Evaluaciones s¨ª, rev¨¢lidas no
El pr¨®ximo mayo est¨¢ prevista la realizaci¨®n de la rev¨¢lida y la mayor¨ªa de la comunidad educativa est¨¢ reclamando que tal prueba no se llegue a celebrar
Si los m¨¢s de 200 diputados con un mandato de cambio hubieran actuado con coherencia el pasado 4 de marzo, Pedro S¨¢nchez hubiera sido investido Presidente del Gobierno y la aplicaci¨®n de la ¡°Ley Wert¡± ya se habr¨ªa paralizado. Pero algunos no cumplieron con el mandato de las urnas, Rajoy sigue presidiendo el Gobierno y la ¡°Ley Wert¡± prosigue su aplicaci¨®n contra la voluntad de la mayor¨ªa de los espa?oles.
La ¡°Ley Wert¡± o LOMCE tiene el dudoso honor de ser una de las leyes educativas con mayor consenso en la comunidad educativa. Eso s¨ª, se trata de un consenso en contra. Todos los grupos parlamentarios a excepci¨®n del PP, los representantes de padres y madres, los docentes, los estudiantes y la mayor¨ªa de los gobiernos auton¨®micos se oponen claramente a esta ley, por segregadora, autoritaria y clerical.
Uno de los aspectos m¨¢s controvertidos de la ley es la obligaci¨®n que establece para recuperar la f¨®rmula vetusta de las rev¨¢lidas en varios tramos del itinerario educativo. El pr¨®ximo mes de mayo, precisamente, est¨¢ prevista la realizaci¨®n de la rev¨¢lida que la ley prev¨¦ en la finalizaci¨®n del sexto curso de la ense?anza primaria. Y la mayor¨ªa de la comunidad educativa est¨¢ reclamando que tal prueba no se llegue a celebrar.
Si el prop¨®sito real de esta prueba fuera detectar ¡°los desajustes que pudieran producirse en el progreso acad¨¦mico del alumnado¡± en la ense?anza primaria, tal y como establece la ley, ser¨ªa mucho m¨¢s l¨®gico realizar la evaluaci¨®n con anterioridad. ?Qu¨¦ sentido tiene obtener conclusiones sobre los fallos cometidos en la ense?anza primaria recibida por el alumnado cuando esta ha llegado a su fin y ya no caben acciones correctoras?
Si el objetivo fuera realmente el de comprobar el grado de adquisici¨®n de competencias por parte del alumnado, ser¨ªa m¨¢s eficaz confiar en la valoraci¨®n del profesorado que trabaja d¨ªa a d¨ªa con cada estudiante y conoce su evoluci¨®n a partir de cada situaci¨®n concreta de partida. ?C¨®mo puede confiarse una evaluaci¨®n realmente eficaz al resultado de una prueba a realizar en unos minutos antes que al diagn¨®stico que un profesional docente puede llevar a cabo durante meses?
Ahora bien, si de lo que se trata en realidad es de establecer nuevas pruebas selectivas a modo de vallas que el alumnado deba ir superando como si de una carrera de obst¨¢culos se tratara, sencillamente estamos ante un anacronismo pedag¨®gico. Y si de lo que se trata en verdad es de elaborar unos rankings competitivos para distinguir a unos centros educativos y estigmatizar a otros, sin tener en cuenta las condiciones y los contextos en los que hacen su trabajo, simplemente estamos ante una perspectiva ideol¨®gica rechazable por regresiva.
Las rev¨¢lidas de sexto de primaria que establece la LOMCE deben suprimirse adem¨¢s porque generan un estr¨¦s negativo e in¨²til entre unos estudiantes de muy corta edad, y porque muestran una desconfianza absurda e injusta hacia el profesional docente que ya eval¨²a a diario las dificultades y los progresos de cada uno de sus alumnos. Por otra parte, la previsi¨®n de esta prueba est¨¢ afectando negativamente a la planificaci¨®n del curso en los centros, porque insta a los profesionales a programar las ense?anzas priorizando el objetivo de un buen resultado en el examen sobre la atenci¨®n flexible e individualizada a las necesidades de cada alumno.
Las evaluaciones en general son positivas, porque ayudan a valorar el trabajo realizado, a detectar fallos y a aplicar soluciones. Y las evaluaciones externas tambi¨¦n pueden resultar de inter¨¦s, seg¨²n c¨®mo se utilicen sus conclusiones. Pero una cosa son las evaluaciones de diagn¨®stico y otra bien distinta las evaluaciones competitivas. Las primeras sirven para conocer y para mejorar. Las segundas solo sirven para crear problemas, de satisfacci¨®n dudosa para algunos, y de frustraci¨®n injusta para otros.
La rev¨¢lida de sexto est¨¢ obligando a las administraciones auton¨®micas a invertir un tiempo y unos recursos preciosos en una tarea equivocada. Ser¨ªa mucho m¨¢s razonable que se gastaran estos recursos en revertir algunos de los recortes aplicados por el Gobierno del PP sobre el sistema educativo: los 30.000 profesores despedidos o los 150.000 becarios perdidos, por ejemplo.
El Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados ya ha registrado una propuesta para requerir al Gobierno en funciones que paralice la aplicaci¨®n de la LOMCE. El Gobierno de Rajoy est¨¢ en funciones, pero puede y debe suspender los desarrollos m¨¢s negativos y contestados de su ley educativa, como la rev¨¢lida de sexto.
En cuanto el gobierno del cambio tome posesi¨®n, impulsar¨¢ un pacto social y pol¨ªtico para lograr una educaci¨®n con m¨¢s calidad y con m¨¢s equidad en nuestro pa¨ªs. Este es el reto.
Rafael Simancas es portavoz y Luz Mart¨ªnez es portavoz adjunta del Grupo Socialista en la Comisi¨®n de Educaci¨®n del Congreso de los Diputados.
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