Saltamontes
Si llega un momento en que todo te da igual, que crees que tu protesta no servir¨¢ de nada, ser¨¢s viejo aunque tengas 30 a?os
Escucha, peque?o saltamontes: cuando seas muy mayor llegar¨¢ un d¨ªa en que dejar¨¢s de cumplir a?os. Te dar¨¢ igual tener 70 que 80. A esa edad solo cumplir¨¢s estados de ¨¢nimo, periodos de salud o de enfermedad. Estar bien o sentirte mal ser¨¢ el ¨²nico dilema, de modo que los an¨¢lisis y radiograf¨ªas tendr¨¢n mucha m¨¢s importancia que el n¨²mero de tacos de almanaque que lleves a la espalda. La vejez es, sin duda, una tragedia irreversible, pero solo algunos seres privilegiados son capaces de convertirla en una obra de arte. Atiende, peque?o saltamontes, a lo que pasa en la mesa. Si lo m¨¢s dulce se guarda para el final, tambi¨¦n puede suceder lo mismo en el postre de la vida. El deterioro f¨ªsico siempre se produce por partes, cada ¨®rgano por separado, nunca acontece un fracaso conjunto y total, salvo que decidas acabar por ti mismo o te des con el coche un le?azo contra un chopo. Hay dos formas de envejecer: de dentro afuera y de fuera adentro. Esta ¨²ltima modalidad es la m¨¢s evidente: la carne fl¨¢cida, la linfa acuosa en la mirada, el color ceniciento de la piel, las articulaciones anquilosadas. Tratar¨¦ de ahorrarte, peque?o saltamontes, todas las miserias que van sucediendo en el interior del cuerpo a partir de una edad, el bulto sospechoso que germina por aqu¨ª o por all¨¢, la sombra en el pulm¨®n, el veredicto infame del TAC. Pero con ser eso muy grave, es menos pat¨¦tico que envejecer lentamente de dentro afuera. Si llega un momento en que todo te da igual, que tragas con ruedas de molino con tal de que no te molesten, que crees que tu protesta o coraje no servir¨¢ de nada, ser¨¢s viejo por dentro aunque tengas 30 a?os. El alzh¨¦imer no consiste en perder la memoria, sino en no recordar que la has perdido. Olvidar los sue?os que en un momento de la vida te hicieron fuerte ser¨¢ la prueba m¨¢s evidente de tu demencia senil.
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