Ajedrez, m¨²sica y mecenas
El torneo de Z¨²rich empieza en un ambiente de gran lujo y un nuevo ritmo de juego
Cuatro siglos y medio despu¨¦s de que Felipe II patrocinase grandes torneos de ajedrez y conciertos excelsos en su corte, el empresario ruso ?leg Skv¨®rtsov hace algo similar en los distinguidos salones del hotel Savoy de Z¨²rich. Ruy L¨®pez de Segura era entonces la gran estrella. Ahora est¨¢n Kr¨¢mnik, Anand, Nakamura, Aroni¨¢n, Giri y Sh¨ªrov, que estrenar¨¢n un ritmo de juego m¨¢s r¨¢pido del normal.
¡°El ajedrez debe atraer a un p¨²blico mucho m¨¢s diverso. Y para lograrlo las partidas deben ser m¨¢s cortas e intensas¡±, explica Skv¨®rtsov en la ceremonia de inauguraci¨®n. Sabe de lo que habla: primero fue ajedrecista, luego doctor en Historia y s¨®lo despu¨¦s se hizo millonario con el comercio de diamantes. Adem¨¢s, su idea con intenciones revolucionarias est¨¢ respaldada por el club de ajedrez m¨¢s antiguo del mundo, el de Z¨²rich: 40 minutos por jugador para toda la partida y 10 segundos adicionales que el reloj a?ade autom¨¢ticamente tras cada movimiento. El objetivo es que la gran mayor¨ªa de las partidas hayan terminado antes de hora y media, pero manteniendo un alto nivel de calidad.
Tiempo habr¨¢ de analizar si la idea funciona. Lo que toca hoy es disfrutar de dos artes que siempre han estado muy unidas. Por citar s¨®lo uno de muchos ejemplos, el franc¨¦s Philidor, considerado como campe¨®n del mundo oficioso a finales del siglo XVIII, era tambi¨¦n un compositor de post¨ªn. Ciertamente, escuchar a los tres virtuosos que han amenizado la inauguraci¨®n (Ilya Gringolts, violin; Bor¨ªs Andri¨¢nov, violonchelo; y Dimitri Illari¨®nov, guitarra), interpretando a Paganini, Alb¨¦niz (Asturias) y Piazzola, entre otros, puede producer sensaciones tan placenteras como seguir maravillosas partidas de ajedrez. Por cierto, las disputadas hoy en la modalidad rel¨¢mpago (cinco minutos) como pre¨¢mbulo del torneo no lo han sido. Ha ganado Nakamura, confirmando la buena forma que acaba de exhibir en el abierto Tradewise de Gibraltar, el m¨¢s prestigioso del mundo, donde ha triunfado por tercera vez.
Entre el centenar de espectadores y periodistas invitados hab¨ªa nombres sagrados de la historia del ajedrez. V¨ªktor Korchn¨®i, a punto de cumplir 85 a?os, y su celebre esposa Petra Leuwerik estaban en la primera fila a pesar de la muy deteriorada salud de ambos. Dos sillas a su izquierda, nada menos que Anatoli K¨¢rpov. Justo detr¨¢s, la gran dama del ajedrez, Judit Polgar. Y m¨¢s grandes maestros ilustres: Gu¨¦lfand, Ljub¨®jevic, Morosi¨¦vich, Sosonko¡
Claro que de este ambiente tan exquisite tambi¨¦n se puede hacer una lectura m¨¢s cr¨ªtica: alguien est¨¢ hacienda mal su trabajo si la mayor parte del ajedrez de ¨¦lite en el siglo XXI est¨¢ financiado por mecenas. Pero ¨¦se tema de discusi¨®n no encaja bien con los pomposos salones del hotel Savoy.
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