Acabar con el rencor
Las soluciones que reclama hoy con urgencia Madrid no est¨¢n escondidas en los s¨ªmbolos de ayer
En la exposici¨®n de motivos de la Ley de la Memoria Hist¨®rica de 2007 se apunta, a prop¨®sito de los s¨ªmbolos p¨²blicos, que los ciudadanos tienen derecho a que sean ¡°ocasi¨®n de encuentro y no de enfrentamiento, ofensa o agravio¡±. Ese era el esp¨ªritu: incorporar a las v¨ªctimas de la Guerra Civil y la dictadura que no se hab¨ªan terminado de sentir integradas en la reconciliaci¨®n que propici¨® la Constituci¨®n de 1978. Por eso dedicaba una especial atenci¨®n a las fosas donde hab¨ªan quedado ocultos muchos de los cr¨ªmenes del bando vencedor e instaba a las Administraciones P¨²blicas a colaborar para que los familiares pudieran recuperar los restos de sus seres queridos e iniciar un duelo largamente aplazado. Lo que se propon¨ªa en la ley era ¡°contribuir a cerrar heridas todav¨ªa abiertas en los espa?oles¡±; su mensaje era de reconciliaci¨®n, no de rencor.
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No todos lo entendieron as¨ª, y la historia de su aplicaci¨®n est¨¢ jalonada de desencuentros, broncas, chapuzas de toda ¨ªndole y, lo que es peor, una grotesca escenificaci¨®n de las viejas diferencias que enconaron el conflicto entre espa?oles que se desat¨® tras el golpe militar de julio de 1936. Las iniciativas tomadas en el Ayuntamiento de Madrid, amparadas en esa ley, y que condujeron a lamentables resultados ¡ªla retirada y posterior recolocaci¨®n de una l¨¢pida que conmemoraba el fusilamiento de ocho monjas carmelitas es un ejemplo¡ª, han llevado a la alcaldesa, Manuela Carmena, a apartar a Celia Mayer, concejal de Cultura, de la gesti¨®n de la Memoria Hist¨®rica.
Es una buena decisi¨®n, igual que el nombramiento de Paca Sauquillo, una veterana que sabr¨¢ qui¨¦nes fueron Miguel Mihura, Jardiel Poncela y Joaqu¨ªn Turina. Volver al pasado para recuperarlo como arma arrojadiza contra los enemigos del presente no es el mejor camino si se quieren cerrar heridas. Es, adem¨¢s, un gesto de impotencia: las soluciones que reclama hoy con urgencia Madrid no est¨¢n escondidas en los s¨ªmbolos de ayer.
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