El arte de ser mimo vuelve con la cara lavada
El festival de Londres renueva un g¨¦nero que parec¨ªa olvidado
No hay figura en las artes esc¨¦nicas m¨¢s vapuleada que el mimo. En el imaginario popular son poco m¨¢s que payasos tristes, personajes con el maquillaje agrietado que pueblan los rincones m¨¢s tur¨ªsticos de las ciudades. Una figura incongruente y fechada, como puede ser un tuno. Pero tres d¨¦cadas despu¨¦s de desaparecer de compa?¨ªas de aficionados y teatros callejeros, su suerte est¨¢ cambiando. El mimo, como todo en esta vida, vuelve.
El festival internacional del mimo de Londres es uno de los responsables del retorno. Fundado en 1977, este certamen est¨¢ considerado como el gran motor de la vanguardia teatral brit¨¢nica. El New York Times reivindica su legado y su vigencia, afirmando en un art¨ªculo que ha ejercido como el germen de todas las innovaciones esc¨¦nicas del Reino Unido. Nada menos. Para el diario estadounidense el London International Mime Festival es la raz¨®n por la que la escena dram¨¢tica del pa¨ªs de Shakespeare depende menos de la palabra que las de otros pa¨ªses con un menor peso de la tradici¨®n.
El festival arranc¨® el 9 de enero sin rastro de los rasgos estereot¨ªpicos del mimo, como son las caras pintadas de blanco, guantes y camisetas de rayas. Su ecl¨¦ctico programa re¨²ne a c¨®micos, acr¨®batas, n¨²meros circenses, marionetas, teatro de m¨¢scaras y hasta un homenaje al cine de terror. Dos de los n¨²meros que han levantado m¨¢s expectaci¨®n tienen ra¨ªces espa?olas. David Espinosa presenta en la Tate Modern Mi Gran Obra, un espect¨¢culo protagonizado por figuritas en miniatura; y Xavier Bob¨¦s estrena en territorio brit¨¢nico su pieza Cosas que se olvidan f¨¢cilmente, que cuenta la historia de la segunda mitad del siglo XX en Espa?a a trav¨¦s de fotos antiguas y objetos. Del segundo n¨²mero ya se han agotado las entradas.
El inter¨¦s por el mimo renace m¨¢s all¨¢ del festival. El ¨¦xito del Circo del Sol ha renovado el teatro mudo m¨¢s all¨¢ de la copia del c¨¦lebre Marcel Marceau, y la web estadounidense dedicada a las artes Hyperallergic ha publicado recientemente un reportaje titulado El mimo no est¨¢ muerto, simplemente est¨¢ callado.
Una t¨¦cnica teatral
Esta t¨¦cnica teatral que cuenta una historia o expresa una idea sin recurrir a las palabras no es patrimonio exclusivo del teatro experimental. Tanto estrellas como Anne Hathaway como animadores de Disney asisten a clases para profundizar en la manera m¨¢s convincente de transmitir emociones. El c¨®mico Sacha Baron Cohen y su mujer, tambi¨¦n actriz, Isla Fisher fueron alumnos de la escuela Jacques Lecoq, una instituci¨®n ubicada en Par¨ªs dedicada al teatro f¨ªsico.
Lo m¨¢s curioso es que esta disciplina tan a menudo ignorada y ridiculizada es sin embargo, fundamental para entender a algunas de las personalidades m¨¢s influyentes en nuestra cultura pop. El recientemente fallecido David Bowie estudi¨® con el mimo, core¨®grafo y actor Lindsay Kemp. Con ¨¦l aprendi¨® la importancia del movimiento y de una memorable presencia esc¨¦nica.
Y Miuccia Prada, antes de ser una de las dise?adoras de moda de referencia, trabaj¨® como mimo profesional en un teatro de Mil¨¢n. Unos datos que quiz¨¢s nos hagan ver a los mimos con otros ojos.
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