Cazadores de mosquitos en Mozambique

Son las cinco y media de la ma?ana en Manhi?a (Mozambique) y me dispongo a entrar en una casa tradicional sin agua ni luz con Albino y Celso, los dos ¨²nicos miembros en el equipo de entomolog¨ªa disponibles en ese momento. A¨²n est¨¢ amaneciendo y ya empieza a quemar el sol africano.

?¡ªBji Xile

¡ªBji Xile , Kanimambo.

¡ªWu Djnai

¡ªNi Bom

As¨ª, con esta f¨®rmula en shangana, la lengua local, se inicia el ritual de saludo, un s¨ªmbolo de respeto y nuestra llave de entrada a las casas de la poblaci¨®n local que, como cada d¨ªa, nos recibe agradecida.

?Nuestro objetivo del d¨ªa? Capturar al m¨¢s buscado, el mosquito Anopheles, transmisor de la malaria, y traerlo con vida a nuestro insectario. All¨ª criaremos a sus hijos para hacerlos participar en experimentos que nos permitan medir la eficacia de los diferentes tipos de insecticidas de pulverizaci¨®n intradomiciliaria y de las redes mosquiteras. Los datos obtenidos por nuestro trabajo contribuyen a la obtenci¨®n de evidencias que permitir¨ªan al Ministerio de Salud de Mozambique tomar decisiones sobre la selecci¨®n de insecticidas eficaces para controlar al vector.

?Nuestras armas? Muy simples: una nevera de playa, placas de hielo, un tubo de silicona y vidrio, unos vasos desechables de papel, algod¨®n y pedazos de red mosquitera.

Esta fue mi rutina durante semanas cuando llegu¨¦ al Centro de Investigaci¨®n en Salud de Manhi?a (CISM) para comenzar mi doctorado e implementar las actividades dise?adas por el ¨¢rea de Entomolog¨ªa, reci¨¦n consolidada en el centro. Me levantaba a las cuatro y media de la madrugada para salir al campo para nuestra captura diaria de mosquitos adultos y volv¨ªa a la oficina a las once y media con la misi¨®n de seguir formando al equipo y de seguir implementando las otras actividades del ¨¢rea de entomolog¨ªa. En aquel momento ¨¦ramos solamente tres personas, los proyectos exist¨ªan meramente sobre papel y nuestro insectario estaba provisionalmente instalado en la parte trasera del laboratorio de bioqu¨ªmica hematol¨®gica del centro. Algunas veces a las once de la noche segu¨ªa al pie del ca?¨®n, delante de un microscopio, intentando apreciar las sutiles diferencias entre las diversas especies de Anopheles capturadas en las trampas de nuestro sistema de vigilancia entomol¨®gica.

Era la primera vez que constitu¨ªa y gestionaba un equipo y sent¨ªa la responsabilidad de desempe?ar las diferentes tareas que los trabajadores tendr¨ªan que hacer para entender sus posibles dificultades y poderles apoyar despu¨¦s. Fueron unos primeros meses muy duros, pero estar tan cerca de los principales beneficiarios de nuestro trabajo, la poblaci¨®n rural, dejaba clara una cosa: el objetivo merec¨ªa el esfuerzo.

Ahora, un a?o despu¨¦s, y gracias al impulso de la iniciativa La Caixa contra la Malaria de la Obra Social La Caixa y de la Fundaci¨®n Bill and Melinda Gates, somos 16 personas en el equipo de entomolog¨ªa, tenemos nuestro propio insectario reci¨¦n construido y ya nos conocen como ¡°el equipo mosquito¡± y a m¨ª como ¡°la se?ora mosquito¡±. Por mi parte, aunque considero que a¨²n me falta mucho por hacer para honrar al apodo, no hay duda de que no soy la misma persona que cuando llegu¨¦. Est¨¢ siendo un proceso de aprendizaje mutuo y realmente me estoy llevando m¨¢s de lo que dejo. Porque aqu¨ª cada d¨ªa recibo una lecci¨®n intensa a todos los niveles pero, sobre todo, una lecci¨®n inolvidable de humanidad.

Luc¨ªa Fern¨¢ndez es f¨ªsica y M¨¢ster en Investigaci¨®n Cl¨ªnica ¨C Salud Internacional por ISGlobal y la Universidad de Barcelona. Actualmente trabaja como investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en el departamento de Entomolog¨ªa del Centro de Investigaci¨®n en Salud de Manhi?a (CISM).