El reto de ser Fox (que no es poco)
Risue?o, no pasa un d¨ªa sin que el expresidente de M¨¦xico pise alg¨²n charco
Ser Fox. Eso es todo un reto. El presidente de M¨¦xico entre 2000 y 2006 nunca guarda silencio. A diferencia de otros antiguos mandatarios, que languidecen en el segundo plano, no pasa un d¨ªa sin que el hombre que puso t¨¦rmino a 71 a?os de poder pri¨ªsta meta sus botas vaqueras en un charco.
No es un fen¨®meno nuevo. Durante su sexenio acumul¨® una notable tanda de dislates. Para la historia quedar¨¢ la abrupta despedida que le dio a Fidel Castro en la Cumbre de Monterrey (2002). ¡°Comes y te vas¡±, le espet¨® al l¨ªder cubano para evitar que le agriase el encuentro a George W. Bush. Tampoco se olvidan sus resbalones culturales. En un acto del Congreso de la Lengua Espa?ola cit¨® a Jos¨¦ Luis Borges; en 2007, ya fuera de la presidencia, habl¨® de Mario Vargas Llosa como el ¡°premio Nobel colombiano¡±, cuando el escritor, aparte de ser peruano, a¨²n no hab¨ªa obtenido el galard¨®n.
Acostumbrado a sacudir la hojarasca medi¨¢tica con sus manazas a lo John Wayne, Fox tampoco ha menospreciado el avispero de lo pol¨ªticamente incorrecto. Afirm¨® que el 75% de los hogares ten¨ªa lavadoras ¡°pero no precisamente de dos patas¡±, y tiempo despu¨¦s que los mexicanos ocupaban en EE?UU los trabajos que ¡°ni siquiera los negros quer¨ªan hacer¡±.
As¨ª es Vicente Fox Quesada. Risue?o, un poco bruto y con un desparpajo rayano en lo kamikaze. Pero lo que en otros ser¨ªa un defecto vergonzante, ¨¦l lo ha transformado en marca propia. Dentro de poco protagonizar¨¢ un programa de televisi¨®n acertadamente llamado Fox populi. Y en la batalla diaria contra el ¡°loco, boc¨®n y pelo mazorca¡± Donald Trump, ha sido ¨¦l quien, a sus 75 a?os, ha tomado con m¨¢s fuerza que nadie la antorcha del patriotismo y buscado el cuerpo a cuerpo. Ni siquiera el oscuro territorio del narco le arredra. Contrario al empleo del arma militar, su ¨²ltima y m¨¢s espinosa propuesta ha sido ¡°negociar y arreglarse con los c¨¢rteles de la droga¡± para acabar con la violencia. Como es habitual, nadie le ha hecho caso. Pero a diferencia de otras veces, tampoco se han escuchado las habituales carcajadas. Ser Fox no es f¨¢cil.
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