'Salidas de madre'
Tener hijos te cambia la vida, al menos en el ¨¢mbito de las salidas de ocio. Incurrir en la imprudencia no es lo habitual
El pasado domingo, dos polic¨ªas nacionales encontraron a un ni?o de seis a?os llorando de fr¨ªo en el interior de un coche mal aparcado en Madrid. Localizaron a sus padres y los encontraron, cada uno por un lado, borrachos perdidos. Hab¨ªan abandonado al ni?o en el coche para salir de copas. Antes de ser detenidos por un delito de abandono de menores, los padres se mostraron nerviosos, pero no por el abandono ¨Cno preguntaron en ning¨²n momento por el cr¨ªo, nos contaba Francisco Javier Barroso-, sino por el l¨ªo policial que se hab¨ªa montado, cre¨ªan, porque el coche estaba mal aparcado. Para m¨¢s inri, la madre, al aparecer, tambale¨¢ndose y sin casi poder articular palabra, dijo que el ni?o estaba acostumbrado porque lo hac¨ªan habitualmente.
Evidentemente, se trata de un caso extremo, a mi juicio de una irresponsabilidad tal que deber¨ªa ser algo m¨¢s que delictiva. Tener hijos te cambia la vida, de eso no hay duda; que no sea as¨ª, al menos en el ¨¢mbito de las salidas de ocio, implica, o una infraestructura muy bien montada de canguros, abuelos o lo que sea o, como el caso descrito, incurrir en la imprudencia. No es lo habitual.
Lo que s¨ª es com¨²n es que los padres renuncien a la mayor¨ªa de sus salidas o a tiempo para estar a solas. Comento el tema con varios conocidos. Una compa?era me cuenta que la primera vez que se permiti¨® un fin de semana a solas con su pareja fue cuando sus hijos ten¨ªan un a?o y dos meses y m¨¢s de dos a?os y medio. Es decir, pasaron m¨¢s de dos a?os y medio desde que naci¨® su hijo mayor hasta que pudieron dedicarse un fin semana. Solo dos d¨ªas ¨Cnunca dej¨® a los ni?os por m¨¢s tiempo- y con la mano en el m¨®vil, porque ella se sent¨ªa mal. Adem¨¢s de sentirse intranquila, cuando se les presenta una salida la solventan apenas con una cena o un cine y vuelta: ¡°No tienes cuerpo¡±, dice, machacada por el d¨ªa a d¨ªa de dos peques madrugadores. Ahora intenta, desde hace meses, sin ¨¦xito, fijar un d¨ªa semanal para la pareja.
Unos amigos se han juramentado para darse un d¨ªa al mes, a base de recurrir a una canguro de confianza. Por el momento, se apa?an con los abuelos, y muy de vez en cuando. A veces salen por separado, como otro compa?ero y su mujer. Tienen una ni?a de un a?o y desde entonces no han viajado solos y no la han dejado con una canguro. Solo lo han hecho con los abuelos y para salir a cenar y dormir despu¨¦s en la misma casa que la ni?a.
Marco, que tiene tres hijos de ocho, siete y cuatro, tiene ya una infraestructura estable: ¨¦l y su mujer salen los viernes ¡°por decreto¡± desde hace cinco a?os, lo cual implica que el contrato de la persona que les ayuda en casa incluye la cl¨¢usula de quedarse a dormir ese d¨ªa. Antes, la cosa era m¨¢s peliaguda. Dado que no tienen familia en la provincia en que viven, cuando no viajaban el fin de semana a ver a los abuelos, recurrir¨ªan a amigos o familiares, lo que ocurr¨ªa muy ocasionalmente. Nunca un canguro remunerado. Para no tirarse por la ventana en los ¡°dos o tres a?os sin salir¡± desde que naci¨® su hijo mayor, crearon sus ¡°viernes ¨Co s¨¢bados- especiales¡±: una vez dorm¨ªan los peque?os, cena ¨ªntima ¨Cvelas y vino incluidos- sin televisi¨®n. Como muchos psic¨®logos, Marco opina que ¡°es importante crearte tu momento¡± al margen de los hijos, aunque sea de vez en cuando.
Hay quien tiene m¨¢s marcha, m¨¢s confianza o m¨¢s aplomo para dejar a los hijos con abuelos o canguros, pero muchos de los padres ¨Csobre todo las madres, a qu¨¦ negarlo- consultados me dicen que o est¨¢n intranquilas por los cr¨ªos, o los echan de menos. Tambi¨¦n algunos tienen mala conciencia por recurrir a terceros para un fin tan ego¨ªsta como salir a tomar algo.
Y t¨², ?c¨®mo te lo montas?
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