Es esencial apoyar hoy a los agricultores en Siria

El conflicto brutal y prolongado en Siria ha supuesto un enorme coste humano, y la oleada de refugiados es la m¨¢xima expresi¨®n de sus preocupantes efectos en la zona y m¨¢s all¨¢ de la regi¨®n. Si bien todos esperamos la paz, es indispensable permitir a quienes permanecen en el pa¨ªs mantener unas condiciones de vida b¨¢sicas en la tierra donde el trigo se plant¨® por primera vez.

En un contexto desolador de ciudades diezmadas, en el que m¨¢s de 13,5 millones de personas est¨¢n en situaci¨®n vulnerable o ya desplazados, y hay m¨¢s de 4,4 millones de refugiados, no podemos olvidarnos de los agricultores sirios.

La agricultura lleg¨® a emplear a la mitad de la poblaci¨®n del pa¨ªs, y seguir¨¢ siendo uno de los principales motores de su econom¨ªa. Aquellos que se han quedado para labrar la tierra siguen siendo la columna vertebral del suministro de alimentos en Siria. Sin su trabajo, la crisis de la seguridad alimentaria en Siria no s¨®lo ir¨¢ de mal en peor a corto plazo, sino que se producir¨¢ un grave da?o a la capacidad de adaptaci¨®n del pa¨ªs a largo plazo y al potencial para recuperar su puesto como pa¨ªs de ingresos medios autosuficiente capaz de exportar trigo.

Si no apoyamos a los agricultores sirios ahora, no les daremos otra opci¨®n que abandonar su tierra, trasladarse a las ciudades y, en ¨²ltima instancia, emigrar a otros pa¨ªses. No hay paz sin seguridad alimentaria y no hay seguridad alimentaria sin paz. No habr¨¢ paz sostenible sin seguridad alimentaria, que no s¨®lo significa tener suficiente para comer hoy sino saber que vas a poder producir de forma sostenible ma?ana.

La producci¨®n de trigo, estimada en 2.4 millones de toneladas en la ¨²ltima temporada de comercializaci¨®n, es un 40% menor que antes de la crisis

Por eso la agricultura no puede ser un asunto m¨¢s para los gobiernos que se re¨²nen esta semana en Londres en la Conferencia de Donantes para Siria, convocada por los gobiernos de Alemania, Noruega, Kuwait y Reino Unido, junto a Naciones Unidas.

Actualmente, el alza de precios de los alimentos ¡ªejemplificado en la harina de trigo, el alimento b¨¢sico local en algunos mercados, cuyo precio se ha triplicado¡ª ahoga los presupuestos de los hogares, que ya han recibido el golpe de las operaciones militares que destruyen hogares, causan heridos y alteran la cadena de actividades que hace posible la producci¨®n de alimentos.

As¨ª las cosas, Siria ha perdido la mitad de sus reba?os. Si bien la FAO ha logrado tratar a unos nueve millones de animales, el riesgo de que el ganado que ha sobrevivido y no est¨¢ vacunado propicie la propagaci¨®n de enfermedades m¨¢s all¨¢ de las fronteras, es real. La producci¨®n de trigo, estimada en 2.4 millones de toneladas en la ¨²ltima temporada de comercializaci¨®n, es un 40% menor que antes de la crisis a pesar de que el clima y las condiciones de cultivo han sido favorables.

Sencillamente, los agricultores y los pastores no tienen el acceso adecuado a las herramientas para poder desempe?ar su oficio. Es dif¨ªcil adquirir semillas y fertilizantes, los equipos y las infraestructuras est¨¢n da?ados, la mano de obra es m¨¢s escasa, la disponibilidad de pienso animal deficiente y los servicios veterinarios locales est¨¢n colapsados o bajo enorme presi¨®n.

En 2015, la FAO reforz¨® su presencia en Siria y el a?o pasado ayud¨® a 1.5 millones de personas en 13 de las 14 regiones apoyando la producci¨®n de cereales y hortalizas, la distribuci¨®n de semillas, y la conservaci¨®n y protecci¨®n del ganado restante. A pesar de todo, las intervenciones agr¨ªcolas de emergencia en Siria sufrieron un d¨¦ficit de financiaci¨®n de m¨¢s de un 70%. Se puede hacer mucho m¨¢s y hay que hacer mucho m¨¢s.

La agricultura es tambi¨¦n un canal clave en la creaci¨®n de oportunidades econ¨®micas y puestos de trabajo

Con 200 d¨®lares USA un agricultor o agricultora sirios ¡ªhay que tener en cuenta que las mujeres rurales suponen actualmente el 63 por ciento de la fuerza laboral agr¨ªcola¡ª puede producir dos toneladas de trigo, que le proporcionan valiosos ingresos y alimentos suficientes para una familia de seis miembros durante todo un a?o. Adem¨¢s, algo tan sencillo les convierte en protagonistas de los esfuerzos para superar la crisis.

Por el contrario, el coste de importar una tonelada de trigo es mucho m¨¢s alto, y sabemos que la desactivaci¨®n de los medios de vida conduce a la dependencia y empuja a la b¨²squeda de una vida mejor en otro lugar, como han hecho ya 50 familias sirias cada hora de cada d¨ªa durante los ¨²ltimos cinco a?os.

La agricultura es tambi¨¦n un canal clave en la creaci¨®n de oportunidades econ¨®micas y puestos de trabajo, una prioridad para el nuevo llamamiento de la ONU para Siria. Los esfuerzos liderados por la ONU han contribuido a mitigar el sufrimiento a corto plazo de una gran parte de los receptores de la ayuda en destino. Ahora debemos seguir ampliando su alcance para reforzar la sostenibilidad de los productores de alimentos de Siria.

El llamamiento de la FAO representa s¨®lo una peque?a parte de los fondos necesarios para la crisis humanitaria m¨¢s amplia que sufre Siria. Los donantes deben pensar como los agricultores: hay que sembrar para cosechar.

El autor es el Director General de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO).