La izquierda regresiva

Existe una tendencia dentro de la izquierda que defiende valores como la laicidad, el feminismo, los derechos del colectivo LGBT¡­ pero solo para occidentales, puesto que evita criticar a aquellos que los rechazan en nombre de una especificidad cultural determinada, en particular la religi¨®n. Se caracteriza, adem¨¢s, por llevar la cr¨ªtica de los pa¨ªses que propugnan dichos valores al absurdo y apoyar a reg¨ªmenes represivos que los rechazan. Es la que ya se empieza a conocer como ¡°izquierda regresiva¡±.

La izquierda regresiva tiene una visi¨®n binaria de la geopol¨ªtica: todos los males del mundo est¨¢n causados por EE UU y sus aliados y, por tanto, cualquiera que se enfrenta a ellos es digno de apoyo. Aunque violen los derechos humanos u opriman a las mujeres y a las minor¨ªas religiosas, ¨¦tnicas o sexuales. Su antioccidentalismo les da carta blanca. Practica la indignaci¨®n selectiva: la intervenci¨®n occidental contra Daesh es ¡°imperialista¡±; la rusa, en apoyo de Bachar el Asad, ¡°necesaria¡±. El bombardeo estadounidense de un hospital en Afganist¨¢n se condena hasta la saciedad; los repetidos bombardeos rusos de hospitales en Siria no figuran en su radar. Las ejecuciones p¨²blicas en Arabia Saud¨ª son una atrocidad; las que lleva a cabo Ir¨¢n ni siquiera merecen una menci¨®n.

La izquierda regresiva desconf¨ªa de los medios de comunicaci¨®n ¡°burgueses¡± y sigue con fruici¨®n la cadena rusa en espa?ol RT o la iran¨ª HispanTV. No le importa que el primero sea el ¨®rgano de propaganda de un Estado caracterizado por el capitalismo salvaje, la corrupci¨®n y el autoritarismo, y el segundo, de un r¨¦gimen que realiza m¨¢s ejecuciones per capita que ning¨²n otro y donde los ¡°cr¨ªmenes¡± que pueden llevar al pat¨ªbulo incluyen el adulterio, la homosexualidad, la blasfemia y la apostas¨ªa.

Esta izquierda desconf¨ªa de los medios de comunicaci¨®n ¡°burgueses¡± y es aficionada a las teor¨ªas conspirativas

La izquierda regresiva es aficionada a las teor¨ªas conspirativas. Cuando grupos antioccidentales como Al-Qaeda o Daesh cometen atrocidades, elabora explicaciones enrevesadas seg¨²n las cuales dichos grupos son, en realidad, criaturas de EE UU concebidas con fines maquiav¨¦licos. Cita los mismos ejemplos del pasado una y otra vez, sin importarle el contexto, y elige ignorar la crucial diferencia entre financiar a x porque los intereses coinciden, o haber contribuido a las condiciones que propician la aparici¨®n de x, con crear a x directamente.

La izquierda regresiva ignora a quienes se enfrentan a reg¨ªmenes antioccidentales sobre el terreno, a menudo a un gran coste personal: activistas, feministas, artistas, minor¨ªas, ateos¡­ En su lugar, toma partido por dictaduras como el r¨¦gimen sirio, supuestamente ¡°socialista y laico¡±; o por fundamentalistas a los que alaba como dem¨®cratas porque buscan llegar al poder a trav¨¦s de las urnas, aunque rechacen valores democr¨¢ticos como la igualdad, la tolerancia o el compromiso. Es condescendiente y, en el fondo, algo racista. Considera que los no occidentales son siempre v¨ªctimas o t¨ªteres de las potencias occidentales. Que son incapaces de concebir ideolog¨ªas movilizadoras como el islamismo y discursos sofisticados para el consumo occidental (?como que el velo simboliza el rechazo a la cosificaci¨®n de la mujer!). Que no son responsables de sus actos, puesto que sus atrocidades son una mera reacci¨®n a la agresi¨®n occidental, nunca una despiadada estrategia que obedece a una agenda propia.

Este pensamiento socava a la verdadera izquierda, la que defiende libertad, igualdad, justicia y derechos para todos?

La izquierda regresiva favorece a la extrema derecha, porque reh¨²sa denunciar lo m¨¢s controvertido de ciertas culturas, como la opresi¨®n de la mujer o la persecuci¨®n de las minor¨ªas, y condena como xen¨®fobo al que lo hace. Acepta impl¨ªcitamente los presupuestos de los sectores m¨¢s conservadores de esas culturas, para los que el respeto a las tradiciones est¨¢ por encima de los derechos individuales. As¨ª, impide un debate franco sobre esos aspectos dentro de la izquierda y deja la cuesti¨®n en manos de los xen¨®fobos.

Finalmente, la izquierda regresiva socava a la verdadera izquierda, la que defiende la libertad, la igualdad, la justicia y los derechos y libertades para todos. Porque convierte la leg¨ªtima y necesaria cr¨ªtica de ciertas pol¨ªticas occidentales en una caricatura, mermando la credibilidad de la izquierda en general. Porque sistem¨¢ticamente tacha de ¡°pro-yanquis¡± a quienes disputan sus postulados para evitar responder a sus argumentos. Porque menosprecia a la izquierda no occidental que combate la opresi¨®n que se ejerce en nombre del antioccidentalismo o las tradiciones.

Ha llegado el momento de denunciar a la izquierda regresiva como lo que es: una traici¨®n a los valores de la izquierda.

Ana Soage es analista especializada en Oriente Pr¨®ximo y el islam pol¨ªtico.