Bienvenidos sean los refugiados
Los pa¨ªses europeos no tienen futuro sin una creciente inmigraci¨®n de pa¨ªses pobres o emergentes, dado el creciente envejecimiento de sus poblaciones. Hasta el a?o 2064 Espa?a, donde el problema es m¨¢s grave, perder¨¢ seis millones de habitantes
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En muchos de los pa¨ªses pobres y emergentes de origen migratorio, los sistemas educativos son limitados, por lo que son las mismas familias las que detectan qui¨¦n es el m¨¢s inteligente o el m¨¢s emprendedor y, como es l¨®gico, apuestan todos por ¨¦l para que intente sacarles de la pobreza logrando un empleo en otro pa¨ªs, si no ha podido conseguirlo o lo ha perdido en el suyo. Si el que emigra proviene de un pa¨ªs tradicional de emigraci¨®n sabe que siempre puede encontrar un familiar o amigo en su destino que le acoja y le oriente.
Asimismo, no podemos olvidar que no hace mucho tiempo (en los a?os cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo pasado) muchos espa?oles tuvieron que emigrar a Am¨¦rica del Sur y al resto de Europa. Lo hac¨ªan, bien para evitar una dura persecuci¨®n pol¨ªtica e ideol¨®gica, bien para poder encontrar trabajo fuera de una Espa?a empobrecida, tras la horrible Guerra Civil y sus persecuciones posteriores, cobr¨¢ndose muchas vidas. Pero tambi¨¦n por sufrir una situaci¨®n de aislamiento internacional, en la que casi no llegaba ayuda del extranjero.
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Los llamados hoy refugiados son otro tipo m¨¢s de emigrantes forzosos que han sido obligados a hacerlo por peligrar sus vidas a causa de la violencia, la dictadura o la guerra y hoy, lo que es peor, por poseer o pertenecer a una determinada corriente religiosa. Es con ellos con quien hay que tener una mayor capacidad de compasi¨®n y de aceptaci¨®n, especialmente en todos aquellos pa¨ªses que ya sufrieron experiencias semejantes, como la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses de Europa.
Muchos espa?oles desempleados se preguntar¨¢n ?por qu¨¦ hay que admitir a refugiados extranjeros que compiten por nuestros puestos de trabajo, siendo nuestra tasa de desempleo tan elevada y, m¨¢s a¨²n, proviniendo de una guerra religiosa en el extranjero entre sun¨ªes y chi¨ªes? Pues porque ellos ser¨¢n los que van a pagar sus pensiones.
Tampoco hay que olvidar que otra terrible guerra religiosa tambi¨¦n ocurri¨® en Europa entre cat¨®licos y protestantes, durante la larga Guerra de los 30 a?os (1618-1648). Seg¨²n el historiador brit¨¢nico David Norman (1996), murieron ocho millones de personas, incluidos muchos civiles, de una poblaci¨®n total europea de 110 millones, que dej¨® asolada toda Europa, especialmente a Alemania, que perdi¨® m¨¢s de un 10% de su poblaci¨®n.
La edad de jubilaci¨®n es la misma que en 1919, cuando la esperanza de vida era de 33 a?os
Es interesante comparar las fechas de ambas grandes guerras de religi¨®n. La Guerra de los 30 a?os, entre cat¨®licos y protestantes, tuvo lugar 1.600 a?os despu¨¦s del nacimiento de Jesucristo, en el a?o 1 de la era cristiana. La actual guerra, entre sun¨ªes y chi¨ªes, que empez¨® en Irak, en 2005, tiene lugar 1485 a?os despu¨¦s del nacimiento de Mahoma en el a?o 520 (de la era cristiana) en La Meca. Una diferencia de 115 a?os.
Como ha se?alado The Economist (12-12-2015), el volumen de refugiados es enorme, el mayor desde la II Guerra Mundial. Pero son gentes muy j¨®venes que vienen a una Europa que es la regi¨®n m¨¢s envejecida del mundo, despu¨¦s de Jap¨®n. Su edad media es de 23 a?os, la mitad de la edad media de Alemania, que es el pa¨ªs m¨¢s envejecido de Europa, seguido de Italia y de Espa?a. Adem¨¢s, el 82% de los refugiados tiene menos de 34 a?os y bastantes tienen educaci¨®n secundaria e incluso universitaria.
Europa, y sobre todo Espa?a, no tienen futuro alguno en el mundo sin una creciente inmigraci¨®n de pa¨ªses pobres o emergentes, dado el creciente envejecimiento de sus poblaciones y la enorme ca¨ªda de sus tasas de natalidad.
El informe m¨¢s reciente de la Comisi¨®n Europea (2015) estima que en la UE el envejecimiento de la poblaci¨®n aumentar¨¢ y el empleo caer¨¢ ininterrumpidamente entre 2010 y 2060, suponiendo que el crecimiento potencial se mantenga constante (ir¨¢ decayendo irremediablemente). La contribuci¨®n al crecimiento del factor trabajo aumentar¨¢ hasta 2020, pero ser¨¢ negativa en los siguientes 40 a?os. La poblaci¨®n en edad de trabajar (20-64) est¨¢ cayendo ya desde 2010, y caer¨¢ de 310 millones en 2010 a 260 millones en 2060 ¡ª50 millones menos¡ª, pudiendo producir la quiebra de los sistemas de pensiones de los Estados miembros de la UE.
En empleo total (20-64) caer¨¢ de 210 millones en 2010 a 200 millones en 2060, y el trabajo contribuir¨¢ negativamente al crecimiento, en un 0,1% anual, hasta 2060.
No debemos olvidar que a mediados del siglo pasado muchos espa?oles tuvieron que emigrar
En Espa?a, las ¨²ltimas proyecciones del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (octubre de 2014) muestran que el problema del envejecimiento es todav¨ªa mucho m¨¢s problem¨¢tico que en la UE, ya que la ca¨ªda de su poblaci¨®n empez¨® ya en 2012. En los pr¨®ximos 15 a?os caer¨¢ un 2,2% del total, es decir, 1,022 millones. En los siguientes 50 a?os, hasta 2064, otros 5,6 millones, cayendo un 12,1%, de 46,8 millones en 2012 a 40,8 millones en 2064.
El n¨²mero de nacimientos empez¨® a caer ya en 2009 y en 2029 habr¨¢n descendido en 298.202, un 27,1% menos. El n¨²mero de nacimientos por mujer f¨¦rtil caer¨¢ hasta 1,22, cuando la tasa de reposici¨®n de la poblaci¨®n es de 2,1 hijos por mujer f¨¦rtil. La edad media de maternidad, que hoy es de 31,7 a?os, subir¨¢ hasta 33 a?os en 2064 y el n¨²mero de mujeres en edad f¨¦rtil (entre 15 y 49 a?os) caer¨¢ 4,3 millones.
La esperanza de vida al nacer, que hoy es de 80 a?os para los varones y de 85,7 a?os para las mujeres, ser¨ªa, en 2064, de 91 a?os para los varones y de 94,3 a?os para las mujeres. Y a los 65 a?os ser¨ªa de 27,37 a?os para los varones (92,37 a?os) y de 30,77 a?os para las mujeres (95,77 a?os).
A partir de 2015, las defunciones superar¨¢n a los nacimientos. Asimismo, tras la Gran Crisis, los flujos anuales de emigraci¨®n son ya superiores a los de inmigraci¨®n, pero esta tendencia se invertir¨ªa a partir de 2021.
La poblaci¨®n mayor de 65 a?os que hoy es el 18,2% pasar¨ªa a ser el 38,7% en 2064 y la tasa de dependencia (es decir, el n¨²mero de mayores de 64 a?os respecto del n¨²mero de menores de 16 a?os) llegar¨ªa a ser del 95,6%; es decir, cada joven en edad de trabajar tendr¨ªa que mantener pr¨¢cticamente a cada jubilado. Por ¨²ltimo, en Espa?a se estableci¨® la edad de jubilaci¨®n a los 65 a?os en 1919 con la Ley del Retiro Obrero, gobernando Antonio Maura, cuando la esperanza de vida al nacer era de 33 a?os. Hoy la edad de jubilaci¨®n sigue siendo a los 65 a?os (a los 64 a?os es la edad real), cuando la esperanza de vida al nacer es de 82 a?os. Estamos todos locos.
Guillermo de la Dehesa es presidente honorario del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres.
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