Asimetr¨ªas en femenino

El nombre de Keiko Fujimori, candidata a la presidencia de Per¨², se reduce en muchos titulares a ¡°Keiko¡±: ¡°Keiko gana, pero ir¨¢ a segunda vuelta con Kuczynski¡±.

Como periodista, intuyo las razones: Escribir ¡°Keiko Fujimori¡± ocupa demasiado espacio, y el apellido ¡°Fujimori¡± a secas evoca en primer lugar a su padre. Adem¨¢s, tenemos casos parecidos de varones llamados tambi¨¦n por su nombre de pila en los titulares, como ocurr¨ªa a veces con ¡°Felipe¡± (apellidado Gonz¨¢lez) o como sucede ahora con ¡°Florentino¡± (apellidado P¨¦rez).

Si yo fuera peruano, Keiko Fujimori no figurar¨ªa entre mis preferencias, pero me suena extra?a la asimetr¨ªa que sufre en ese titular. Ella, con su nombre; y su rival, Pedro Pablo Kuczynski, con el apellido. Una opci¨®n u otra no producen el mismo efecto: el nombre de pila acerca al personaje y refleja un tono familiar; el apellido lo aleja y le otorga un trato m¨¢s respetuoso.

La manera de reflejar en los medios los nombres de mujeres con cargo p¨²blico ha evolucionado en Espa?a. Antes de la aparici¨®n de EL PA?S (1976), esos apellidos no se le¨ªan solos. Se dec¨ªa ¡°Margaret Thatcher¡± o ¡°la se?ora Thatcher¡±. Este peri¨®dico introdujo la simetr¨ªa en las enumeraciones masculinas y femeninas: Thatcher dice y Reagan contesta. Pero a veces se colaba ¡°la Thatcher¡± en textos menos formales, tanto aqu¨ª como en otros diarios.

Esa costumbre de colocar un art¨ªculo delante de un apellido de mujer se ha usado mucho para las divas de la canci¨®n o de la l¨ªrica: ¡°la Callas¡±, ¡°la Tebaldi¡±, ¡°la Pantoja¡±, ¡°la Piquer¡±, ¡°la Caball¨¦¡± (mientras que no sol¨ªa escribirse ¡°el Carreras¡±, ¡°el Pavarotti¡±, ¡°el Domingo¡± o ¡°el Serrat¡±). El art¨ªculo que antecede a los apellidos de mujeres artistas evoca admiraci¨®n, a diferencia del trato vulgar que proyectar¨ªa sobre sus nombres de pila (¡°la Mar¨ªa¡±, ¡°la Renata¡±, ¡°la Isabel¡±, ¡°la Concha¡±, ¡°la Montserrat¡±).

En cambio, suena sospechoso ese art¨ªculo femenino ante el apellido cuando se aplica a figuras de la vida pol¨ªtica. Tengo anotados ejemplos period¨ªsticos con ¡°la Tocino¡± (Isabel), ¡°la Rahola¡± (Pilar), ¡°la Caffarel¡± (Carmen), ¡°la Merkel¡± (Angela), ¡°la Maestre¡± (Rita)... ?Con qu¨¦ intenci¨®n se escribieron as¨ª? Los contextos ayudan a inferir la voluntad de los autores (casualmente hombres), y en esos casos no mostraban excesiva consideraci¨®n (como pas¨® muchas veces con ¡°la Thatcher¡±). Por tanto, el art¨ªculo ¡°la¡± puede correr igual suerte que la palabra ¡°diva¡±: el Diccionario relaciona este t¨¦rmino con alguien ¡°que goza de fama superlativa¡±, pero puntualiza que tambi¨¦n se usa en sentido peyorativo.

As¨ª, la designaci¨®n de respeto hacia las divas de los teatros se tornar¨ªa en desprecio para las divas de la pol¨ªtica. Y eso implica una asimetr¨ªa m¨¢s preocupante a¨²n.