Ense?en sus cartas

La semana pr¨®xima comienza el proceso decisivo para aclarar si se consigue un acuerdo de formaci¨®n de gobierno o si los procesos negociadores fracasan y no queda otra salida que repetir las elecciones. Esta ¨²ltima opci¨®n, la menos deseable desde el punto de vista de los intereses generales, tampoco resolver¨ªa los problemas a los que se enfrentan las fuerzas pol¨ªticas a la hora de conformar mayor¨ªas de gobierno, seg¨²n se desprende del sondeo de Metroscopia publicado hoy en EL PA?S. Porque el cuatripartidismo, lejos de debilitarse, se mantiene e incluso se refuerza casi un mes despu¨¦s de los comicios del 20 de diciembre.

Los ciudadanos muestran un alto grado de confianza en las fuerzas a las que ha apoyado y la gran mayor¨ªa prefiere soluciones que eviten la repetici¨®n de elecciones. A estos efectos, el sondeo revela el da?o que le ha hecho al PSOE la gesti¨®n poselectoral y la competencia que le supone Podemos, lo cual invita a no crear falsas expectativas en torno al margen con que cuenta el l¨ªder de los socialistas, Pedro S¨¢nchez, para el caso de que fracase la investidura de Mariano Rajoy. Tampoco se recupera el partido del presidente en funciones, mientras que Ciudadanos y su dirigente, Albert Rivera, sacan r¨¦dito de la actitud dialogante mostrada tras los comicios.

Estas oscilaciones, aunque significativas, no alteran las l¨ªneas generales del sistema multipartidista. Los actores pol¨ªticos tienen que tener en mente que no se trata solo de prepararse ante la crisis constitucional amagada por las autoridades independentistas de Catalu?a. En t¨¦rminos econ¨®micos, la opci¨®n m¨¢s costosa ser¨ªa sin ninguna duda un fracaso negociador que condujera a nuevas elecciones. Porque en ese caso, habr¨ªa que esperar hasta el segundo semestre del a?o para negociar con Bruselas sobre el pr¨®ximo plan de estabilidad.

Los votantes no premian la ambig¨¹edad, sino a los pol¨ªticos capaces de buscar entendimientos

La Comisi¨®n Europea entiende que Espa?a no ha cumplido los objetivos de d¨¦ficit en 2015 y tampoco los cumplir¨¢ en 2016. Es imposible soslayar la negociaci¨®n de un ajuste presupuestario sobre la base de las cuentas p¨²blicas aprobadas bajo la anterior mayor¨ªa absoluta del Partido Popular. Se explica as¨ª la exhortaci¨®n del presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, para conseguir un Gobierno estable en Espa?a.

Quien primero tiene la intenci¨®n de intentarlo ¡ªel partido que m¨¢s votos obtuvo el 20 de diciembre, el PP¡ª es el que menos protagonismo ha tenido desde aquella fecha. Llevamos semanas hablando m¨¢s del PSOE o de Podemos que del propio PP, como si la responsabilidad de la gobernabilidad del pa¨ªs descansara m¨¢s en quienes han perdido las elecciones que en el partido que alcanz¨® la primera posici¨®n. Las escaramuzas de los ¨²ltimos d¨ªas han servido para observar que es casi imposible un acuerdo en la izquierda, sobre todo por la deriva de Podemos y de los nacionalistas, mientras que a¨²n no est¨¢ clara cu¨¢l es la propuesta del PP, cu¨¢l es su proyecto de Gobierno y qui¨¦n es su candidato a presidirlo. Las referencias gen¨¦ricas de Mariano Rajoy a que el PSOE y Ciudadanos le den su apoyo por el bien de la estabilidad del pa¨ªs no pueden considerarse una exploraci¨®n seria sobre las posibilidades que tiene el PP de reunir una mayor¨ªa. Necesitamos saber mucho m¨¢s y con m¨¢s detalle.

Hay que conseguir un Gobierno que d¨¦ confianza a ciudadanos, a los inversores y a la UE

Dejar pasar el tiempo no resuelve nada. Repetir las elecciones alarga en exceso la fragilidad de un Gobierno en funciones frente a las acometidas del independentismo en Catalu?a y crea un escenario pol¨ªtico-econ¨®mico en el cual los eventuales ajustes exigidos por Bruselas deber¨¢n concentrarse durante los ¨²ltimos meses del a?o. Y en el supuesto de que se lograra persuadir a las autoridades europeas de la imposibilidad de aplicar un ajuste dr¨¢stico en pocos meses, la econom¨ªa espa?ola se encontrar¨ªa con un a?o perdido. La pol¨ªtica monetaria del Banco Central Europeo nos protege contra una crisis de deuda, pero un clima de inestabilidad pol¨ªtica puede incrementar la prima de riesgo espa?ola, un efecto nada deseable cuando este pa¨ªs tiene que refinanciar este a?o unos 400.000 millones de euros.

Es el momento de mostrar una actitud abierta y olvidarse de las l¨ªneas rojas para sentarse a dialogar. Hay que conseguir un Gobierno que, a la vez, genere confianza en los ciudadanos, en las instituciones europeas y entre los inversores. Es un error pensar que la ambig¨¹edad evita castigos electorales. Al contrario, los electores premian a los pol¨ªticos capaces de buscar cauces de entendimiento y agotar las alternativas. No ser¨ªa serio devolver la pelota a los votantes sin haber apurado antes todas las opciones de construir un Gobierno estable.