?Es este el mejor jefe del mundo?
Dan Price, responsable de Gravity Payments, decidi¨® bajarse el sueldo mientras el de sus trabajadores aumentaba. Su experiencia se ha convertido en un fen¨®meno medi¨¢tico
Carga con la etiqueta de ¡°mejor jefe del mundo¡± desde hace menos de un a?o, cuando decidi¨® subir el sueldo m¨ªnimo a los trabajadores de su compa?¨ªa hasta los 62.500 euros. La medida la tom¨® junto a otro bombazo: ¨¦l dejar¨ªa de cobrar m¨¢s de 980.000 euros para quedarse con un sueldo de 44.600 euros. Dos golpes de efecto que le granjearon alabanzas sobre su liderazgo pero tambi¨¦n hicieron que muchos le tildaran de gran publicista, de genio del marketing. Dan Price ¨Cpresidente de la empresa financiera Gravity Payments¨C radicada en Seattle (Estados Unidos) ha sufrido una exposici¨®n medi¨¢tica tan fuerte que ahora ha decidido darse una temporada de silencio. Fuera de focos, pol¨¦micas y entrevistas internacionales. Portada de revistas, foto fija tanto de perfiles sesudos como de art¨ªculos esc¨¦pticos y, sobre todo, emprendedor de ¨¦xito, ?se le puede catalogar como un jefe mod¨¦lico, como personaje hist¨®rico que ha instaurado los cimientos de una nueva forma de relaci¨®n laboral?
Por los n¨²meros, podr¨ªamos decir que s¨ª. Desde que diera el paso de iniciar el proyecto ¨Cen la habitaci¨®n compartida de la universidad, como tantos otros compatriotas suyos¨C los resultados no han dejado de acompa?arle: 13,1 millones de d¨®lares de valor de mercado, un crecimiento del 128% en los ¨²ltimos tres a?os. Pero este ascenso viene de atr¨¢s. En 2004, con solo 19 a?os, este joven de porte parecido a otro de los vecinos ilustres del estado (a Kurt Cobain, por ejemplo) empez¨® a idear una forma de librarse de las comisiones que impon¨ªan las tarjetas de cr¨¦dito en negocios y cajeros. Decidi¨® hacer una oferta mejor a los establecimientos y rebajar las tarifas. Convenci¨® a su hermano, Lucas, mientras estudiaba en la Seattle Pacific University. Naci¨® como muchos otros: como algo familiar basado en el boca-oreja, en la carpetilla de comercial bajo el brazo.
Al jefe le gusta el rock
Hasta 2012. Fue entonces cuando este antiguo miembro de una banda de rock se encontr¨® con uno de sus empleados y vio que estaba cabreado. "Me est¨¢s timando", le dijo. Su sueldo de 35.000 d¨®lares al a?o (31.270 euros) le parec¨ªa un enga?o teniendo en cuenta las cantidades que se embolsaba la empresa y el pico que se llevaban los hermanos Price como jefes. Esto le tuvo tres d¨ªas noqueado. Y cuatro a?os viendo c¨®mo paliar esa desafecci¨®n hacia los superiores. Hasta que, en abril de 2015, tom¨® aquella decisi¨®n que hoy le ha convertido en el Robin Hood del siglo XXI. En un justiciero de las transacciones bancarias. Una resoluci¨®n "moral", sostiene. "Voy a hacerlo aunque tenga que dejar de cobrar o trabajar 20 horas al d¨ªa", manifest¨® en una entrevista a la publicaci¨®n Inc.com.
"Voy a intentar que alg¨²n compa?ero pueda atenderte", contesta amable pero lac¨®nico Dan Price despu¨¦s de dos meses de mensajes y llamadas. Aquella forma de encarar el futuro de su empresa lo llev¨® a un sinf¨ªn de enlaces en red, de teles locales, de peri¨®dicos nacionales y programas de m¨¢xima audiencia. L¨®gico: las pagas de un administrativo raso se duplicaron mientras Gravity Payments pasaba de 30 nuevos clientes a la semana a 2.000. Una "verdadera locura", en sus palabras. "Muchos dijeron que estaba loco, pero lo que hizo fue ilusionar a la gente, dar ejemplo y hacer que todos estuvi¨¦ramos m¨¢s implicados", alega por correo electr¨®nico Ryan Pirkle, director de m¨¢rquetin. "Y s¨ª, creemos que es el mejor jefe del mundo: solo mira la cara de felicidad de los empleados. Nos sentimos realmente afortunados por tener no solo al mejor jefe, sino al mejor compa?ero de trabajo del mundo".
Gravity Pavements en n¨²meros
Seg¨²n cuenta Pirkle, Gravity Payments da trabajo a unas 125 personas. "Y a pesar de la atenci¨®n suscitada la empresa sigue siendo privada y no se ha convertido en una sociedad de accionistas. Price ha rechazado muchas ofertas para mantener el objetivo que tuvo al crearla: apoyar a los peque?os negocios", agrega. El cambio de reparto salarial se cerrar¨¢ en tres a?os y afectar¨¢ a 70 empleados, de los que 30 doblar¨¢n sus ganancias. "Todav¨ªa es pronto para saber si ser¨¢ sostenible, pero el ¨¦xito ya se ha logrado gracias a c¨®mo ha cambiado la vida de los trabajadores, a su motivaci¨®n, a su forma de volcarse en la empresa y a la inspiraci¨®n que ha supuesto en otras compa?¨ªas", reflexiona.
Como a cualquiera con un estallido de popularidad, a Dan Price lo tacharon de oportunista. Muchos grandes inversores le llamaron despectivamente socialista e intentaron rebuscar en los puntos oscuros para llevar a cabo una norma tan altruista. "Dan ve¨ªa que algunos empleados suyos ganaban 40.000 d¨®lares (35.750 euros) y estaban ahogados en cr¨¦ditos universitarios. Pens¨® que ganando eso iban a necesitar m¨¢s pr¨¦stamos y entrar¨ªan en una rueda que no termina hasta por lo menos diez a?os despu¨¦s", justifica Pirkle. "Y no lo hizo para ganar atenci¨®n medi¨¢tica sino para mejorar la vida de su equipo y seguir ofreciendo los mejores servicios".
La vor¨¢gine a su alrededor fue "escalofriante". Despu¨¦s de estar en la cuerda floja por la crisis mundial iniciada a finales de la pasada d¨¦cada y de sortear las inclemencias econ¨®micas, Dan Price tuvo que enfrentarse a las dos semanas de su cacareada decisi¨®n a una demanda de Lucas, su cofundador y hermano. Ryan Pirkle enlaza un art¨ªculo de The New York Times lo explican as¨ª: "El hermano mayor de Dan present¨® una denuncia que amenaza la existencia de la empresa. Lucas aleg¨® que cerca de 1,97 millones de euros para pagar facturas se esfumaron en subir los salarios". "No podemos permitirnos ni un m¨ªnimo error para pagar esas tasas", aleg¨® por su parte Dan Price, sin muchos m¨¢s detalles.
El coach involuntario de los jefes del mundo
Aparte de las cuestiones legales con su hermano, de la ira de otros empresarios y de su retiro medi¨¢tico, este emprendedor educado en casa ha puesto en la opini¨®n p¨²blica norteamericana la cuesti¨®n del salario m¨ªnimo. Cu¨¢nto debe ganar un trabajador ha sido una de las principales cuestiones suscitadas en los ¨²ltimos debates nacionales gracias a su iniciativa. M¨¢s, teniendo en cuenta las caracter¨ªsticas de una sociedad, la estadounidense, con dos tercios de la econom¨ªa basados en el consumo y con la desigualdad en el punto de mira gubernamental. "De momento, lo principal es que ha inspirado a muchas empresas. Hay un ejemplo, Tower Paddleboards, que no pod¨ªa subir los salarios, pero baj¨® las horas laborales a cinco. Ahora, sus trabajadores van de ocho de la ma?ana a una de la tarde y el resto del d¨ªa lo dedican a algo divertido", concluye entusiasmado Pirkle. Defendiendo todo lo que su jefe ¨CRobin Hood, el mejor del mundo- est¨¢ haciendo "por la empresa y por los dem¨¢s".
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