Chus Lampreave y el cine espa?ol

Chus Lampreave fue esa madre, esa portera, esa vecina, esa monja, esa abuela, esa vaca sin cencerro, ese mel¨®n cerrado, y sobre todo esa testiga de Jehov¨¢ que con su talla menor y su aguda y escandalosa voz logr¨® que nuestro cine tomase el adjetivo que habitualmente la acompa?a, pues, gracias a ella, a Berlanga, a Almod¨®var o a Trueba, nuestro cine es ¡°cine espa?ol¡±.

Esbozando una sonrisa repaso sus papeles de Sor Rata de Callej¨®n y Do?a Tr¨¢nsito, que logran guardar mis l¨¢grimas, pues su ida no es m¨¢s que un reencuentro con su marido, Eusebio, y para nosotros un legado que palpita con olor a queso manchego, y a Espa?a. Viva siempre Chus Lampreave.¡ª Patricio Alvargonz¨¢lez Royo-Villanova.