El ¡®antquarium¡¯
El t¨¦rmino es la graciosa simbiosis de la palabra ¡®ant¡¯, hormiga en ingl¨¦s, y ¡®aquarium¡¯, acuario
Compramos un antquarium. El t¨¦rmino es la graciosa simbiosis de la palabra ant, hormiga en ingl¨¦s, y la palabra aquarium, acuario. Era una caja peque?a que ten¨ªa dentro una buena porci¨®n de masilla azul donde, te¨®ricamente, las hormigas cavar¨ªan sus t¨²neles, formando una compleja galer¨ªa que pod¨ªa ser observada ¡°como en 3D¡±, dec¨ªa el empaque, ¡°gracias a la transparencia de sus paredes¡±.
Seg¨²n las instrucciones, hab¨ªa que meter al antquarium entre 15 y 18 hormigas. Pero no especificaban si hab¨ªa que ponerles comida, o si la masilla azul que las hormigas iban a perforar conten¨ªa los nutrientes para mantenerlas bien alimentadas. Como nadie sab¨ªa qu¨¦ demonios come una hormiga, decidimos que la masilla azul ser¨ªa alimento suficiente.
Dos horas m¨¢s tarde ten¨ªamos a las 15 hormigas dentro del antquarium y observ¨¢bamos, at¨®nitos, su comportamiento. El 80% eran hormigas de tama?o, digamos, mediano, y hab¨ªa tres de una especie de menor tama?o, y una m¨¢s grande que todas las dem¨¢s. Tampoco sab¨ªamos que en un mismo espacio pudiera haber tal variedad de individuos de la misma especie. Todav¨ªa no diger¨ªamos nuestro descubrimiento cuando, una tras otra, las hormigas medianas fueron atacando, con escalofriante ferocidad, a la hormiga grande, a la que no era como ellas, hasta que consiguieron que se replegara en un rinc¨®n. Las hormigas m¨¢s peque?as, al ver lo que le pasaba a la grande, huyeron al fondo de la caja. Una vez consumada la limpieza del territorio, las hormigas medianas, que constitu¨ªan el grupo mayoritario, se pusieron a delimitar su espacio, a cavar sus t¨²neles, a establecer los fundamentos de su nueva sociedad. No improvisemos alegor¨ªas, ni saquemos conclusiones precipitadas, dije a mis hijos, mientras recog¨ªa el antquarium y me lo llevaba al trastero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.