Marco Rubio quiere ser un ¡°ciudadano privado¡±
El senador de Florida cambia de vida tras su derrota ante Trump en la carrera republicana
El senador de Florida Marco Rubio se cay¨® de la carrera presidencial republicana tras perder de forma dolorosa en su Estado ante el magnate Donald Trump. Desde entonces, las especulaciones sobre su futuro se han multiplicado. ?Qu¨¦ va a hacer a partir de ahora? Pocos d¨ªas despu¨¦s de su derrota, el joven senador de origen cubano volvi¨® a su actividad al Senado de Estados Unidos para aparentar cierta normalidad. Neg¨® que pueda unirse a alguno de los candidatos que a¨²n quedan en liza para aspirar a ser vicepresidente de Estados Unidos, rechaz¨® tambi¨¦n que vaya a pugnar por ser gobernador de Florida y dio por seguro que a partir de enero ser¨¢ un ¡°ciudadano privado¡± m¨¢s.
Si esta opci¨®n se confirma ser¨¢ un cambio radical en la carrera de un hombre de 44 a?os que lleva casi dos d¨¦cadas en pol¨ªtica y cuya experiencia laboral en el sector privado se limita a una breve etapa en un despacho de abogados. Un paso muy duro para quien era considerado el candidato republicano id¨®neo para el inicio del siglo XXI: un conservador ortodoxo, respetuoso con los valores tradicionales del partido, y que sumaba cualidades propias, como su elocuencia, su encanto personal, su procedencia hispana y la simbolizaci¨®n del sue?o americano (su padre fue camarero, y su madre, sirvienta).
Cuando Rubio present¨® su candidatura para competir en la carrera presidencial de Estados Unidos de 2016, algunos amigos le dijeron que esperase, pero la ambici¨®n del senador pudo m¨¢s que estos consejos. Nadie contaba entonces con Donald Trump, que ha roto todos los pron¨®sticos con sus posiciones populistas y demagogas. Esos amigos creen que, efectivamente, Marco Rubio optar¨¢ por ser un ¡°ciudadano privado¡± m¨¢s. Pero, de la misma manera, est¨¢n convencidos de que alg¨²n d¨ªa volver¨¢ a la actividad que m¨¢s le gusta y que intentar¨¢ por segunda vez aspirar a la presidencia de Estados Unidos. All¨¢ por 2020, cuando, esperemos, el fen¨®meno Trump se haya disuelto y su recuerdo solo sea una pesadilla.
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