?C¨®mo recuperar a los parados de larga duraci¨®n?
Los datos de la EPA son buenos, pero desafortunadamente estamos ante una recuperaci¨®n a dos velocidades
Los datos de la ¨²ltima EPA confirman la buena marcha de la econom¨ªa espa?ola. El empleo est¨¢ creciendo a una tasa anual de 3.2% y en dos a?os Espa?a ha creado aproximadamente un mill¨®n de puestos de trabajo, recuperando as¨ª el 29% del empleo perdido durante la crisis. Desafortunadamente, estamos ante una recuperaci¨®n a dos velocidades. Los buenos datos reflejan una mejora en las perspectivas laborales para los parados de corta duraci¨®n, mientras que el paro de larga duraci¨®n sigue batiendo records. La pregunta clave es c¨®mo se puede evitar la marginalizaci¨®n de este colectivo ya que los actuales niveles de paro de larga duraci¨®n ponen en riesgo la cohesi¨®n social y la plena recuperaci¨®n del empleo.
La persistencia de altos niveles de paro de larga duraci¨®n es algo com¨²n en los pa¨ªses castigados por la crisis, pero el caso de Espa?a es particularmente alarmante. El 14% de nuestra poblaci¨®n activa lleva m¨¢s de un a?o en situaci¨®n de desempleo, de los que el 70% est¨¢ buscando empleo desde hace al menos dos a?os, con el consecuente deterioro de sus perspectivas laborales. S¨®lo Grecia presenta cifras peores. Otra complicaci¨®n es la alta concentraci¨®n de colectivos vulnerables, como los trabajadores de la construcci¨®n, las personas poco cualificadas y los mayores de cincuenta, entre aquellos que llevan m¨¢s tiempo sin trabajar. Seg¨²n datos de la EPA, sus tasas de salida al empleo llevan estancadas en niveles excepcionalmente bajos desde el inicio de la crisis y menos del 10% de estas personas se est¨¢ formando en la actualidad.
La reinserci¨®n de los colectivos vulnerables es el principal reto para el pr¨®ximo gobierno porque para ellos el riesgo de exclusi¨®n social es innegable. Pero la reinserci¨®n del resto de los parados de larga duraci¨®n tambi¨¦n requiere medidas nuevas porque el colectivo al completo ha sufrido un enorme deterioro de sus perspectivas laborales. Sin ir m¨¢s lejos, los datos para Espa?a indican que un episodio de desempleo superior a dos a?os conlleva una ca¨ªda media en las tasas trimestrales de salida al empleo de unos 13 puntos porcentuales. En t¨¦rminos absolutos esta ca¨ªda es dos veces superior a la diferencia entre las tasas de salida de parados con un t¨ªtulo universitario y los que s¨®lo tienen el t¨ªtulo de la ESO. Adem¨¢s, a este deterioro causado por la duraci¨®n del desempleo hay que a?adir la ca¨ªda generalizada en las tasas de salida de todos los parados muy por debajo de los niveles existentes antes de la crisis.
El deterioro progresivo de las tasas de salida tiene varias causas relacionadas con la falta de demanda de trabajo. Con el tiempo los parados pierden habilidades y la falta de ofertas de empleo puede provocar la p¨¦rdida de motivaci¨®n y la disminuci¨®n en la intensidad de b¨²squeda. Adem¨¢s, la desconfianza de las empresas hacia personas que llevan mucho tiempo sin trabajar suele genera un efecto estigma que empeora a¨²n m¨¢s su situaci¨®n laboral.
La reinserci¨®n de los colectivos vulnerables es el principal reto para el pr¨®ximo gobierno
En algunos pa¨ªses la falta de demanda es la principal explicaci¨®n para la persistencia del desempleo de larga duraci¨®n. En el caso de Espa?a, aparte de los problemas de demanda, se a?aden tambi¨¦n problemas por el lado de la oferta de trabajo, que en general son m¨¢s dif¨ªciles de solucionar. Un ejemplo es el alto n¨²mero de parados poco cualificados procedentes del sector de construcci¨®n que est¨¢n encontrando muchos problemas para reorientar su carrera laboral hacia otros sectores. El dise?o de nuestras pol¨ªticas activas se debe ajustar a esta tozuda realidad. En concreto, las medidas que abaraten el coste de la contrataci¨®n de parados de larga duraci¨®n pueden ayudar a combatir los efectos de largos per¨ªodos de inactividad, pero no van a ser suficientes. La reinserci¨®n de los colectivos m¨¢s vulnerables s¨®lo va a ser posible con la asistencia personalizada por parte de expertos en inserci¨®n laboral y con una considerable inversi¨®n en formaci¨®n.
La evidencia disponible indica que las pol¨ªticas activas pueden ayudar tanto a reducir como a prevenir el paro de larga duraci¨®n, pero el dise?o de las intervenciones resulta ser muy importante. No todas las acciones de empleo y formaci¨®n tienen el mismo impacto en distintas personas, lugares y momentos Durante la ¨²ltima legislatura las pol¨ªticas activas han sido una de las principales victimas del ajuste fiscal, pero tambi¨¦n fueron objeto de reformas que persiguen mejorar el modelo. Por ejemplo, se han establecido las bases para que la distribuci¨®n regional de los recursos est¨¦ vinculada a los resultados de las pol¨ªticas activas. Adem¨¢s, la formaci¨®n subvencionable ya no est¨¢ monopolizada por los agentes sociales. Estas mejoras deber¨ªan servir de base para consensuar un plan integral para tratar el problema del paro de larga duraci¨®n en el plazo m¨¢s breve posible. Existen varias prioridades. La primera es recuperar todo el retraso acumulado en materia de orientaci¨®n laboral. Supone contratar y formar orientadores, pero tambi¨¦n disponer de herramientas avanzadas para realizar el perfilado de los parados de larga duraci¨®n. La segunda consiste en modernizar la gesti¨®n de las pol¨ªticas activas. Para ello parece m¨¢s que razonable la propuesta de varios partidos de crear una agencia o instituto que coordine las medidas y que realice evaluaciones rigurosas de su impacto, logrando por fin la integraci¨®n y cooperaci¨®n eficaz entre los servicios p¨²blicos de empleo, las agencias privadas y el tercer sector. Por ¨²ltimo, cualquier acuerdo deber¨ªa incluir un aumento en los fondos disponibles para las pol¨ªticas activas, recuperando como m¨ªnimo los niveles existentes antes de la crisis.
Florentino Felgueroso y Marcel Jansen son investigadores de Fedea. Este art¨ªculo se basa en sus investigaciones para el proyecto New Skills at Work.
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