Los narcos tambi¨¦n lloran
Con su papel de Pablo Escobar en la serie de Netflix, el brasile?o Wagner Moura ha encontrado un hueco entre Walter White y Tony Soprano. Pero ¨¦l prefiere ver antes al ser humano que al monstruo
Wagner Moura est¨¢ harto de que le pregunten por El Chapo Guzm¨¢n. El actor brasile?o, en pleno ascenso internacional por su papel de Pablo Escobar en Narcos, no deja de escuchar ese nombre durante la jornada promocional de Netflix dentro de los encuentros que organiza en Los ?ngeles la asociaci¨®n de cr¨ªticos de televisi¨®n estadounidense. Por eso, cuando se le nombra a ese otro capo de la droga medi¨¢tico, no puede evitar resoplar. "Estaba en la alfombra roja de los Globos de Oro y todo lo que nos preguntaban era sobre ¨¦l", explica a rega?adientes.
"No ten¨ªa ni idea de lo que estaba pasando, no hab¨ªa le¨ªdo el art¨ªculo de Sean Penn", cuenta sobre el famoso encuentro entre el actor y el criminal m¨¢s perseguido de M¨¦xico que qued¨® reflejado en la revista Rolling Stone. "No s¨¦ qu¨¦ decir, estoy tan sorprendido como cualquiera: ?una estrella de cine que entrevista a un narco?", se pregunta incr¨¦dulo. Incluso despu¨¦s de haberse metido en la piel de un tipo que para algunos alcanz¨® la categor¨ªa de semidi¨®s, mientras que para muchos otros era sencillamente un asesino de masas, a Moura le queda capacidad de asombro ante lo que puede dar de s¨ª la vida de un narcotraficante. O, si queremos seguir el hilo argumental de su serie, sobre lo mucho que la realidad y la ficci¨®n se pueden confundir en su continente, Am¨¦rica Latina.
Con el f¨ªsico rotundo que le ha exigido el papel de Escobar, para el que tuvo que engordar veinte kilos, la mirada baja y un tono de voz grave y reposado, Moura parece ajeno a toda la atenci¨®n que est¨¢ generando Narcos. Tambi¨¦n, incluso, a esa fascinaci¨®n por los tipos malos que desde hace a?os inunda la ficci¨®n televisiva. "No veo muchas series", se excusa. "Ni siquiera he visto Breaking bad. Debo ser el ¨²nico que queda en el mundo". ?l esgrime otros motivos para aceptar ponerse en la piel de un personaje que, m¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte, todav¨ªa es capaz de generar divisi¨®n en la sociedad colombiana. "Una de las razones por las que hice Narcos fue que me interesaba saber c¨®mo algo puede afectar tanto a mi pa¨ªs", explica con gesto serio, mientras le da vueltas a uno de los dos gruesos anillos de plata que lleva en sus dedos. "He aprendido mucho haciendo esta serie. Antes, ten¨ªa la idea de que la guerra contra las drogas era un fraude, algo que solo serv¨ªa para matar a gente pobre en los pa¨ªses en los que se producen esas sustancias; des- pu¨¦s de hacerla, tengo la certeza de que es as¨ª".
"Nunca quisimos hacer una serie sobre dos polic¨ªas cool es- tadounidenses"
Mientras que en Narcos muchos espectadores han sucumbido al encanto de lo perverso, Moura ha encontrado en el ¨²ltimo ¨¦xito de Netflix otros motivos de fascinaci¨®n. "Como latinoamericano", explica, "siempre me sent¨ª muy preocupado por respetar al m¨¢ximo la historia de Colombia. Y lo mismo por parte de todos los sudamericanos del equipo. Nunca quisimos hacer una serie sobre dos polic¨ªas cool estadounidenses que van a pa¨ªses de Am¨¦rica Latina a librar a la gente de los malos. Nada de eso". Por esa misma raz¨®n viaj¨® por su cuenta a Colombia dos meses antes del rodaje, para aprender espa?ol ¨Cpese a que su acento le ha valido algunas cr¨ªticas puntillosas¨C y sumergirse en la realidad del pa¨ªs. "Estudi¨¦ en la Universidad Bolivariana, ah¨ª es donde aprend¨ª espa?ol. Y visit¨¦ el barrio Pablo Escobar", explica sobre esa zona de Medell¨ªn en la que 'el patr¨®n' todav¨ªa es venerado como un santo. "La gente fue muy amable conmigo, pero por supuesto no les cont¨¦ que estaba all¨ª para prepararme ese papel: se hubieran re¨ªdo en mi cara. Solo dije que era un estudiante brasile?o, lo cual era verdad".
Un estudiante brasile?o con predilecci¨®n por los personajes que traspasan continuamente los l¨ªmites entre el bien y el mal, habr¨ªa que a?adir. Antes de ser Escobar, el mundo conoci¨® a Wagner Moura como el Capit¨¢n Roberto Nascimento, protagonista de las dos partes de Tropa de ¨¦lite, una de las sagas m¨¢s taquilleras de la historia del cine de su pa¨ªs. Un personaje en el otro lado de la lucha de Narcos (un batall¨®n especial ¨Ce hiperviolento- de la polic¨ªa brasile?a) pero con una ambig¨¹edad moral que no le hace tan distinto de un criminal. "Para m¨ª no tiene ning¨²n sentido interpretar un personaje de Disney, igual que tampoco a alguien del tipo 'soy malo, muy, muy malo", dice poniendo una voz perversa y c¨®mica al mismo tiempo.
"Con este papel, y tambi¨¦n con el de Tropa de ¨¦lite, me he tenido que enfrentar a preguntas del tipo: '?C¨®mo puedes interpretar as¨ª a este t¨ªo? ?C¨®mo puedes hacer que a veces parezca una persona agradable?'. Est¨¢ claro que era una mala persona, un criminal responsable de much¨ªsimos actos terribles, pero estoy seguro de que tambi¨¦n era un ser humano, igual que lo es El Chapo Guzm¨¢n, o que lo era Osama Bin Laden. Hace diez a?os hice una pel¨ªcula en una c¨¢rcel de Brasil, Carandiru, dirigida por H¨¦ctor Babenco. Yo era un actor muy joven y ten¨ªa que ir a esa c¨¢rcel para intentar saber c¨®mo era la gente que estaba encerrada all¨ª, y estaba un poco agobiado. Pero me di cuenta de que eran como nosotros; eran gente. Por supuesto, algunos han decidido estar fuera de la ley y han cometido cr¨ªmenes terribles, pero siguen siendo humanos".
Mucho se ha escrito en los ¨²ltimos tiempos sobre esa tendencia a humanizar a personajes como Escobar. Adem¨¢s de la riqueza interpretativa que generan papeles como el suyo, ?es l¨ªcito normalizar a alguien capaz de colocar bombas en edificios p¨²blico y aviones? Pero, como muchas otras cosas en una realidad hostil como la colombiana, es dif¨ªcil establecer una l¨ªnea divisoria. "Yo no veo a Pablo como a un Robin Hood", intenta aclarar Moura, "pero no puedo culpar a la gente que lo ve as¨ª. No solo ¨¦l, sino muchos otros narcos en Latinoam¨¦rica, se ocupan de un espacio del que deber¨ªa ocuparse el estado. Las personas que viven en una zona pobre donde no hay colegios, ni hospitales, ni libros, ni parques para que jueguen los ni?os, la ¨²nica cara del estado que ven es la de la polic¨ªa, que act¨²a con mucha violencia contra ellos. Por eso no puedo culpar a nadie que est¨¦ en esas condiciones y, de repente, llegue alguien y le diga 'toma, una casa para ti'. Yo tambi¨¦n estar¨ªa agradecido. Pero creo que en Colombia saben muy bien c¨®mo era Escobar, y lo que le hizo a su pa¨ªs".
"Escobar era un criminal, pero seguro que tambi¨¦n era humano"
Monstruo o humano, Moura se siente muy satisfecho del papel que, parece, le va a lanzar internacionalmente. "No solo del personaje", puntualiza, "sino de la serie, del trabajo que hemos hecho todos. Es diferente, original. Y yo me he esforzado mucho con ¨¦l. Yo era un chico brasile?o flaquito que no hablaba espa?ol. Los brasile?os a veces no nos sentimos latinoamericanos, aunque suene raro. Pero en Colombia nunca me sent¨ª como un extranjero. Colombia y Brasil tienen muchas cosas en com¨²n, una historia similar, un pasado de esclavitud, la manera en la que las ¨¦lites controlan el poder... El solo hecho de estar trabajando all¨ª, con actores de Colombia, de M¨¦xico o de Chile, fue muy importante para m¨ª, porque por primera vez sent¨ª que pertenec¨ªa a ese lugar, que esa era tambi¨¦n mi historia. Que no soy solo brasile?o, sino tambi¨¦n latinoamericano. Creo que he conseguido algo de lo que me siento orgulloso".
Ahora le espera una segunda temporada de Narcos que ya se encuentra en fase de rodaje, y en la que Escobar tendr¨¢ que enfrentarse a una situaci¨®n muy diferente a la de sus a?os de opulencia. "Los siguientes cap¨ªtulos tratan sobre Pablo y su huida", adelanta el actor. "Ahora su prioridad ser¨¢ proteger a los suyos. Es su gente contra el mundo. Y tambi¨¦n tratar¨¢ de c¨®mo intentan ser una familia normal en medio de todo eso. Va a ser un poco como el reverso de la primera temporada: ahora los polic¨ªas son los malos".
Un par de horas despu¨¦s de nuestro encuentro, el actor se sienta junto a sus compa?eros de reparto Boyd Holbrook y Pedro Pascal ¡ªsus perseguidores gringos de la DEA¡ª, para enfrentarse a las cuestiones de la prensa televisiva. Primera pregunta: "?Qui¨¦n de todos vosotros ha hablado con Sean Penn?". Esta vez no resopla: "Est¨¢ ah¨ª detr¨¢s, esperando".
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