Francisco contin¨²a el cambio

Con la publicaci¨®n ayer de su ¨²ltimo documento sobre la familia ¡ªla exhortaci¨®n apost¨®lica Amoris Laetitia¡ª el papa Francisco ha vuelto mostrar la habilidad que, en l¨ªneas generales, est¨¢ caracterizando su pontificado. El texto, que hab¨ªa levantado expectaci¨®n dentro y fuera de la Iglesia cat¨®lica por tratar una de las cuestiones pendientes de la Iglesia respecto a la sociedad ¡ªla organizaci¨®n de la estructura familiar¡ª opta por buscar el consenso entre las diferentes corrientes en lugar de correr riesgos que puedan llevar a enfrentamientos directos.

Sin concretar en exceso ¡ªpor ejemplo en el caso de la comuni¨®n de los divorciados, pide flexibilidad a los sacerdotes para que ¡°les integren en las comunidades¡± y para que ¡°expresen su participaci¨®n en diferentes servicios de la iglesia¡±¡ª el sentido del documento es lo suficientemente amplio como para permitir un cambio real pr¨¢ctico en la postura de la instituci¨®n sin variar la doctrina general. Y aunque algunos consideren esto una mera alteraci¨®n cosm¨¦tica, las 261 p¨¢ginas en castellano de La alegr¨ªa del amor pueden abrir un importante cambio de rumbo en la Iglesia respecto a cuestiones pol¨¦micas sin desencadenar una ruptura.

Tanto en este documento como en muchas de sus actuaciones Francisco ha optado por una estrategia interesante sobre el ejercicio del poder. La b¨²squeda del consenso genera cr¨ªticas y a corto plazo parece in¨²til; al final, es lo m¨¢s eficaz.