Salvar vidas

Militares y personal humanitario realizan a diario en los contextos m¨¢s peligrosos del planeta labores encaminadas a salvar vidas y proteger civiles. No siempre somos conscientes de la importancia de su trabajo en el d¨ªa a d¨ªa de nuestras realidades nacionales.

En las ¨²ltimas d¨¦cadas, las misiones de paz de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU) u otras presencias con componentes militares, junto con agencias de la ONU como UNICEF, ACNUR o Programa Mundial de Alimentos y m¨²ltiples ONG, han salvado muchas vidas en contextos de desastre natural o de conflicto, protegiendo a civiles de las m¨¢s grandes atrocidades y ayudando a m¨²ltiples pa¨ªses en sus esfuerzos por retomar la senda de la paz y la reconciliaci¨®n, junto con otros muchos actores.

Militares y humanitarios trabajan cada d¨ªa para que la ayuda a las v¨ªctimas llegue a las zonas m¨¢s remotas y peligrosas del planeta. Ambos son componentes esenciales de las llamadas presencias integradas de Naciones Unidas en Sud¨¢n de Sur, Mal¨ª, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo o Rep¨²blica Centroafricana; es decir, en aquellos pa¨ªses donde junto con una misi¨®n de paz del departamento de operaciones para el mantenimiento de la paz de Naciones Unidas existe tambi¨¦n una presencia humanitaria compuesta por agencias de la ONU que, frecuentemente, llevan presentes en estos pa¨ªses, junto con ONG, desde mucho antes del despliegue de las misiones de paz.

En las crisis precitadas, as¨ª como en otras como Somalia, N¨ªger, Siria o Yemen, personal de la ONU y ONG llevan ayuda y protegen a civiles respetando los principios de humanidad, neutralidad e imparcialidad y preservando su espacio humanitario. En el caso de las presencias integradas, aquel puede verse comprometido por la presencia de la misi¨®n de paz dado su rol pol¨ªtico, de seguridad y de mantenimiento de la paz.

En estos contextos cada vez m¨¢s complejos, dada la proliferaci¨®n del terrorismo, y desde un claro entendimiento de los mandatos respectivos de los diferentes actores, el di¨¢logo entre militares y humanitarios para coordinarse y operar de manera segura es un elemento clave del ¨¦xito y para evitar da?os colaterales.

Cuando la misi¨®n de paz puede ser objetivo yihadista, las opciones civiles deben ser consideradas antes que el apoyo militar

Una asociaci¨®n visible entre militares y humanitarios en contextos donde la misi¨®n de paz puede ser objetivo de yihadistas, por ejemplo, puede poner en peligro tanto al personal humanitario y a los convoyes de ayuda como a los beneficiarios. Por este motivo, decisiones relacionadas con el uso de escoltas armadas para convoyes, uso conjunto de oficinas o espacios de alojamiento u otro tipo de bienes y servicios de la misi¨®n de paz deben ser cuidadosamente calibradas seg¨²n el principio de ¨²ltimo recurso; es decir, las opciones civiles deben ser consideradas previamente a recurrir al uso de apoyo de naturaleza militar.

Este mismo principio se aplica a la participaci¨®n de militares en actividades humanitarias, indicando la preferencia de que los militares den prioridad a la reconstrucci¨®n de infraestructuras en estos contextos, por encima de participar directa o indirectamente en el reparto de la ayuda. Lo mismo se aplicar¨ªa a los proyectos de impacto r¨¢pido, como la r¨¢pida reconstrucci¨®n de infraestructuras da?adas por un conflicto.

En otros contextos donde la conflictividad es m¨ªnima, la parte del espectro de la coordinaci¨®n c¨ªvico-militar humanitaria donde nos encontrar¨ªamos ser¨ªa la de cooperaci¨®n, en lugar de la de coexistencia, y por tanto lo preferible es una coordinaci¨®n abierta y visible en estos casos, normalmente, en contextos de desastres naturales (terremotos de Nepal y Hait¨ª, tif¨®n de Filipinas¡­) Humanitarios y militares calibran la manera m¨¢s apropiada de compartir informaci¨®n, relacionarse y repartirse tareas.

Los militares que participan en las respuestas a desastres naturales o los llamados cascos azules de la ONU son integrantes de nuestros ej¨¦rcitos. Humanitarios y militares se preparan constantemente para salvar vidas, con frecuencia a trav¨¦s de entrenamientos conjuntos, a veces arriesgando la suya propia. J¨®venes de todo el mundo deben conocer de estas diferentes opciones profesionales para poder formarse y trabajar en ello, sea como militares o como personal humanitario.

Por ello es esencial conocer las tareas relacionadas con la protecci¨®n y asistencia a los m¨¢s vulnerables realizadas diariamente por militares y humanitarios en m¨²ltiples rincones del planeta, superando clich¨¦s y concepciones que no reflejan la riqueza de la realidad y el valor de su trabajo.

Mar¨ªa Fuentenebro ha sido oficial de Naciones Unidas en la Oficina de Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios.