Avances en la lucha contra la corrupci¨®n
La corrupci¨®n es uno de esos grandes t¨®picos que persiguen a ?frica pero, en este caso, algo de raz¨®n hay; lo que sucede es que resulta muy dif¨ªcil cuantificarla y nunca sabemos realmente el alcance que tiene. Algo nos puede ayudar en esta tarea el sondeo que la ONG Transparency International publicaba el pasado mes de diciembre titulado: People and Corruption: Africa Survey 2015. Seg¨²n el mismo, la corrupci¨®n habr¨ªa aumentado en el continente en los ¨²ltimos 12 meses y la mayor¨ªa de los gobiernos no estar¨ªan cumpliendo con su obligaci¨®n de poner fin al abuso de poder, a los sobornos y al secretismo en los contratos.
Dice el informe que el 22 % de los africanos que tienen contacto con los servicios p¨²blicos admite haber tenido que pagar un soborno durante el ¨²ltimo a?o. En Liberia la cifra se eleva al 69 % mientras que en Kenia al 37 %, en Nigeria al 43 % y en Sud¨¢frica al 83 %. Los sobornos m¨¢s frecuentes se pagan a la polic¨ªa y a los funcionarios judiciales. Tambi¨¦n se resalta que estos funcionarios se ceban m¨¢s con los ciudadanos pobres que con los ricos, los cuales, por lo general, no necesitan sobornar tanto como los otros.
A pesar de todo esto, en los ¨²ltimos d¨ªas nos han llegado buenas noticas respecto a la lucha contra la corrupci¨®n que muestran que algo empiezan a cambiar en el continente.
El pasado 3 de febrero, los peri¨®dicos nigerianos se hac¨ªan eco de que la Comisi¨®n contra los cr¨ªmenes econ¨®micos y financieros (EFCC por sus siglas en ingl¨¦s) ha recuperado y confiscado 2 billones de d¨®lares, procedentes del fraude y la corrupci¨®n, en los ¨²ltimos 12 a?os. La cantidad puede parecer peque?a para un pa¨ªs donde las cifras de la corrupci¨®n son inimaginables, pero es un buen comienzo. Adem¨¢s, el fiscal general nigeriano y ministro de justicia, Abubakar Malami, ha anunciado que est¨¢ trabajando junto con el poder judicial para terminar con la impunidad de este tipo de delitos.
El ministro de justicia asegura estar buscando la colaboraci¨®n de todas las agencias del gobierno federal nigeriano para luchar contra la corrupci¨®n. El hecho de que el poder judicial tome parte en esta lucha supone un cambio importante de patr¨®n ya que en repetidas ocasiones, el presidente del pa¨ªs, Muhammadu Buhari, se ha lamentado de la falta de colaboraci¨®n de este poder. Hace pocos d¨ªas, durante la ¨²ltima cumbre de la Uni¨®n Africana en Addis Abeba, ¨¦l mismo declar¨® que ¡°el poder judicial es mi ¨²nico dolor de cabeza en la lucha contra la corrupci¨®n¡±.
Hay que aclarar que, normalmente, Buhari no es muy objetivo cuando habla de los jueces a los que ha acusado, en repetidas ocasiones, de poner obst¨¢culos a sus carrera presidencial durante a?os.
El presidente del tribunal supremo, Mahmud Mohammed, por su parte, durante un seminario contra el fraude, los delitos cibern¨¦ticos y la corrupci¨®n celebrado en Abuya, demandaba del gobierno la implementaci¨®n de reformas que faciliten una mejor coordinaci¨®n entre instituciones y desarrollen sinergias que ayuden al intercambio de comunicaci¨®n e informaci¨®n para as¨ª poder luchar contra el fraude y la corrupci¨®n de manera eficaz. El ministro de justicia tambi¨¦n se quej¨® de que el fraude y la corrupci¨®n est¨¢n ralentizando los esfuerzos de crecimiento encon¨®mico realizados por el pa¨ªs.
Estas noticias se producen en un ambiente en el que cada d¨ªa se conocen nuevos casos de corrupci¨®n en el pa¨ªs que presume de ser la primera econom¨ªa africana. Sin embargo, todas las instancias parecen reconocer los esfuerzos que el actual gobierno est¨¢ haciendo para luchar contra esta lacra que ha caracterizado al pa¨ªs desde su independencia.
Es curioso, tambi¨¦n, ver el cambio experimentado por el presidente Buhari. Este lleg¨® a la presidencia por primera vez en diciembre de 1983 gracias a un golpe de estado. Estuvo en el poder hasta agosto de 1985 cuando le sucedi¨® Ibrahim Babandiga, tras otras asonada militar. Con antelaci¨®n hab¨ªa sido ministro del petr¨®leo lo que le permiti¨®, seg¨²n escribe el Premio Nobel de literatura nigeriano Wole Soyinka en su autobiograf¨ªa, Partir¨¢s al amanecer, saquear grandes cantidades de dinero p¨²blico, convirti¨¦ndose en uno de los personajes m¨¢s corruptos de la pol¨ªtica nigerina. Tras restaurarse la democracia en Nigeria, Buhari fue candidato presidencial en las elecciones de 2003, 2007 y 2011, que no consigui¨® ganar. Finalmente, se hizo de nuevo con el poder en la ¨²ltima contienda presidencial de 2015.
A pesar de este pasado turbulento, parece que ahora Buhari se ha convertido en el palad¨ªn de la lucha contra la corrupci¨®n, lo cual debe ser celebrado.
La otra noticia nos llega desde Sud¨¢frica donde el presidente Jacob Zuma ha hecho p¨²blico un comunicado anunciando su voluntad de reembolsar el dinero del estado que ha utilizado para rehabilitar su residencia particular. Se trata de un intento para poner fin a un esc¨¢ndalo que dio origen a una protesta nacional y que se tradujo en fuertes enfrentamientos en el parlamento. La pol¨¦mica surgi¨® tras conocerse un informe de 2014 del organismo de control del gobierno de Sud¨¢frica que concluy¨® que Zuma se benefici¨® indebidamente de fondos estatales.
Zuma quiere que un auditor independiente tase la cantidad que tiene que devolver por los m¨¢s de 20 millones de d¨®lares financiados por el estado que ha gastado en su residencia. Ese dinero habr¨ªa sido invertido en la construcci¨®n de una piscina, granjas para el ganado y un anfiteatro.
El comunicado llega tras amenazar los partidos de la oposici¨®n con llevar el caso ante el Tribunal constitucional. Tambi¨¦n se produce d¨ªas antes de que Zuma pronuncie el discurso sobre el estado de la naci¨®n, que tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo 11 de febrero. Durante el del a?o pasado se produjo un gran altercado entre miembros de la oposici¨®n que gritaban ¡°devu¨¦lvenos nuestro dinero¡± y las fuerzas de seguridad que termin¨® con la expulsi¨®n del parlamento de algunos miembros del partido Economic Freedom Fighters (EFF), entre ellos su l¨ªder Julius Malema, y el abandono voluntario de los diputados de Democratic Alliance (DA).
A la oposici¨®n no le ha convencido el comunicado del presidente y sigue con su idea de acudir al Tribunal constitucional. Lo cierto es que la presi¨®n popular y pol¨ªtica, al menos en este caso, sirve para que se devuelva el dinero apropiado indebidamente, otro paso adelante en la lucha contra la corrupci¨®n que hay que celebrar.
A todo esto habr¨ªa que a?adir otra de las afirmaciones del informe de Transparency international que cit¨¢bamos al inicio; este se?ala que en Botsuana, Burkina Faso, Lesotho y Mauricios los ciudadanos hablan positivamente del esfuerzo de sus gobiernos en la lucha contra la corrupci¨®n y reconocen que no es normal que tenga que sobornar a los funcionarios para ser atendidos.
Definitivamente, algo se mueve en ?frica.
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