Lobos, un aut¨¦ntico lujo

La ignorancia ha provocado grandes desequilibrios en los ecosistemas ib¨¦ricos, y adem¨¢s nos sale muy cara. Se ha construido en cauces de r¨ªos o en primera l¨ªnea de playa, y todos los a?os vemos lo que pasa. Tambi¨¦n se repoblaron ampl¨ªsimas extensiones con pinos y eucaliptos o se dejaron de pastorear enormes superficies que luego arden cada a?o. Otro tanto pas¨® con los linces. Se les calific¨® de ¡°alima?as¡± y se permiti¨® su caza; ahora cada lince que logramos reproducir nos cuesta cifras astron¨®micas. Con el oso pas¨® igual, pero hoy ya nadie se atreve a cazar uno, y si lo hace va a la c¨¢rcel. Sin embargo, se siguen cazando lobos. Llegados a un nivel en la Administraci¨®n ya no se puede hablar de ignorancia. La p¨¦rdida de grandes carn¨ªvoros da?a los ecosistemas; ellos controlan jabal¨ªes y corzos sin coste y con mucho criterio. Los ganaderos y cazadores responsables e inteligentes prefieren que haya lobos a que no los haya. Tener lobos es un aut¨¦ntico lujo. Igual que linces y osos. La Administraci¨®n y la sociedad deben activar la inteligencia colectiva para conservarlos. Lobo protegido. Lobo vivo.¡ª Fernando Prieto.