?Convivir?

Hoy hace 20 a?os de la muerte de Fernando M¨²jica y ma?ana har¨¢ 13 de la de Joseba Pagaza, ambos asesinados por ETA con la justificaci¨®n y a¨²n el aplauso de muchos de los que ahora han decretado sin arrepentirse de nada un ¡°tiempo nuevo¡± y reclaman airadamente a los dem¨¢s someterse al ¡°proceso de paz¡± que ellos gestionan. Ya s¨¦ que hoy no toca hablar de estos antiguos episodios nacionalistas sino de otros delitos pero, qu¨¦ quieren, sigo creyendo que la peor corrupci¨®n es asesinar a los ciudadanos por sus ideas pol¨ªticas. No, perd¨®n, lo peor de todo es ensalzar, justificar, encubrir a los criminales y finalmente rentabilizar su teatral renuncia a la violencia para obtener ventajas pol¨ªticas a las que con desfachatez se llama ¡°paz¡±.

En los fastos (por el momento parece que no del todo fastuosos) de la capitalidad cultural europea de San Sebasti¨¢n se repiten dos lemas respetables: ¡°convivencia¡± y ¡°pluralidad¡±. En la izada de bandera que marc¨® el inicio de la fiesta patronal de Donosti, la plaza de la Constituci¨®n (no es broma, se llama as¨ª) aparec¨ªa como siempre llena de pancartistas pidiendo el acercamiento de los presos etarras, paso previo a su liberaci¨®n gloriosa. La novedad era la presencia en el balc¨®n de autoridades de la bandera de Europa junto a la de San Sebasti¨¢n y la ikurri?a. Como siempre, faltaba la de Espa?a. ?No habr¨ªa sido precisamente el mejor momento para exhibirla all¨ª donde tantos murieron por no haber renegado de ella? ?No habr¨ªa sido la mejor prueba de que se quiere la convivencia y el pluralismo? Pues no, no estaba. Claro que c¨®mo atreverse a ponerla, cuando hasta el himno de Europa cantado por el Orfe¨®n se llev¨® la pitada de nuestros cosmopolitas...