Llega el alboroto anual de las primas a terceros

No hay final de Liga que se precie sin alboroto huracanado y comentarios sagaces mirando al infinito sobre las primas a terceros y los maletines. En plena revolera mental causada por el stress final del campeonato, se construyen teor¨ªas conspiratorias, se desmenuzan fatigosamente aquellos partidos que pueden resultar sospechosos por lo que se juegan los contendientes, se anuncia enf¨¢ticamente que se va a combatir el fraude de las primas a terceros (convertidas en primas de riesgo) y se informa en pleno vocer¨ªo de que hubo tongo en algunos partidos del pasado (los campeonatos perdidos por el Real Madrid en Tenerife 20 a?os atr¨¢s tienen mucha aceptaci¨®n entre los paranoicos).

Este a?o el apretado final de la Liga da para muchas hablillas. El Bar?a juega en Granada, donde tiene que ganar para asegurarse el t¨ªtulo, y el Real Madrid en A Coru?a, donde debe hacer lo propio por si el Bar?a pierde. Ni Busby Berkeley hubiera sido capaz de montar el espect¨¢culo a muchas voces y varias m¨²sicas orquestado en torno a las hipot¨¦ticas primas que recibir¨¢n el Granada y el Deportivo por ganar, las que percibir¨¢n otros por perder, los informes hist¨®ricos sobre quien pag¨® primero para incentivar el triunfo y dem¨¢s forraje para entretener la espera hasta que acaben los partidos. Pero este a?o apuntan dos argumentos que suenan m¨¢s estruendosos, si cabe, que en a?os anteriores y que, como es propio de la tertulia espa?ola, calentar¨¢n la cabeza del ciudadano sin aclarar nada.

El primero es la presi¨®n, soterrada pero detectable, para legalizar las primas a terceros. El razonamiento es sencillo: al final del campeonato suelen enfrentarse equipos que no se juegan nada (Granada y Deportivo) con otros que optan a ganar el t¨ªtulo (Bar?a y Real Madrid) o a mantener la categor¨ªa; los primeros est¨¢n desincentivados por causa de calendario; las primas a terceros vendr¨ªan a compensar la falta de incentivo y restaurar¨ªan el inter¨¦s del campeonato por la v¨ªa canalla. La legalizaci¨®n permitir¨ªa aflorar el dinero negro (?) que reciben los jugadores comprados. La respuesta correcta es: las primas a terceros son ilegales, en el ¨¢mbito de la justicia ordinaria y en el deportivo; si hay desincentivos, lo propio ser¨ªa establecer reglas para que exista inter¨¦s competitivo hasta el final o bien explicar a los jugadores que cobran por jugar con el mismo inter¨¦s todos los partidos; y que la legalizaci¨®n del malet¨ªn no implica su conocimiento p¨²blico. Podr¨ªa negarse su existencia y mantener en negro los pagos.

La segunda novedad es que la Liga de F¨²tbol Profesional ha irrumpido en el tramo final de la Liga con sa?udas advertencias sobre partidos ama?ados (se citan varios en concreto) y promesas de investigaci¨®n rigurosa para evitar las primas o los resultados trucados por las apuestas deportivas. Su presidente, Javier Tebas, deber¨ªa saber que la transparencia no consiste en relatar presunciones sino en comunicar hechos probados despu¨¦s de la pertinente investigaci¨®n. En s¨ªntesis, que la tarea de la LFP es corregir el fraude (incluso el de las apuestas), no extender sospechas para simular que se est¨¢ haciendo algo.