Ochandiano: "Parece que todo lo que cuenta en el cine espa?ol es hacer secuelas de 'Ocho apellidos"
Harto de estar harto de cierto cine espa?ol, el actor Rub¨¦n Ochandiano pasa temporadas cada vez m¨¢s largas en Par¨ªs. Honesto y sin complejos, habla sobre el estado de la industria, la nueva pol¨ªtica (define a Ciudadanos y Podemos como "un timo") y sus ¨²ltimas pel¨ªculas, 'Incidencias' y 'Vulcania'
La etiqueta le persigue desde sus comienzos, cuando se present¨® a un casting para hacer de ¨ªdolo adolescente en una serie de moda (Al salir de clase, nada menos) y le escribieron un papel de rarito a medida. Desde entonces, a Rub¨¦n Ochandiano (Madrid, 1980) le han llamado intenso, inquietante y torturado hasta decir basta. Y hasta empezar a sospechar que lo lleva escrito en la cara. ¡°Ya no me afecta tanto, aunque me gustar¨ªa que alguna vez se contara otra cosa de m¨ª, que alguien lograra ver una versi¨®n m¨¢s luminosa¡±, sonr¨ªe. El actor describe el reto de tantos int¨¦rpretes: salir de esa casilla en la que les metieron al principio de sus carreras, muchas veces con su esforzada complicidad.
Con un poco de voluntad se logra detectar la luz de la que habla, como si se colara desde el otro lado de las grietas. Nadie le negar¨¢ cierta melancol¨ªa, pero Ochandiano tiene poco que ver con el oscuro personaje que uno esperaba encontrarse. Si en otro tiempo tuvo tics o exhibi¨® cierta pose, todo eso ha desaparecido. Se ha esforzado en salir del s¨®tano en el que le encerraron. ¡°Antes era un kamikaze, pero he aprendido a hacerlo mejor. A pedir menos, a exponerme menos, a esperar menos, a arriesgar menos. Y a quererme m¨¢s¡±, enumera.
Cada vez cuesta m¨¢s encontrar algo distinto. Siendo sincero, [el de 'Ocho apellidos vascos'] es un cine que no me interesa una mierda, igual que yo tampoco les intereso a ellos
Tambi¨¦n se siente en paz con su familia, a la que en otro tiempo consider¨® un activo t¨®xico, y a quienes dedic¨® su novela Historia de amor sin t¨ªtulo (Suma). ¡°Ahora entiendo que cada uno hizo lo que pudo¡±, asegura. Para ser consecuente, tambi¨¦n le apetecer¨ªa interpretar otro tipo de personajes. ¡°Durante mucho tiempo he estado muy enfadado y me resultaba f¨¢cil tirar de ah¨ª. Antes me llegaba un papel de un t¨ªo que daba patadas y me serv¨ªa hasta de terapia. Ahora, si no entiendo qu¨¦ hay detr¨¢s y no logro ver el coraz¨®n del personaje, no me apetece¡±, admite.
El encuentro tiene lugar en Par¨ªs, donde se exili¨® voluntariamente el a?o pasado. Cuando no est¨¢ rodando, se instala en esta ciudad para perfeccionar su franc¨¦s, sin perder de vista las oportunidades profesionales. ¡°Hace a?os, viendo una pel¨ªcula con Louis Garrel [el musical Les chansons d¡¯amour, de Christophe Honor¨¦], ca¨ª profundamente enamorado. Empec¨¦ a ver cine franc¨¦s y me di cuenta de que me gustar¨ªa trabajar como lo hacen ellos¡±, recuerda.
Se trata de su segunda experiencia en el extranjero despu¨¦s de haber vivido un a?o en Buenos Aires, hace m¨¢s de diez. ¡°Aquella vez fue distinto, porque me fui enamorado y era mi idioma. Pero salir de donde vives siempre es bueno. Cuando me quedo demasiado tiempo en Espa?a, me ataca la pereza¡±, reconoce. En especial, a causa del momento que est¨¢ viviendo el cine espa?ol, que considera cada vez m¨¢s sometido al dogma del blockbuster. ¡°Parece que todo lo que cuenta es hacer m¨¢s y m¨¢s secuelas de Ocho apellidos vascos. Cada vez cuesta m¨¢s encontrar algo distinto. Siendo sincero, es un cine que no me interesa una mierda, igual que yo tampoco les intereso a ellos. Estando en Par¨ªs, me enfado menos¡±. Tampoco los aires de cambio en la pol¨ªtica espa?ola le hacen vibrar. ¡°Existe un escepticismo generalizado que, en mi caso, ha dado lugar a un gran desentendimiento. Lo que nos est¨¢n vendiendo como la madre del cordero me parece un timo¡±, afirma. ?Se refiere a Podemos? ¡°S¨ª. Y tambi¨¦n a Ciudadanos¡±.
He estado muy enfadado. Me llegaba un papel de un t¨ªo que daba patadas y me serv¨ªa hasta de terapia
Acaba de estrenar Incidencias, del d¨²o Corbacho-Cruz, y en marzo llegar¨¢ Vulcania, thriller del debutante argentino Jos¨¦ Skaf. A falta de ofertas nacionales por doquier, aprovecha para trabajar cada vez m¨¢s en el extranjero. En Francia rod¨® Santuario, con el terrorismo de ETA como tel¨®n de fondo, y tiene un secundario destacado en The infiltrator, pel¨ªcula de mafiosos con Bryan Cranston (protagonista de Breaking bad) y Diane Kruger que se estrenar¨¢ a finales del verano y que supone su debut en Hollywood. El rodaje le fascin¨®. ¡°En Espa?a, que un actor piense o proponga es algo que agrede. En cambio, cuando llegu¨¦ all¨ª, les pareci¨® lo m¨ªnimo que diera mis ideas y expusiera en voz alta lo que estaba mal escrito¡±, explica. ¡°No s¨¦ c¨®mo ser¨¢ la pel¨ªcula, porque tengo que hablar con acento colombiano y seguramente habr¨¦ hecho el rid¨ªculo, pero ha sido uno de mis trabajos m¨¢s satisfactorios¡±.
De su ya dilatada carrera guarda pocos recuerdos negativos. ¡°Excepto un par de gilipollas con los que tuve la desgracia de toparme¡±, puntualiza. Le gustar¨ªa volver a coincidir con Pedro Almod¨®var tras Los abrazos rotos. ¡°Dicen que se lleva mal con los varones, pero yo no tuve ning¨²n conflicto, tal vez porque mi personaje era una chica Almod¨®var¡±. Y tambi¨¦n con Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu. ¡°Me encantar¨ªa repetir, porque creo que hice su peor peli [Biutiful]. Sal¨ª de ver Birdman con convulsiones. Es el director de actores que m¨¢s sabe¡±.
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