Alpha Pam, una muerte por decreto

Casi a partes iguales, las calles de Thiaroye sur Mer est¨¢n pobladas de arena y de ausencias. De este peque?o pueblo que se asoma al mar, situado a unos 10 kil¨®metros de Dakar, en Senegal, salieron en 2006 y 2007 decenas de j¨®venes hacia Canarias. Al menos 300 de ellos fueron tragados por las olas y a¨²n hoy, diez a?os despu¨¦s, son como fantasmas que atraviesan las paredes. Alpha Pam s¨ª logr¨® tocar tierra y, sin embargo, es su ausencia una de las que m¨¢s pesa. Al hijo del viejo comerciante de pescado Amadou Tidjiane no lo tumb¨® una tormenta ni la hipotermia en el cayuco ni la deshidrataci¨®n del largo viaje. Muri¨® de tuberculosis hace ahora tres a?os en Palma de Mallorca despu¨¦s de que la Sanidad balear se negara a atenderle. Su madre, Fatoumata Malick Watte, a¨²n le llora y no deja de preguntarse por qu¨¦.

Enterrado en el cementerio de Yaraj, a poca distancia de aqu¨ª, su tumba es en realidad un enorme signo de interrogaci¨®n. ¡°?C¨®mo puede ocurrir algo as¨ª?¡±, dice Malick Pam, medio hermano de Alpha. ¡°Incluso en Senegal, si una persona de otro pa¨ªs se pone enferma, lo vamos a atender. Y para la tuberculosis aqu¨ª el tratamiento es gratuito. Fue una aut¨¦ntica maldad dejarlo morir de esa manera¡±. La casa es modesta, la t¨ªpica estructura de planta baja con un gran patio que alberga a una treintena de personas. Primos, t¨ªos, hermanos, amigos. Todo se comparte en casa de Fatoumata. Sobre todo la escasez.

Le duele recordar. Se aferra a las fotos de su hijo porque es lo ¨²nico que le queda. Su marido Amadou, del que era su segunda esposa, muri¨® hace ocho meses a la venerable edad de 99 a?os, pero a ¨¦l sab¨ªa que le iba a sobrevivir. Lo de Alpha es otra cosa, es un desgarro, una pu?alada en el vientre. Intentar explicarle que todo ocurri¨® porque el Gobierno espa?ol hab¨ªa aprobado un decreto que exclu¨ªa a los inmigrantes sin papeles de la atenci¨®n sanitaria es en vano. Fatoumata sigue sin entenderlo. Era el mayor de sus seis hijos, la esperanza de la familia.

¡°De peque?o le gustaba mucho jugar el f¨²tbol¡±, recuerda su madre, ¡°estaba todo el d¨ªa con la pelota por el barrio¡±. Alpha era delantero y so?aba con emular a las estrellas de su equipo favorito, el Barcelona. Pero los a?os pasaban y las primeras curvas aparecieron en el camino. Tras ir a la escuela cor¨¢nica y al colegio, con s¨®lo 14 a?os, se tuvo que poner a trabajar. El viejo ya estaba medio ciego y le tocaba tirar del carro. Hizo de todo pero nada era suficiente. Kalidou, su mejor amigo, y ¨¦l empezaron a conjugar el verbo marcharse y los cayucos estaban ah¨ª, tan a mano. ¡°Nos lo dijo, nos dijo que se iba. Entre todos buscamos el dinero para pagar su viaje. No ten¨ªa miedo, confiaba en Dios¡±, dice Fatoumata.

Corr¨ªa el a?o 2006. Tras tocar tierra en Gran Canaria, al mes ya estaba en Madrid. Ah¨ª recibieron la primera llamada. ¡°Lo hab¨ªa acogido la Cruz Roja, lo pas¨® mal durante la traves¨ªa pero empezaba a recuperarse¡±, explica Mariama Diop, una vecina. En total estuvo siete a?os en Espa?a. ¡°Cada tres o cuatro semanas nos llegaba un ingreso. A veces cincuenta euros, a veces ochenta, incluso cien. Era el sustento de todos nosotros¡±, dice la madre, que comercia con bolsitas de especias y chucher¨ªas en una mesa de madera en la puerta de su casa. ¡°Alpha se dedicaba a vender pulseras y joyas en los mercados. Nos dec¨ªa que no ten¨ªa papeles, pero siempre nos contaba que estaba bien. Nosotros sab¨ªamos que estaba siendo duro aunque ¨¦l nos lo ocultaba¡±.

Los a?os pasaron sin grandes sobresaltos. Alpha Pam se hab¨ªa instalado en Palma de Mallorca y cada vez que pod¨ªa se comunicaba con su familia. Hasta que lleg¨® el 21 de abril de 2013. ¡°Ese domingo¡± como lo llaman en su casa de Thiaroye. El joven llevaba seis meses enfermo sin que su familia lo supiera. Siete visitas al centro de atenci¨®n primaria de su barrio acabaron en una derivaci¨®n al hospital de Inca para que le hicieran unas placas. Presentaba dolor tor¨¢cico, escalofr¨ªos, n¨¢useas y cansancio extremo pero, aunque acudi¨® hasta en dos ocasiones al centro hospitalario, ni le hicieron las radiograf¨ªas ni mucho menos lo ingresaron. ?El motivo? No ten¨ªa tarjeta sanitaria. El 21 de abril, ¡°ese domingo¡±, Alpha muere en su casa de Can Picafort en medio de un gran charco de sangre.

Su inseparable amigo Kalidou no estaba ese d¨ªa, hab¨ªa salido a trabajar. As¨ª que la noticia lleg¨® por un canal insospechado. El compa?ero de piso de Alpha llam¨® a un t¨ªo del joven que viv¨ªa en Italia, Yunus Watte, y fue este quien telefone¨® a Thiaroye. ¡°Mi madre llor¨®, se desmay¨®, se golpe¨® la cabeza con las manos. El viejo estaba ya muy enfermo y la muerte de Alpha lo sumi¨® en la m¨¢s profunda tristeza¡±, recuerda Malick. Pasaron aun 21 d¨ªas hasta que el cuerpo del joven lleg¨® acompa?ado de su ¨ªntimo amigo Kalidou para ser enterrado en el cementerio de Yaraj. Otro sue?o roto en las playas de Thiaroye sur Mer, esta vez una muerte por decreto.

El caso Alpha Palm se ha convertido en un s¨ªmbolo en Espa?a. Tras su fallecimiento, asociaciones de inmigrantes y sociales, as¨ª como partidos pol¨ªticos, pidieron responsabilidades. La ONG M¨¦dicos del Mundo consider¨® que el triste final del joven senegal¨¦s era consecuencia directa de la aplicaci¨®n del Real Decreto Ley 16/2012, conocido como reforma sanitaria, que le priv¨® del derecho a recibir atenci¨®n primaria de salud. El caso acab¨® en los tribunales y el proceso judicial sigue abierto. El Gobierno espa?ol y el balear, ambos del Partido Popular, alegaron que se trataba de una cadena de negligencias de los profesionales sanitarios y administrativos y saldaron el tema con la destituci¨®n del gerente del hospital de Inca.

Mientras tanto en Thiaroye sur Mer, ajenos a este tira y afloja jur¨ªdico, los hermanos de Alpha revolotean por la habitaci¨®n. Est¨¢n Aminata Pam, de 15 a?os, que ya dice unas palabras en ingl¨¦s y quiere ser abogada para ayudar a su familia. Y Fatoumata Ba y Racine Watte, primos. Y Amadou Moctar, mec¨¢nico de coches de 19 a?os, y Abou Ali Pam, el m¨¢s peque?o de s¨®lo 12, que tambi¨¦n quiere ser futbolista y marcharse a Espa?a porque ¡°all¨ª es todo m¨¢s f¨¢cil, est¨¢n los mejores equipos¡±. La madre tuerce el gesto. ¡°?A Espa?a? Mejor no. All¨ª dejan morir a la gente cuando est¨¢ enferma. ?C¨®mo se puede entender algo as¨ª?¡±.