¡°No se lo deseo a nadie. El tr¨¢fico de ni?os es terrible¡±
Ni?os y ni?as de la calle, traficados o con problemas con la ley rehacen sus vidas gracias a la ayuda de los misioneros salesianos de Ben¨ªn
¡°Una noche mi padre me dijo que nos ¨ªbamos a Nigeria. Cogimos el coche y cuando llegamos nos encontramos con una se?ora que le dio dinero. Cuando lo cogi¨® el dinero, me dijo que lo esperara, que iba a comprar pan. Yo me qued¨¦ callado. Se fue, huy¨® y me dej¨® all¨ª. Tuve miedo. Me dec¨ªan que barriera la casa, que fregara los platos¡±, explica Rachidi, que ten¨ªa 11 a?os cuando su padre lo vendi¨® a una mujer para que se encargara del trabajo dom¨¦stico. Con el dinero, 20.000 CFA (unos 30 euros), quer¨ªa saldar unas deudas. La vida de Rachidi se trunc¨®. Fue explotado y maltratado. Un d¨ªa, cuando la se?ora lo mand¨® a hacer un recado con su hija, aprovech¨® para fugarse. Entonces vivi¨® en la calle, comiendo lo que encontraba y durmiendo en el mercado. ¡°Una mujer me encontr¨® y llam¨® a la polic¨ªa¡±, cuenta Rachidi. Los agentes hablaron con el misionero salesiano Juan Jos¨¦ G¨®mez, quien lo acogi¨® en el centro Don Bosco de Porto Novo. El ni?o nunca hab¨ªa ido a la escuela. Despu¨¦s de cinco a?os en el centro, los salesianos encontraron a su madre, Anne Yekpon, y hoy Rachidi vive de nuevo con ella. ¡°No se lo deseo a nadie. El tr¨¢fico de ni?os es terrible¡±, comenta la se?ora Yekpon. Su padre volvi¨® a casa varias veces e intent¨® llevarse al ni?o para venderlo otra vez, pero gracias a la intervenci¨®n del juez de menores, ha sido entregado oficialmente a la madre, impidi¨¦ndose as¨ª que sea traficado de nuevo. Rachidi ha recuperado su sonrisa y la confianza en el futuro: hoy es uno de los mejores de su clase.
Miles de menores son traficados todos los a?os en ?frica occidental, muchos de ellos son vendidos por sus propias familias por alrededor de 30 euros y, en algunas ocasiones, con la promesa de que sus vidas van a mejorar al aprender un oficio. Pero la realidad es que estos ni?os y ni?as son destinados a una vida de semiesclavitud, sometidos a todo tipo de abusos y vejaciones, trabajando de la ma?ana a la noche, lejos de sus familias y de sus pa¨ªses. Al no conocer la lengua del lugar, al no tener lazos ni relaci¨®n con nadie de all¨ª, se encuentran totalmente desprotegidos.
La gran frontera que Ben¨ªn comparte con Nigeria hace de este peque?o pa¨ªs un lugar ideal para el tr¨¢fico de menores. Es una raya muy porosa donde una polic¨ªa muy corrupta siempre mira para otro lado. La falta de recursos y una econom¨ªa que depende fuertemente del contrabando con el pa¨ªs vecino facilita esta actividad. Pero tambi¨¦n otros pa¨ªses como Gab¨®n, Camer¨²n, Costa de Marfil o la Rep¨²blica Centroafricana reciben a menores benineses benefici¨¢ndose de este comercio il¨ªcito.
Los ni?os y las ni?as son vendidos o secuestrados para trabajar como siervos en casas, en granjas y plantaciones, en minas y canteras, en los mercados o son explotados sexualmente o utilizados como soldados. Tambi¨¦n son v¨ªctimas de las mafias que trafican con ¨®rganos o para sacrificios humanos. Pr¨¢ctica esta ¨²ltima muy presente en toda ?frica occidental pero de manera muy especial en Nigeria.
Pobreza, falta de educaci¨®n, desestructuraci¨®n familiar, conflictos e inestabilidad, la impunidad de la que gozan los traficantes, la falta de medios de las autoridades, la falta de inscripci¨®n en los registros civiles o factores culturales como que a los ni?os y ni?as no se les considere sujetos con derecho facilitan esta actividad.
El Centro Don Bosco de Porto Novo
El centro que dirigen los misioneros salesianos en la capital de Ben¨ªn atiende a m¨¢s de 200 v¨ªctimas de la trata de menores, muchos de ellos vendidos como esclavos por sus propios padres. Desde que se fund¨® en 1999 han pasado por ¨¦l m¨¢s de 15.000 menores.
Este centro es un lugar de sanaci¨®n donde los menores que llegan son acogidos y ayudados hasta que pueden ser reunificados con sus familias. Los que no, encuentran en el Centro un nuevo hogar donde se les hace sentir en casa y se les acompa?an mientras van a la escuela o hacen formaci¨®n profesional.
Los misioneros salesianos se encuentran en casi todos los pa¨ªses de ?frica trabajando en la educaci¨®n de los j¨®venes y atendiendo a los ni?os y ni?as en situaciones de riesgo: menores traficados, como es el caso de Ben¨ªn, ni?os de la calle, j¨®venes en conflicto con la ley, hu¨¦rfanos del ¨¦bola, ni?os y ni?as soldados¡
El misionero onubense Juan Jos¨¦ G¨®mez, director del Centro Don Bosco de Porto Novo, explica lo que en su opini¨®n lleva a esta situaci¨®n: ¡°Esto se explica por la historia, es decir, como en Espa?a hace 40 o 50 a?os, mucha gente en los pueblos que ve¨ªa que no ten¨ªan posibilidades con sus hijos, los enviaban a un familiar o a alguien del pueblo que viv¨ªan en la ciudad para darles la posibilidad de educarse. En Ben¨ªn, con el tiempo ha degenerado. Ahora no se respetan los acuerdos, sino que la nueva familia cede el ni?o a otra, luego a otra¡ Se pierde el hilo de conexi¨®n entre el chaval y su origen y la nueva familia no tiene ning¨²n compromiso explota y sacrifica a este chaval y lo convierten en un esclavo".
Una tarea lenta
La rehabilitaci¨®n y reinserci¨®n de los ni?os y ni?as traficados requiere tiempo y paciencia, solo as¨ª se consiguen curar su muchas heridas.
Carine Agossou, psic¨®loga del Centro Don Bosco de Porto Novo, explica que la principal caracter¨ªstica de los menores traficados es que sufren una p¨¦rdida de su identidad: ¡°Algunos no saben ni qui¨¦nes son. Algunos incluso olvidan su lengua local¡±.
Otro de los psic¨®logos del centro, Marc Tsandja, cuenta que en algunos de estos ni?os se puede ver toda la rabia que tienen dentro contra los adultos que les han hecho sufrir esa situaci¨®n. Y a veces, contra sus propios padres porque les dejaron marchar.
Es por eso por lo que los misioneros salesianos descartan precipitar la reintegraci¨®n de los ni?os y ni?as. Creen que se trata de un proceso a largo plazo en el que tras hacerles sentirse acogidos, les acompa?an en el camino en el que van tomando conciencia de s¨ª mismos y decidiendo cu¨¢l ser¨¢ su futuro.
Es gracias a este lento trabajo que j¨®venes como Rachidi pueden volver a encontrar la sonrisa. "Que estos chavales que han sufrido lo que han sufrido sean capaces de sonre¨ªr, de salir adelante, de encontrarse delante de su padre y abrazarlo o perdonarlo, de decirse el pasado es pasado y no se puede cambiar pero tambi¨¦n hay un futuro hacia adelante que tenemos que caminar juntos buscando la justicia. Con eso me quedo, diciendo: si ellos son capaces de perdonar, si ellos son capaces de acoger y reconciliarse con su familia es el mejor ejemplo que podemos tener", reflexiona el director del centro.
En el documental No estoy en venta, se pueden ver otras historias, adem¨¢s de conocer m¨¢s de cerca el trabajo de los misioneros salesianos para la recuperaci¨®n de los ni?os y ni?as traficados; junto con todo el trabajo de prevenci¨®n y sensibilizaci¨®n, para evitar que este fen¨®meno siga repiti¨¦ndose, que llevan a cabo en Ben¨ªn.
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