Los galeones hundidos cuentan la historia de los huracanes
Los ciclones y los naufragios se redujeron durante el cl¨ªmax de la Peque?a Edad de Hielo
Los centenares de barcos espa?oles hundidos en aguas caribe?as permiten conocer el pasado de los huracanes y aventurar su futuro. Un estudio ha encontrado una conexi¨®n entre el n¨²mero de naufragios y el de los ciclones tropicales: el enfriamiento o calentamiento clim¨¢tico. A mediados del siglo XVII se produjo un periodo extremadamente fr¨ªo que redujo tanto las tormentas como los naufragios causados por ellas. Esta conexi¨®n podr¨ªa servir para mejorar los modelos de predicci¨®n de los huracanes en el futuro.
"Los modelos de predicci¨®n de huracanes est¨¢n anticipando que habr¨¢ un aumento en la intensidad de los huracanes. El problema es que estos modelos reproducen la situaci¨®n en todo el Atl¨¢ntico, pero presentan mucha incertidumbre a nivel regional", dice la investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela, Marta Dom¨ªnguez Delm¨¢s. Para afinar, estos modelos necesitar¨ªan un hist¨®rico de tormentas que hasta ahora no exist¨ªa. La base de datos de huracanes HURDAT, mantenida por EE UU, llega solo hasta 1851. Pero Dom¨ªnguez Delm¨¢s y otros dos colegas han usado una cronolog¨ªa de anillos de pinos de los Cayos de Florida y una serie de naufragios de barcos espa?oles en el Caribe para crear un registro de ciclones que se remonta hasta 1495.
Dom¨ªnguez Delm¨¢s es dendroarque¨®loga. Est¨¢ especializada en arrancarle informaci¨®n a todo objeto hist¨®rico hecho de madera, desde cuadros a barcos. Sus colegas Valerie Trouet, de la Universidad de Arizona, y Grant Harley, de la Universidad del Sur de Mississippi, son dendroclimat¨®logos, leen el clima en los troncos de los ¨¢rboles. Los tres aprovecharon la minuciosidad de Archivo General de Indias, que registr¨® todo barco que zarpaba de Espa?a a Am¨¦rica. Y tambi¨¦n sacaron partido de dos libros de cabecera de los cazatesoros que "recogen la fecha exacta de cada naufragio", como recuerda la investigadora espa?ola.
El estudio incluye unos 650 barcos espa?oles naufragados en el Caribe desde 1495, la mayor¨ªa por huracanes
Combinando ambas fuentes, los investigadores encontraron 657 nav¨ªos espa?oles que naufragaron entre 1495 y 1825 en la temporada de huracanes (julio a noviembre) debido a tormentas o causas desconocidas. En casi el 70%, hay referencias de que una tormenta los llev¨® a pique. Para confirmar la conexi¨®n, Harley aport¨® sus investigaciones en los Cayos de Florida con el pino ellioti (Pinus elliottii), zona bien castigada por los ciclones tropicales. Algunos ejemplares de esta especie nativa del sudeste de EE UU viven m¨¢s de 300 a?os.
"Descubrimos que cuando los huracanes pasaban cerca de la isla, los fuertes vientos y la marejada cicl¨®nica provocaban que los pinos crecieran menos en los a?os justo posteriores a la tormenta", explica Harley. Los pinos no soportan la sal del mar que les trae la marejada y los vientos huracanados rompen sus ramas y hojas, "lo que provoca un estrechamiento en el crecimiento del anillo", a?ade este investigador.
"Cuando comparamos el registro que construimos con la cronolog¨ªa de los pinos de Harley, vimos que coincid¨ªan: hay muchos hundimientos en los mismos a?os en que los pinos muestran reducciones de crecimiento", comenta la dendroarque¨®loga espa?ola. Con los pinos y los barcos, los autores del estudio, reci¨¦n publicado en PNAS, pudieron completar la historia de los huracanes desde los tiempos de Col¨®n hasta los de la HURDAT. Son 500 a?os de datos con los que alimentar los modelos de predicci¨®n de huracanes.
Pero lo mejor se produjo cuando los dendroclimat¨®logos se percataron de que el n¨²mero de naufragios se redujo hasta en un 75% en un periodo concreto de tiempo. "Encontramos una reducci¨®n muy significativa del n¨²mero de barcos espa?oles que naufragaron en el Caribe entre 1645 y 1715, lo que se solapa en el tiempo con el M¨ªnimo de Maunder", destaca Trouet, principal autora del estudio. El M¨ªnimo de Maunder fue un periodo de baja actividad solar, lo que se tradujo en una menor radiaci¨®n y, por tanto, en una bajada de las temperaturas. De hecho, este m¨ªnimo supuso el cl¨ªmax de la llamada Peque?a Edad de Hielo. Hab¨ªan encontrado la conexi¨®n entre el Sol y la mayor o menor cantidad de huracanes en el Caribe.
"El mecanismo que explica la conexi¨®n entre la reducci¨®n de los naufragios, los ciclones tropicales y las manchas solares durante el M¨ªnimo de Maunder es el siguiente: Cuando el Sol env¨ªa menos energ¨ªa a la Tierra, como sucedi¨® durante el M¨ªnimo de Maunder, la temperatura de la superficie del planeta baja. Con la tierra enfri¨¢ndose, tambi¨¦n la temperatura del oc¨¦ano baja", explica la dendroclimat¨®loga. Aunque no es el ¨²nico factor, las temperaturas oce¨¢nicas son un elemento clave en la emergencia de los ciclones tropicales.
Pero que un enfriamiento global, como el que se produjo a mediados del siglo XVII, provoque menos huracanes y naufragios de barcos espa?oles y un menor crecimiento de los pinos de Florida no significa que, con el fen¨®meno inverso del calentamiento global actual, haya m¨¢s huracanes. Las cosas, y m¨¢s en el clima, no son tan sencillas.
"Los ciclones tropicales son complejos y, por tanto, no podemos sacar conclusiones directas para un futuro m¨¢s c¨¢lido bas¨¢ndose en nuestros resultados", aclara Trouet. "Hemos mirado al pasado de la actividad cicl¨®nica, para mirar hacia el futuro, necesitamos modelos clim¨¢ticos", a?ade. Pero, debido a la complejidad del sistema de ciclones tropicales, los modelos no pueden predecir con precisi¨®n a escala regional.
En el Caribe, el factor que introduce m¨¢s incertidumbre en los modelos predictivos es, seg¨²n Trouet, "el desconocimiento de c¨®mo responden los ciclones tropicales a los cambios en el balance energ¨¦tico de la atm¨®sfera, como los provocados por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)". Pero, saber que una reducci¨®n de los huracanes se correspondi¨® con un tiempo en el que la Tierra recibi¨® menos energ¨ªa solar, ayudar¨¢ a los investigadores a entender mejor la influencia de los grandes cambios de radiaci¨®n, como los que est¨¢n detr¨¢s del actual cambio clim¨¢tico.
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