El freno
Para empezar, las autoridades deben negarse a tratar como colegas traviesos a quienes sabotean nuestra democracia
No s¨¦ conducir (ni conducirme, dicen algunos). Pero sue?o que voy al volante, con un instructor severo a mi lado. Ganamos velocidad peligrosamente, en una carretera que desciende haciendo curvas cerradas entre precipicios. As¨ª que decido frenar. Al ir a pisar un pedal, el instructor dice que est¨¢ bloqueado y no funciona. Los otros no har¨¢n m¨¢s que acelerar la marcha, me advierte. Busco una palanca en la caja de cambios, un bot¨®n salvador en el salpicadero, pero mi gu¨ªa me los desaconseja uno tras otro. Finalmente revela, con mueca afligida, que el coche no tiene frenos ni nunca los tuvo, que no queda m¨¢s remedio que aguardar al batacazo inevitable o saltar en marcha. Entonces me despierto. Porque aunque no s¨¦ conducir, estoy seguro de que no se hacen coches sin frenos.
Ni tampoco constituciones. Ahora que tras m¨²ltiples avisos minimizados o desatendidos es evidente que en Catalu?a un pintoresco grupo de forajidos pretende saquear la ciudadan¨ªa de sus compatriotas (eso s¨ª, dentro de la legalidad... de la que se burlan desde hace un lustro), los menos adormilados preguntan por el freno constitucional a estos manejos. Aparecen expertos en desconfiar: el art¨ªculo 155 no puede aplicarse porque tal y cual, no es sedici¨®n porque falta el elemento tumultuario, el Tribunal Constitucional no debe imponer sino dialogar, etc¨¦tera... Puede que tengan raz¨®n, pero que no traten de convencernos de que no hay freno, de que hay que asumir lo que venga o bombardear Barcelona. Porque toda Constituci¨®n incluye freno de mano ejecutivo contra rufianes, nunca mejor dicho. Para empezar, las autoridades deben negarse a tratar como colegas traviesos a quienes sabotean nuestra democracia: lo que ha hecho bien el Rey, pero lo contrario del jij¨ª-jaj¨¢ en el Parlament del ministro de Interior y su adjunto militar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.