Lo imposible
La corrupci¨®n requiere la complicidad o la negligencia de los pol¨ªticos, de ah¨ª que sea inevitable responsabilizarles por ella
Quienes presionan al PSOE para que facilite la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno demuestran no haber entendido nada de lo que ha pasado en este pa¨ªs en los ¨²ltimos cuatro a?os. Porque con todo lo dura que ha sido y est¨¢ siendo, la gesti¨®n de la crisis econ¨®mica no constituye el principal elemento en el haber o el debe del Gobierno saliente.
Los estudios demuestran que los votantes son conscientes de que la gesti¨®n de la econom¨ªa es una cuesti¨®n compleja y, por tanto, de que el ¨¦xito o el fracaso en la creaci¨®n de empleo no depende exclusivamente de los pol¨ªticos, sino de m¨²ltiples factores que est¨¢n m¨¢s all¨¢ de su control. Pero los votantes s¨ª que atribuyen a los pol¨ªticos la responsabilidad por la corrupci¨®n (tambi¨¦n, por cierto, sobre la desigualdad): saben que socava la democracia y que no es atribuible a la globalizaci¨®n, la perfidia neoliberal o la hegemon¨ªa alemana. En esta cuesti¨®n de la corrupci¨®n, adem¨¢s del desempleo o la desigualdad, Espa?a ha batido todos los r¨¦cords. Nuestro pa¨ªs, no se olvide, ha logrado en la pasada legislatura algo sin precedentes: caer diez puestos de una sola tacada en los ¨ªndices de corrupci¨®n internacional, una haza?a solo igualada por pa¨ªses como Gambia, Mal¨ª, Guinea-Bis¨¢u y Libia.
La corrupci¨®n requiere la complicidad o la negligencia de los pol¨ªticos, de ah¨ª que sea inevitable responsabilizarles por ella. Adem¨¢s de ser end¨®gena, estamos viendo que es estructural al sistema y, a¨²n peor, est¨¢ siendo amparada desde la pol¨ªtica. Al crear redes de clientelismo, redistribuir recursos econ¨®micos y promocionar a unos pol¨ªticos a costa de otros, ha permitido ganar elecciones y seguir reproduci¨¦ndose hasta capturar ¨¢reas cada vez m¨¢s amplias de la contrataci¨®n p¨²blica, ¨ªntegramente bajo sospecha hoy. Si la corrupci¨®n existe es porque la pol¨ªtica se ha beneficiado de ella. Por tanto, s¨®lo cuando la corrupci¨®n implique la p¨¦rdida del poder podremos comenzar a acabar con ella. La corrupci¨®n es la primera amenaza a nuestro sistema democr¨¢tico y la primera tarea que deber¨¢ acometer el pr¨®ximo Gobierno. Y esa es precisamente el ¨¢rea donde el desempe?o de Rajoy ha sido m¨¢s negligente. @jitorreblanca
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