Franco Macri se rinde al fin ante su hijo presidente
El padre del mandatario, uno de los m¨¢s ricos empresarios de Argentina, nunca lo apoy¨®
La familia Macri va camino de convertirse en una especie de Kennedys argentinos, o m¨¢s bien, trat¨¢ndose de italianos, de Agnellis, los due?os de la Fiat. Tanto que para entender la pasi¨®n del millonario Mauricio Macri por llegar a la Casa Rosada, cuentan los que le conocen, hay que analizar la conflictiva relaci¨®n con su padre, Franco, un italiano que lleg¨® a Argentina con 18 a?os y cre¨® un emporio.
Franco y Mauricio, el primog¨¦nito, compitieron en todo. Hasta sus novias eran de la misma edad. Para Mauricio, era casi imposible dejar de ser ¡°el hijo de Macri¡±. Para lograrlo, abandon¨® la empresa familiar y en 1995 logr¨® ser presidente de Boca Juniors. No bast¨®. Despu¨¦s se hizo alcalde de Buenos Aires. Tampoco result¨® suficiente. Franco lo despreciaba y apoyaba a los Kirchner. ¡°Mauricio tiene la mente de un presidente, pero no el coraz¨®n¡±, lleg¨® a decir en 2014.
Franco dej¨® claro que su hijo solo podr¨ªa superarlo si llegaba a la Casa Rosada. Para sorpresa de todos, lo logr¨®. Ahora, a sus 85 a?os, el padre al fin se ha rendido. Como corresponde a esta familia que ahora domina no solo la pol¨ªtica, sino las revistas del coraz¨®n, lo hizo en p¨²blico y con gran dramatismo. ¡°Tal vez, como ¨¦l mismo dice, compet¨ª con ¨¦l cuando se fue convirtiendo en hombre¡±, escribe Franco en una carta p¨²blica. ¡°Tard¨¦ a?os en perdonarle que se hubiese ido de las empresas que con tan duro trabajo hab¨ªa fundado¡±, confiesa. Adem¨¢s, admite que solo se rindi¨® el d¨ªa de la victoria electoral: ¡°Supe entonces que deb¨ªa dejar atr¨¢s cualquier fricci¨®n con Mauricio y darle mi completo apoyo. Me dirig¨ª al b¨²nker de Cambiemos para estrecharlo en mis brazos¡±.
Y termina con la reacci¨®n de su hijo: ¡°Al d¨ªa siguiente, mi hijo, visiblemente emocionado, dijo: ¡®En alg¨²n lugar, uno siempre espera la aprobaci¨®n de sus padres. El abrazo que me dio ayer, cero palabras, con los ojos vidriosos... ya est¨¢¡±. Macri no solo gan¨® las elecciones, sino la batalla personal de su vida: la guerra con su padre.
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