Las mujeres desastrosas salvan la comedia rom¨¢ntica
Zoe Kazan, Rachel Bloom, Aya Cash, Jenny Slate y Gillian Jacobs han convertido este g¨¦nero en un despertar feminista
No lloriquean con las fotos de gatitos, no son patosas y adorables, ni tienen un gusto depurado por la m¨²sica indie. No encajan en el clich¨¦ de "chica mona", y aunque desear¨ªan encontrar el amor, no van por ah¨ª siendo neur¨®ticas a la caza del melanc¨®lico enamoradizo de turno. Son las actrices Zoe Kazan, Rachel Bloom, Aya Cash, Jenny Slate y Gillian Jacobs, protagonistas de la nueva ola de comedia rom¨¢ntica que ha subvertido los valores de un g¨¦nero dominado desde hace a?os por actrices como Zooey Deschanel (en 500 d¨ªas juntos) o Kristen Dunst (en Elizabethtown), popularmente conocidas como Manic Pixie Dream Girl.
La repercusi¨®n de este tipo de mujer era tan honda, que el pasado a?o el Diccionario de Oxford incluy¨® esta expresi¨®n, un cruce entre el hada man¨ªaca y la chica de tus sue?os. Tomaban como herencia las actitudes de la Marilyn Monroe de Con faldas y a lo loco, o la Jeanne Moreau de Jules et Jim, construyendo un arquetipo femenino caracterizado por su espontaneidad, dulzura y atolondramiento. El cr¨ªtico Nathan Rubin acu?¨® el t¨¦rmino en 2007, describi¨¦ndolas como "criaturas burbujeantes, superficiales, cinematogr¨¢ficas, que solo existen en la imaginaci¨®n febril de sensibles escritores y directores para ense?ar a los j¨®venes intensos a abrazar la vida y sus infinitos misterios y aventuras".
Aunque proliferaban las cintas que replicaban un modelo que parec¨ªa llamado a perdurar, la Manic Pixie Dream Girl ha muerto. Lo ha hecho a manos de un grupo de actrices y creadoras de la misma generaci¨®n, que han conseguido que la comedia rom¨¢ntica viva una suerte de despertar feminista. Una revoluci¨®n que empez¨® a hornearse en la esfera independiente, pero que ya ha tomado posiciones en Hollywood, impugnando el ideal de chica entra?able concebida para cumplir los sue?os e intereses rom¨¢nticos del hombre.
El primer golpe lo dio Zoe Kazan con la cinta Ruby Sparks, que escribi¨® y protagoniz¨®. En ella, el personaje principal dinamita la imagen de la ninfa idealizada, dibujando una mujer multidimensional que no es un instrumento del protagonista masculino y tiene entidad propia al margen de ¨¦l. Tras la primera gota estall¨® la tormenta y ahora un buen n¨²mero de comedias rom¨¢nticas inundan la peque?a y la gran pantalla, rechazando expl¨ªcitamente las inercias de la Manic Pixie Dream Girl y constatando su defunci¨®n. Buen ejemplo son series como You're the Worst, Crazy Ex-girlfriend, Obvious Child o Unreal; y la m¨¢s reciente Love. Producida por Judd Apatow, narra las desventuras de una treinta?era al l¨ªmite interpretada por Gillian Jacobs, que se ha convertido en cabecilla del movimiento que ha reinventado el g¨¦nero con un nuevo lenguaje. Impulsadas y apoyadas por figuras como Lena Dunham y Amy Schumer, aportan grandes dosis de reivindicaci¨®n y realidad a la comedia rom¨¢ntica, sin perder su can¨®nico esquema del ?chico conoce chica?.
La f¨®rmula ha sido crear mujeres reales, poli¨¦dricas. Desastrosas sentimentalmente (?c¨®mo, sino, estallar¨ªa la trama?), pero no incapacitadas para ser tambi¨¦n c¨ªnicas, ¨¢cidas, sat¨ªricas e incluso escatol¨®gicas. La evoluci¨®n de la criatura a la mujer. Personajes que abordan abiertamente temas como el aborto o el hast¨ªo profesional, sin perder la comicidad ni caer en sobados clich¨¦s. Su pujanza est¨¢ tan acreditada que en EE UU ya han sido bautizadas: Zoe Kazan, Rachel Bloom, Aya Cash, Jenny Slate o Gillian Jacobs son las Manic Pixie Jerk Girls, algo as¨ª como desastres humanos. Precisamente lo que demandaba el cr¨ªtico Rubin cuando pidi¨® disculpas por haber acu?ado el t¨¦rmino de Manic Pixies, ahora en retroceso: "Intentemos escribir mejores personajes femeninos, m¨¢s ricos, matizados y multidimensionales: mujeres con vidas interiores, emociones y autonom¨ªa total".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.