero a¨²n cuesta entender el motivo. Lo conceden unos 90 periodistas de la Asociaci¨®n de Cr¨ªticos Extranjeros de Hollywood (HFPA) que pr¨¢cticamente nadie conoce, la mayor¨ªa son hombres y de edad avanzada. Pero a lo largo de los a?os se han alzado como una cita clave del calendario cinematogr¨¢fico. Aparte de tener aciertos brillantes como ni siquiera nominar la Crash de Paul Haggis o dar el galard¨®n de mejor pel¨ªcula a La Red Social en lugar de El Discurso del Rey, como pas¨® en los Oscar, la verdad es que comparte bastantes similitudes con ellos. Pero aqu¨ª no vamos a hablar de injusticias, de buenas elecciones o de las much¨ªsimas sorpresas que hubo, sino de los momentos m¨¢s sonados de lo que ha sucedido hace unas pocas horas en Los ?ngeles.
Por ah¨ª circula un dato bastante revelador: se distribuyen entre los invitados unas 7.500 copas de champ¨¢n. Esto dice mucho de la fama que tienen los Globos de Oro de que es una gala lubricada por el alcohol. De hecho, desde dos horas y media antes de que empiece la ceremonia hay una barra libre de c¨®cteles. Ya dijo Sandra Bullock, que las bebidas gratis son ¡°lo mejor del largu¨ªsimo show¡±. Ideal para que los famosillos pillen un buen cebollazo y ofrezcan momentazos que den m¨¢s bombo a los premios - como cuando Bette Midler simul¨® una felaci¨®n con la estatuilla, cuando Gerard Depardieu descoloc¨® con un speech et¨ªlico o la mezcla explosiva de Valium con champ¨¢n de Jack Nicholson- y si eso falla, siempre est¨¢ el anfitri¨®n, Ricky Gervais, que vuelve cuatro a?os despu¨¦s, para poner patas arriba el sal¨®n.
Pero la aut¨¦ntica estrella de la noche no fue el presentador, sino una de las galardonadas. De Lady Gaga se esperaba mucho. Probablemente los cr¨ªticos s¨®lo la nominaron (y luego premiaron) por el mismo motivo que escogieron a Ricky Gervais, por el espect¨¢culo. Pero la Germanotta ya avis¨® en la alfombra roja que no habr¨ªa esc¨¢ndalo esta vez al llevar un relativamente discreto y elegant¨ªsimo traje negro escotado. Ya cuando recogi¨® el galard¨®n mont¨® un numerito de intensa de manual. Afectad¨ªsima, fue a recoger el premio, no sin antes chocarse con Leonardo DiCaprio, que hizo un gesto entre el estupor y la guasa, que ya se ha convertido en viral. Gaga subi¨® al escenario ayudada por dos hombres aleatorios en plan diva de Hollywood de los 40, olvidando que hace no demasiado iba con filetes de carne como vestido por las pasarelas. Desde luego, cantar con el casi nonagenario Tony Bennett le ha afectado.
Pero volvamos a Ricky Gervais. Tras ese trienio con puyas a Mel Gibson, The Tourist, Kim Kardashian, Elton John y, en fin, b¨¢sicamente el famoseo en general, todos esper¨¢bamos su vuelta. No es que Tina Fey y Amy Poehler lo hiciesen mal, todo lo contrario, pero las dosis de incorrecci¨®n pol¨ªtica del brit¨¢nico siempre apetecen. Y, por mucho que duela decirlo, parece que ya empieza a mostrar s¨ªntomas de fatiga su f¨®rmula. Eso, o que nuestras expectativas eran demasiado altas. Sigue teniendo una lengua mordaz, pero hay gags que se repiten demasiado, que lo suyo peca de esa endogamia que tanto critica, tanto que casi todo lo que se esperaba se cumpli¨® (lo nuevo y lo viejo). Algo tan reciente como la interminable entrevista de Sean Penn a El Chapo que ayud¨® a la captura del criminal sali¨® a colaci¨®n cuando mand¨® a callar a la ¡°basura asquerosa y pervertidos sexuales¡± de la audiencia y dijo que cuando acabase su parlamento se esconder¨ªa tan bien que ni el ex de Madonna le encontrar¨ªa. Tambi¨¦n hab¨ªa cosas evidentes como la hostia a NBC, la cadena que emite el show, que era ¡°la ideal por ser imparcial¡± ya que no hab¨ªa conseguido ni una m¨ªsera nominaci¨®n o, lo que coment¨¢bamos al principio, el poco sentido que tienen estos premios y lo in¨²tiles que son (¡°me meto los tres que tengo por el culo¡±).
Hubo, s¨ª, varios momentos estelares, algunos durante el mon¨®logo, como cuando dijo que Roman Polanski considera a un filme que trata sobre el esc¨¢ndalo de pederastia entre la Iglesia de Boston, Spotlight, es ¡°la mejor pel¨ªcula de citas de la historia¡±, o, m¨¢s adelante (gracias a Dios, porque sino era para apagar la tele y repasar Twitter al levantarse) decir que el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere deportar a Eva Longoria y otras actrices latinas; que Matt Damon es ¡°la ¨²nica persona a la que Ben Affleck no ha sido infiel¡±; o que en los Globos de Oro no hay in memoriam, pero s¨ª el discurso del presidente de la HFPA para ¡°deprimirnos¡±.
Afortunadamente, ese parlamento no fue un co?azo, b¨¢sicamente porque dur¨® poco m¨¢s de un minuto y no fue nada victimista, no como en los Oscar o los Goya (pero el premio honor¨ªfico a Denzel Washington, ya con los p¨¢rpados pegados a los ojos, se hizo muy cuesta arriba). Muchos presentadores dieron bastante juego y la gala tuvo algo de agilidad sin demasiados fuegos artificiales, probablemente porque la mayor¨ªa de categor¨ªas son interesantes al pasar completamente del aspecto t¨¦cnico. Se esperaba mucho de Quentin Tarantino y, aunque no super¨® ese ¨¦pico momento cuando escupi¨® el champ¨¢n al enfocarle la c¨¢mara, s¨ª iba bastante subidito de euforia (y, s¨ª, qu¨¦ diablos, de alcohol), al recoger el premio a mejor banda sonora para Ennio Morricone, a quien consider¨® un compositor a la altura de ¡°Mozart o Beethoven¡±. La parejita de mejores amigas Amy Schumer y Jennifer Lawrence (referidas por ellas mismas como ¡°A Schu y J Law¡±) tambi¨¦n dieron la talla. No fueron groseras, pero cachondearon con lo buenas que est¨¢n, pidieron que la gente parase de hacerles fotos, la humorista se coloc¨® ir¨®nicamente la melena y la ganadora musa de David O. Russell brome¨® con que su coleguilla se encamase con Tom Hardy y cualquiera de los hermanos Hemsworth (ojo, Elsa Pataky). Vaya, que queremos ya la ansiada cuarta temporada de Inside Amy Schumer.
Otros de los que se esperaba poco o nada tambi¨¦n cumplieron. Jaimie Alexander de Blindspot al notar fallos en el teleprompter s¨ª blasfem¨®, que en el audio del Plus no se censur¨®, cosa que se agradece; Jamie Foxx entreg¨® el premio a mejor BSO a ?Straight Outta Compton!; Jason Statham aport¨® esas dosis de garrulismo ingl¨¦s que se pide a la gala acompa?ado por la siempre cachonda Melissa McCarthy; y ya que el anfitri¨®n no hizo menci¨®n a la sonada violaci¨®n a Leonardo DiCaprio en The Revenant por parte de un oso, s¨ª lo hizo Jonah Hill disfrazado de un ¨ªdem.
No fue divertido pero tambi¨¦n dio la nota Sylvester Stallone al agradecer el premio a mucha gente, b¨¢sicamente a todo el mundo menos a dos mindundis: el protagonista y director de Creed, ambos afroamericanos. Celebridades negras como Ava DuVernay y Samuel L. Jackson se lo reprocharon v¨ªa Twitter.
#waitwaitwait, Ryan Coogler & Michael B Jordan, Thanks for acting with me!!! Loved Sly but...
— Samuel L. Jackson (@SamuelLJackson) January 11, 2016
Al final la fama que tienen los Globos de Oro de que son m¨¢s entretenidos y menos pomposos que los Oscar anoche se demostr¨® nuevamente que es merecida. Pero vaya, casi cualquier cosa es m¨¢s entretenida que un funeral. Es una buena opci¨®n para los norteamericanos, una sociedad mucho m¨¢s civilizada que la nuestra ya que pueden apagar la tele a las 8 o las 11, depende de si est¨¢n en la costa oeste o este. Al fin y al cabo, ver en pantalla a absoluta todas las estrellas de la peque?a y gran pantalla con las que convives en cierta forma a lo largo del a?o, siempre es apetecible. Pero aguantar esto desde Espa?a sabiendo que empezar¨¢s la semana con un sue?o demencial no compensa en absoluto. Ya lo dijo Ricky Gervais a media gala aparentemente fatigado y con el vaso ya a las ¨²ltimas y la cerveza calentorra: ¡°esto es demasiado largo, deber¨ªa durar media hora¡±. Fiesta para las celebridades, siesta para los espectadores.
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