Las ideas, la pol¨ªtica
Otegi ha dado el primer paso reclamando la libertad de los presos. Imagino que tambi¨¦n son presos pol¨ªticos
Cuando Pablo Iglesias dijo ayer sobre Arnaldo Otegi que ¡°nadie deber¨ªa estar en la c¨¢rcel por sus ideas¡± pens¨¦ que no hab¨ªa a?adido ¡°pol¨ªticas¡± por una cuesti¨®n de espacio. El mensaje de Iglesias hab¨ªa sido escrito en Twitter y quiz¨¢s los 140 caracteres le hab¨ªan impedido escribir m¨¢s. No ser¨ªa la primera vez que el cajoncito de Twitter delimita el cajoncito de las ideas y hasta del gobierno. Si una proposici¨®n de ley cabe en 140 caracteres, se puede iniciar su tramitaci¨®n; si no, hay que intentarlo a trav¨¦s de Facebook.
Hice la prueba, por curiosidad, y en el tuit cab¨ªan m¨¢s palabras. Iglesias no solo pod¨ªa haber puesto ¡°ideas pol¨ªticas¡±, sino redondear la frase: ¡°Nadie deber¨ªa estar en la c¨¢rcel por sus ideas pol¨ªticas, hostia¡±. Porque ideas es un t¨¦rmino muy vago. De hecho, la gente va a la c¨¢rcel generalmente por ellas: suelen estar detr¨¢s de todo. Por tener ideas pol¨ªticas, sin embargo, es m¨¢s dif¨ªcil que a uno le encierren. No es como escribir una obra de teatro, por ejemplo.
Yo tambi¨¦n creo como Iglesias que no deber¨ªa haber presos pol¨ªticos. De haberlos, me parecer¨ªa tan grave que, si alguna vez tuviese delante al juez que dict¨® prisi¨®n incondicional a un hombre del que yo pensase que lo es, lo primero que har¨ªa ser¨ªa preguntarle por ¨¦l.
El auto de ingreso en la c¨¢rcel de Otegi, por ejemplo, no le imputa una idea sino un delito de integraci¨®n en banda terrorista. Lo firma Baltasar Garz¨®n. En junio de 2015 el exjuez acudi¨® a La Tuerka, el programa de Pablo Iglesias. La conversaci¨®n es muy interesante (la escuch¨¦ con las im¨¢genes de la intervenci¨®n en el Congreso de Pedro S¨¢nchez, y ni as¨ª hubiera estado de acuerdo Podemos). Dura una hora. Delante del juez que hab¨ªa dictado la prisi¨®n incondicional de Otegi, Iglesias no pregunt¨® por qu¨¦ un Estado de derecho ten¨ªa en sus c¨¢rceles a un hombre a causa de sus ideas. No se consider¨® de inter¨¦s saber si manten¨ªa sus razones, ni qu¨¦ le parec¨ªan las razones del Supremo, ni las de los votos discrepantes.
Meses despu¨¦s Garz¨®n se posicion¨® a favor de la liberaci¨®n de Otegi: su encierro, dijo, ¡°ten¨ªa un sentido que ya no tiene¡±. Es probable que ni lo tuviese entonces si se aplica sobre la sentencia, como hace Garz¨®n, el contexto. Y a?adi¨® que ahora puede hacer m¨¢s por la paz fuera que dentro. De momento Otegi ha dado el primer paso reclamando la libertad de los presos. No s¨¦ si le parecen presos pol¨ªticos. Muertos pol¨ªticos desde luego hubo. Pol¨ªticos muertos tambi¨¦n.
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