Nuestro miedo a ser libres
Rescatamos a Wilhelm Reich y sus sabias reflexiones sobre la sexualidad
Nunca est¨¢ de m¨¢s rescatar del olvido a Wilhelm Reich (Ucrania, 1897-Estados Unidos, 1957), a quien debemos ¨Cespecialmente las mujeres¨C sabias reflexiones sobre nuestra sexualidad: m¨¦dico ante todo, puesto que su objetivo fue siempre el alivio del sufrimiento humano, fue el primero en reivindicar una vida sexual sana como terapia para conseguir la felicidad.
Las teor¨ªas de Reich parten de la afirmaci¨®n de que la represi¨®n sexual, fruto de nuestro miedo a ser libres y felices, nos ha hecho perder el contacto con nuestra propia naturaleza animal, minimizando la capacidad humana para experimentar el placer en toda su dimensi¨®n.
DIFUSI?N DE FANZINE
¡®?Escucha, hombrecillo! Discurso sobre la mediocridad¡¯ es un op¨²sculo de car¨¢cter subversivo escrito en 1945 sin intenci¨®n de ser publicado, pero con vocaci¨®n de ser difundido a los cuatro vientos. De hecho, circul¨® por las universidades europeas y americanas de los a?os sesenta y setenta en ediciones pirata, como un fanzine. La Linterna Sorda recupera el texto m¨¢s le¨ªdo de Reich, que estaba descatalogado desde hace m¨¢s de 30 a?os, con las ilustraciones originales de William Steig.
Se le llam¨®, con car¨¢cter peyorativo, el profeta del buen orgasmo, cuando en realidad lo fue del amor libre, entendiendo este concepto en un sentido literal y no como la pantomima en que luego ha derivado y que desvincula el sexo del afecto y la ternura. Para Reich, la sexualidad plena no era sin¨®nimo de coito, sino de abandono y ¨¦xtasis en el acto del amor. Era, pues, contrario a la pornograf¨ªa, s¨ªntoma de una sexualidad alienante, mercantilizada y ajena al goce natural y libre.
Psicoanalista y marxista, se le considera precursor de la escuela de Fr¨¢ncfort ¨CFromm, Marcuse, Adorno, Foucault, Hannah Arendt y Simone Weil se cuentan entre sus admiradores¨C y de otros ide¨®logos que preconizan la vida buena (no confundir con la buena vida). La influencia de su discurso es patente entre los beatniks, en el movimiento underground y en muchos de los grafitis que populariz¨® el Mayo Franc¨¦s. Fue pionero tambi¨¦n para naturistas y ecologistas. Como cient¨ªfico, el trabajo de Reich fue el punto de partida para el informe Kinsey y el de Masters y Johnson (s¨ª, los mismos de la serie Masters of Sex).
Su heterodoxia fue perseguida tanto en la Alemania nazi como en la Am¨¦rica del macartismo, donde destruyeron sus manuscritos y fue condenado a dos a?os de prisi¨®n, falleciendo en extra?as circunstancias dos d¨ªas antes de finalizar su condena en un penal de Pensilvania.
A pesar de haber firmado antes 12 libros y 150 art¨ªculos, ?Escucha, hombrecillo! es, sin duda, su obra m¨¢s le¨ªda. Posiblemente porque est¨¢ repleta de esl¨®ganes que conducen a una ¨²nica verdad incuestionable: solo una cosa importa, vivir una vida buena y feliz.
elpaissemanal@elpais.com
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