C¨®mo aprovech¨¦ ¡®El silencio de los corderos¡¯ para mis caprichos
Tras conseguir sus cinco Oscar, el director Jonathan Demme ha construido una carrera comprometida y sin apenas fisuras
La cafeter¨ªa de la Filmoteca Espa?ola, en Madrid, palpita con un bullicio inusitado para un martes por la noche. El motivo es la presencia de Jonathan Demme, quien en 1991 cosech¨® su mayor ¨¦xito, un trepidante thriller llamado El silencio de los corderos, que logr¨® acaparar la estatuilla en las cinco categor¨ªas principales. El realizador est¨¢ en Espa?a para presentar una proyecci¨®n de aquel filme de culto sobre Talking Heads, Stop making sense, que rod¨® hace 30 a?os y que hoy es adorado por una legi¨®n de cin¨¦filos y mel¨®manos.
El propio Demme (nacido en Nueva York hace 71 a?os) alerta de que esto no es un documental, sino la grabaci¨®n de una performance: ¡°La comuni¨®n con la m¨²sica en directo es la forma de cine m¨¢s pura que existe. La meta es no mostrar la m¨²sica, sino que el cine interact¨²e con ella y se convierta en parte de la experiencia¡±. Esta filosof¨ªa empapa una filmograf¨ªa abundante en el g¨¦nero, incluidos sus tres trabajos con Neil Young y uno que acaba de rodar con Justin Timberlake y que ver¨¢ la luz este a?o.
Cuando ganas un Oscar, durante un tiempo la gente cree que sabes lo que est¨¢s haciendo¡±
Una vez se ha explayado sobre su gran pasi¨®n, dirijo la conversaci¨®n hacia el que ha sido el principal frente de su producci¨®n f¨ªlmica: la defensa de los derechos civiles. ¡°Para que la democracia funcione todo el mundo deber¨ªa implicarse en los grandes asuntos sociales¡±, filosofa. ¡°A m¨ª me encanta hacer de canal para transmitir las ideas de alguien a quien respeto. Como realizador, he tenido la oportunidad de recoger los testimonios de personalidades como Jimmy Carter, gente que me inspiraba con una visi¨®n positiva de cambio¡±.
Sobre El silencio de los corderos parece guardar un recuerdo m¨¢s utilitarista que enriquecedor: ¡°Cuando ganas un Oscar, durante un tiempo la gente cree que sabes lo que est¨¢s haciendo¡±, dice con sorna. ¡°Para m¨ª, El silencio de los corderos fue la llave para convencer a los grandes estudios de hacer pel¨ªculas que de otro modo nunca habr¨ªan financiado¡±. Las m¨¢s obvias tal vez sean Filadelfia (1992), sobre la discriminaci¨®n de los enfermos de sida y la homofobia, que le vali¨® su primer Oscar a Tom Hanks, y Beloved (1998), una denuncia del racismo y los vestigios de la esclavitud en EE UU.
La lealtad de Demme hacia aquello en lo que cree se extiende a su propia obra: abort¨® Swing Swift cuando Goldie Hawn era una superestrella y se descolg¨®, amistosamente esta vez, de la adaptaci¨®n al cine de 11/22/63, de Stephen King. Y es que Demme es de los que dicen "no" cuando la mayor¨ªa dice "s¨ª". Lo suyo, obviamente, es cambiar las cosas. De ah¨ª sus c¨¦lebres remakes: ¡°En La verdad sobre Charlie [su versi¨®n de Charada], cambi¨¦ el final para que Adam bajara el arma en lugar de disparar. Me negaba a hacer otra pel¨ªcula en la que todos los problemas se solucionaran peg¨¢ndole un tiro a alguien. En cuanto a Manchurian Candidate, la rod¨¦ en el clima posterior al 11-S, cuando el gobierno de Bush estaba lavando el cerebro a los americanos y utilizando el miedo como arma pol¨ªtica para justificar la guerra de Irak. El momento no pod¨ªa ser m¨¢s pertinente¡±.
Occidente acaba de vivir en primera persona las matanzas de las que hu¨ªan los refugiados sirios. Ahora sabemos por qu¨¦ han venido"
?Y qu¨¦ opina de los atentados de Par¨ªs y los bombardeos sobre Siria? ¡°Mientras haya en el mundo ni?os que crezcan en extrema pobreza, privados de sus derechos m¨¢s b¨¢sicos y sin esperanza alguna en el futuro, seguir¨¢ habiendo gente sin ning¨²n respeto por la vida humana. Es desolador. Desear¨ªa que los inocentes no fuesen sacrificados. Occidente acaba de vivir en primera persona las matanzas de las que hu¨ªan los refugiados sirios. Ahora sabemos por qu¨¦ han venido¡±.
A pesar de este despliegue de pesimismo, cuando al cineasta se le pregunta por lo que espera que 2016 le depare a su negociado, su respuesta es mucho m¨¢s esperanzadora: ¡°Acabo de estar en los festivales de Venecia y Lisboa, y las mejores pel¨ªculas las hab¨ªan hecho chavales de 20 a?os. Hoy en d¨ªa todo el mundo puede comprar una c¨¢mara, y los principiantes no van a escuelas de cine, les basta con ver pel¨ªculas y ponerse a rodar. As¨ª que vaticino que 2016 ser¨¢ el a?o con la generaci¨®n de nuevos realizadores m¨¢s j¨®venes de la historia¡±.
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