El aniversario del comienzo de la pesadilla libanesa
El pa¨ªs considerado la Suiza de Oriente Pr¨®ximo recuerda la guerra iniciada en 1975
¡°Hemos confiado nuestra paz a aquellos que gestionaron la guerra¡±. Con estas palabras marcaba Amal Makarem, directora de la asociaci¨®n Memoria para el Futuro, el 41? aniversario del inicio de la guerra civil libanesa. Por un d¨ªa, los titulares de los rotativos libaneses no trataron sobre las guerras vecinas; hablan de la suya propia.
En la ma?ana del 13 de abril de 1975, seguidores del l¨ªder cristiano Gemayel, en respuesta al asesinato de cuatro conciudadanos, masacraban a 31 pasajeros palestinos de un autob¨²s que viajaba al poblado Ain el Rumane. Esa fue la chispa que parti¨® a la entonces Suiza de Oriente Medio entre cristianos y musulmanes. M¨¢s de 150.000 personas perdieron la vida en los 15 a?os de guerra civil y un mill¨®n de refugiados abandonaron el pa¨ªs. Transcurridos 41 a?os, aquellos que ¡°gestionaron la guerra¡± siguen al mando hoy. Las familias Jumblat, Gemeygel, Geagea, Karame o Aoun lideran la pol¨ªtica de L¨ªbano. Enfangados en una nueva crisis por falta de consenso, los libaneses cumplen dos a?os hu¨¦rfanos de un presidente cristiano.
La nueva generaci¨®n, esa que nunca conoci¨® la guerra y cumple hoy 26 a?os, s¨®lo sue?a con emigrar. Para los m¨¢s mayores, las secuelas en la arquitectura de las ciudades les recuerda a diario que en sus calles se fabric¨® el sistema confesional en el que viven atrapados hoy. Los m¨¢s viejos a¨²n dicen ¡°a Beirut Este¡± al subirse al service, el taxi colectivo. La l¨ªnea verde que separaba el Beirut Este y cristiano del Oeste y musulm¨¢n a¨²n perdura. All¨ª, modernos edificios compiten por borrar las hileras de edificios agujereados y vestigios de casas coloniales derruidas por los morteros.
Esta semana, aquellas pocas organizaciones que luchan por recuperar la memoria hist¨®rica alzan la voz. Una lucha que en el plano legal intenta abrir las fosas comunes que permitan identificar a parte de los 17.000 desaparecidos de la guerra civil. Aunque con ello no puedan saldar las responsabilidades de la guerra, al menos podr¨¢n dar un descanso a sus familiares.
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