Medio siglo desde el primer aterrizaje en un planeta extraterrestre

El 1 de marzo de 1966, justo hace medio siglo, una m¨¢quina construida por humanos se pos¨® sobre un planeta extraterrestre por primera vez. La sonda sovi¨¦tica Venera 3 hab¨ªa partido del cosm¨®dromo de Baikonur, en Kazajist¨¢n, el 16 de noviembre, y ten¨ªa previsto aterrizar sobre Venus para enviar informaci¨®n desde su superficie. Sin embargo, el sistema de comunicaci¨®n fall¨® y los cient¨ªficos se quedaron con las ganas de saber qu¨¦ suced¨ªa bajo la espesa atm¨®sfera venusiana. La sonda pesaba una tonelada y estaba preparada para realizar mediciones de temperatura, presi¨®n y composici¨®n de la atm¨®sfera del planeta.

Aunque no cumpli¨® todos sus objetivos, aquel artefacto, lanzado durante los a?os m¨¢s intensos de la carrera espacial, abri¨® el camino para la exploraci¨®n sovi¨¦tica de Venus. Un a?o despu¨¦s, la sonda Venera 4 se convirti¨® en la primera nave espacial en medir la atm¨®sfera de otro planeta, y en 1970, la Venera 7 logr¨® aterrizar sobre Venus y fue la primera sonda en transmitir informaci¨®n hasta la Tierra desde otro planeta. En 1982, las sondas Venera 13 y Venera 14, las ¨²ltimas del programa, enviaron las primeras im¨¢genes en color desde Venus, mostrando, seg¨²n titulaba EL PA?S el d¨ªa que se presentaron los primeros datos de la misi¨®n, ¡°un desolado paisaje gris y marr¨®n formado por rocas de basalto¡±.

Ninguna sonda ha logrado jam¨¢s sobrevivir sobre Venus m¨¢s de dos horas

Despu¨¦s del Sol y la Luna, Venus es el astro m¨¢s visible desde la Tierra. La exploraci¨®n espacial mostr¨® que aquella estrella era en realidad un planeta similar al nuestro, pero que hab¨ªa tenido una evoluci¨®n que lo hab¨ªa convertido en un mundo infernal. Cuando se internaban en la atm¨®sfera de Venus, compuesta principalmente por di¨®xido de carbono, las sondas como Venera se ten¨ªan que enfrentar a vientos de 400 kil¨®metros por hora y nubes de di¨®xido de azufre y ¨¢cido sulf¨²rico. Sobre la superficie del planeta, sondas como las Venera han medido una temperatura media de 462 grados y una presi¨®n de m¨¢s de 90 bares, la misma que hay a 900 metros bajo el mar. Las naves dise?adas por los sovi¨¦ticos eran una especie de batiscafos que nunca lograron sobrevivir m¨¢s de dos horas en aquellas condiciones.

Tras aquella ¨¦poca de exploraci¨®n intensa, el n¨²mero de sondas enviadas a Venus no fue tan abundante. Una de las m¨¢s recientes ha sido Venus Express, de la Agencia Espacial Europea (ESA). Esta misi¨®n, lanzada en 2005, estuvo funcionando hasta el a?o pasado y ha sido la misi¨®n m¨¢s prolongada de la atm¨®sfera de Marte. El estudio de las din¨¢micas de aquel planeta, con un caso extremo de calentamiento global, puede proporcionar ense?anzas para entender procesos parecidos en la Tierra.

Patrick Martin, jefe de las misiones Mars Express y Venus Express de la ESA, destaca la importancia del trabajo de esta ¨²ltima sonda para completar el conocimiento del planeta. ¡°Sin esta misi¨®n, que ha estudiado con detalle la din¨¢mica atmosf¨¦rica y ha descubierto se?ales de vulcanismo, estar¨ªamos como hace 20 a?os en el estudio de Venus¡±, explica.

Martin reconoce que en los ¨²ltimos 20 a?os Marte le ha ganado la batalla de la atenci¨®n a Venus. ¡°El objetivo final de llevar misiones tripuladas a Marte ha impulsado una serie de misiones rob¨®ticas mucho m¨¢s importantes¡±, se?ala Martin. Seg¨²n ¨¦l, aunque la tecnolog¨ªa actual permitir¨ªa construir robots de exploraci¨®n que sobreviviesen sobre la superficie de Venus durante mucho m¨¢s tiempo que las que visitaron el planeta en los 80, el coste ser¨ªa excesivo. ¡°Por eso creo que es m¨¢s realista pensar en enviar globos¡±, indica el cient¨ªfico de la ESA. En cualquier caso, con una u otra tecnolog¨ªa, est¨¢ convencido de que las misiones a Venus continuar¨¢n.

Recientemente, Jap¨®n coloc¨® en la ¨®rbita de Venus la sonda Akatsuki, el ¨²nico sat¨¦lite que estudia el planeta en estos momentos. Cincuenta a?os despu¨¦s de la llegada de la Venera 3, el inter¨¦s por ese planeta hermano de la Tierra echado a perder ha cedido frente al desierto marciano, pero seguir¨¢ siendo un mundo especial. Es el ¨²nico planeta en el que el sol sale por el oeste, que tarda m¨¢s en girar sobre s¨ª mismo (243 d¨ªas) que en dar una vuelta alrededor del Sol (224) y el ¨²nico que tiene nombre de mujer. Y suele ser tambi¨¦n el ¨²nico capaz de hacerse visible por encima incluso de las luces de las ciudades.