Coque Malla: "He vivido una etapa amorosa y emocionalmente tremenda"

Hay escenas en la vida en las que por mucho que uno se aferre a un loable esp¨ªritu peterpanesco, no queda m¨¢s remedio que asumir la realidad y decir: ¡°S¨ª, ya soy un tipo maduro¡±. A Coque Malla, eterno cutis y aspecto juvenil a pesar de sus 46 a?os, le ocurri¨® hace unas semanas en su casa, en el campo, a las afueras de Madrid. All¨ª estaban dos parejas con sus dos hijos de la misma edad, tres a?os. Coque, su chica (de nombre Macarena) y su hija (Cayena). Enfrente, la mujer con la que estuvo el cantante conviviendo 10 a?os, con su nuevo novio y su reto?o. Los cuatro, en armon¨ªa, hablando de esto y de aquello mientras los peque?os se entreten¨ªan con juguetes de La patrulla canina, la serie infantil del momento.

¡°S¨ª, es todo muy de Woody Allen. Pero es que creo que es lo sensato. El que ha estado 10 a?os con una persona es por algo, ?no? Soy muy amigo de ella y de su chico. Macarena, tambi¨¦n¡±, comenta el cantante mientras apura una copa de vino tinto en un bar del centro de Madrid. Aficionado a escribir sobre f¨¦minas (su anterior disco lo titul¨® directamente Mujeres), le preguntamos si la situaci¨®n podr¨ªa inspirarle una canci¨®n: ¡°Seguro que est¨¢ por alg¨²n lado, seguro que est¨¢¡­ No hay una canci¨®n concreta sobre ese tema, pero s¨ª hay algo por ah¨ª¡±, responde con media sonrisa.

He vivido una etapa amorosa y emocionalmente tremenda. Pero tambi¨¦n alucinante. Muy interesante y productiva

Coque Malla, ya sabe: figura popular¨ªsima del pop espa?ol de finales de los ochenta con Los Ronaldos, actor ocasional (su interpretaci¨®n en la divertida Nada en la nevera es ciertamente memorable), y tipo que desde hace a?os ha ido a su bola, grabando discos nada complacientes y ejerciendo de interesante dandi roquero. Mientras habla, el m¨²sico toquetea un pu?ado de vinilos singles de su exgrupo, Los Ronaldos. Los ha comprado hace un rato, en una tienda de discos cercana. ¡°Co?o, si no los tengo ni yo¡±, dice al verlos en una estanter¨ªa. Antonio, el due?o de Bangladesh (as¨ª se llama el establecimiento), le quiere hacer una rebaja: ¡°Hombre, c¨®mo no le voy a hacer un precio especial en discos de su propio grupo¡±. Coque sonr¨ªe, le pasa la tarjeta de cr¨¦dito y le espeta: ¡°Nada de rebajas. Cobra, cobra lo que pone en la etiqueta¡±.

Nuestro recorrido musical con Coque Malla por Madrid empez¨® horas antes en una tienda de guitarras llamada Headbanger, tambi¨¦n en el centro de la ciudad. All¨ª, el m¨²sico se ha quedado prendado de una guitarra vintage. Mira en la agenda de su m¨®vil, habla con un amigo instrumentista para confirmar sus buenas sensaciones. Empieza a valorar muy seriamente desembolsar los 500 euros que cuesta el instrumento. Se decide.

Con la compra hecha, el aperitivo en la mano y el sombrero bien calado, el madrile?o est¨¢ preparado para hablar de su nuevo disco, El ¨²ltimo hombre en la Tierra. ¡°Hay blues, rock and roll, Beatles, Stones¡­ Hay instrumentos sinf¨®nicos de vientos y cuerdas. Existe una influencia muy bestia de Divine Comedy [banda irlandesa de pop exquisito]. Y una preocupaci¨®n por conseguir que las canciones no sean arm¨®nicamente planas. Las composiciones de tres acordes ya las he hecho mucho en mi carrera. Ahora quiero otra cosa m¨¢s elaborada. El trabajo de mi hermano Miguel en los arreglos ha sido brutal, y tambi¨¦n todas las conversaciones con Suso Saiz, un sabio, y la labor del productor, Jos¨¦ Nortes¡±.

Uno de los textos m¨¢s llamativos del ¨¢lbum es el de la canci¨®n Camino interior, donde entrelaza h¨¢bilmente una relaci¨®n de pareja con la actual situaci¨®n pol¨ªtica. ¡°Habla del movimiento social. Critica la inacci¨®n. En la pol¨ªtica, pero tambi¨¦n en el amor. Creo que las cosas est¨¢n como est¨¢n, para unos horribles y para otros con esperanza, por nosotros. Quiero decir: la soluci¨®n no se encuentra en votar a este o al otro, est¨¢ en cambiar nosotros. Hagamos una revoluci¨®n espiritual¡±.

Las cosas est¨¢n como est¨¢n por nosotros. La soluci¨®n no se encuentra en votar a este o al otro, est¨¢ en cambiar nosotros. Hagamos una revoluci¨®n espiritual

Hablando de pol¨ªtica. Coque se meti¨® en un charco hace poco con un mensaje en su perfil de Facebook. Justo despu¨¦s de conocerse el resultado de las ¨²ltimas elecciones generales en Espa?a, escribi¨®: ¡°Entonces, hemos ganado, ?no?¡±. Prendi¨® la mecha en la Red y seguidores e intrusos especularon sobre el asunto. ?Es Coque del PP y por eso se alegra? ?Lo dice porque el partido de Rajoy no puede formar gobierno gracias al buen resultado de las agrupaciones emergentes? ?Ingresar¨¢ Malla en breve en Ciudadanos? El m¨²sico tuvo que publicar un extenso texto aclaratorio donde se posicionaba, alegr¨¢ndose por el auge de los partidos de izquierda.

Ahora reflexiona sobre aquel jaleo digital: ¡°Me parece una responsabilidad dar nuestra opini¨®n. Estamos todo el rato publicando material promocional en nuestras redes sociales. Entonces, joder, hay unas elecciones tan importantes y me parec¨ªa un poco heavy hablar de las entradas del pr¨®ximo concierto. Me parec¨ªa una responsabilidad decir lo que sent¨ªa¡±. Y lo que siente es que hay un cambio, que los dos partidos grandes que casi siempre han gobernado ahora no pueden sin contar con las agrupaciones emergentes. ¡°Esa met¨¢fora de que de repente con nuestros votos les hayamos dejado sin el poder me parece muy hermosa¡±, remacha.

Con los vinilos de Los Ronaldos a mano, recuerda escenarios del pasado. Como aquel concierto en el que le pagaron con un fajo de billetes de mil pesetas. ¡°Todav¨ªa viv¨ªa con mis padres. Tendr¨ªa 20 a?os. Llegu¨¦ a casa, borracho, y empec¨¦ a sacar los billetes arrugados de mi bolsillo. Se hizo una monta?a y me empec¨¦ a descojonar. Me pareci¨® una imagen absurda y rid¨ªcula¡±. Hay que ponerse en perspectiva: fueron cinco a?os (finales de los ochenta) en los que Los Ronaldos ganaron mucho dinero. En 1999, con el disco Soy un astronauta m¨¢s, el m¨²sico inici¨® su carrera en solitario, m¨¢s reflexiva y compleja que las canciones directas de su exgrupo.

Esa fue su gran catarsis creativa. La emocional lleg¨® hace seis a?os, cuando se separ¨® tras una relaci¨®n de una d¨¦cada: ¡°Fue muy convulso. De repente, tu vida se mueve. Dices: ¡®Joer, ?d¨®nde est¨¢ mi vida?; era esta y ya no est¨¢¡¯. Las costumbres, el hogar compartido, que han estado ah¨ª durante diez a?os, de pronto desaparecen. Te quitan la tierra de debajo de los pies. Es algo parecido a cambiar de pa¨ªs. Algo as¨ª como decidir de golpe mudarse a China. He vivido una etapa amorosa y emocionalmente tremenda. Pero tambi¨¦n alucinante. Muy interesante y productiva. Con 40 a?os me sent¨ªa libre: los encuentros que hubo, las mujeres que conoc¨ª, y los hombres, las personas que me encontr¨¦. Es como una especie de droga, como meterte un ¨¦xtasis que te abre las puertas¡±. Entr¨® en la cuarentena desarrollando una etapa killer, de mucha vida nocturna. ¡°Cuando iba al gimnasio siempre estaba cerrado¡±, bromea.

Tendr¨ªa 20 a?os. Llegu¨¦ a casa, borracho, y empec¨¦ a sacar los billetes arrugados de mi bolsillo. Se hizo una monta?a y me empec¨¦ a descojonar. Me pareci¨® una imagen absurda y rid¨ªcula

Ahora vive una rutina menos agitada. Asegura que frecuenta muy poco la noche y que cuida la alimentaci¨®n. ¡°Aunque me puedo comer una hamburguesa y no pasa nada¡±. El vino es una de sus pasiones. ¡°Un vicio caro, te lo aseguro¡±. Y cuando no est¨¢ de gira en el extranjero [recientemente visit¨® Argentina y M¨¦xico], va todas las tardes a buscar a su hija al colegio. Siempre con sus sombreros (influencia de su pasi¨®n infantil por Indiana Jones y m¨¢s tarde de las pel¨ªculas del oeste y del salsero Rub¨¦n Blades) y sus elegantes chaquetas. ?Quiz¨¢ le reconoce alg¨²n padre roquero? ¡°Alguno me ha dicho algo. Ah, y la profe de Cayena es fan de mi m¨²sica¡±. Se r¨ªe despu¨¦s de decir esto ¨²ltimo. ¡°Pero basta ya de cosas ¨ªntimas. Es que me da corte, porque luego lo leen y¡­¡±.

Coche Malla est¨¢ de gira por Espa?a presentando El ¨²ltimo hombre en la Tierra. Fechas de conciertos aqu¨ª.

Este reportaje est¨¢ publicado en el n¨²mero de marzo de 2016 de ICON, actualmente en quiosco.