Contra los catalanes

Un manifiesto monoling¨¹ista de escritores, traductores y otros profesionales corporativos de la lengua catalana, literariamente mediocre pero muy publicitado, inflige un grave perjuicio a los catalanes, a Catalu?a y al catalanismo. Un perjuicio sin parang¨®n con los males centralistas pues estos tienden a ser ef¨ªmeros o resistidos, mientras que los excesos inversos suelen suscitar comprensi¨®n, por ser generados desde una minor¨ªa.

Los 170 firmantes ¡ªentre ellos, articulistas convergentes que se ganan la vida escribiendo en castellano en medios biling¨¹es¡ª atentan contra todo lo que han defendido los catalanismos democr¨¢ticos, reformistas e integradores bajo la dictadura. Las propuestas democr¨¢ticas y reformistas, todo aquello que ha salvado al catal¨¢n en los ¨²ltimos decenios, se destruyen as¨ª en favor de un alboroto autoritario y rupturista.

Los catalanes y sus expresiones pol¨ªticas mayoritarias defienden la cooficialidad de catal¨¢n y castellano como medio de cohabitaci¨®n de una sociedad biling¨¹e y pacificada, que adem¨¢s discrimina positivamente a la lengua m¨¢s desfavorecida ¡ªsobre todo en dictadura¡ª, el catal¨¢n.

Ahora estos firmantes rompen la (perfectible) paz idiom¨¢tica, atacan al castellano como ¡°lengua de dominaci¨®n¡±; recriminan la ¡°biling¨¹izaci¨®n forzosa (?!) de la poblaci¨®n¡±; caricaturizan la actual democracia como una ¡°continuidad¡± del franquismo; menosprecian la ¡°inmersi¨®n¡± ling¨¹¨ªstica como m¨¦todo para convertir al catal¨¢n en vulgar dialecto, y embisten ¡ª?no ser¨¢ un tic etnicista?¡ª contra ¡°la inmigraci¨®n llegada de territorios castellanohablantes como instrumento de colonizaci¨®n ling¨¹¨ªstica¡±, eso s¨ª, ¡°involuntario¡±.

En suma, zahieren a la inmensa mayor¨ªa de catalanes de carne y hueso, que encuentra en el pluralismo abono de convivencia y progreso. La respuesta pol¨ªtica a estas afrentas es desigual. El viejo ayudante de Oriol Pujol y coordinador parlamentario convergente, Jordi Turull, la endosa. Mientras Esquerra (buscando el voto del cintur¨®n barcelon¨¦s) promete solemnemente mantener la cooficialidad tambi¨¦n en una eventual Rep¨²blica catalana, como se comprometi¨® con su vol¨¢til aliado convergente en el programa de Junts pel S¨ª.

Los autores del texto olvidan que en Europa existe un Estatuto de las Lenguas Minoritarias. Si se impone un idioma contra otro, los usuarios del agredido pueden reivindicar derechos ling¨¹¨ªsticos escolares, canales de televisi¨®n y otros apoyos oficiales. Lo que consagrar¨ªa una fragmentaci¨®n de la sociedad. Y cancelar¨ªa por siempre la inmersi¨®n escolar y la unidad civil y cultural de la naci¨®n catalana. Por eso, simulando defenderlos, el manifiesto es una letal arremetida contra los catalanes.