?Es este el videojuego del a?o?
En 'Uncharted 4' te tirar¨¢s de un cami¨®n en marcha, te resistir¨¢s a ser arrastrado por el barro y desenfundar¨¢s la pistola mientras salvas tu vida
Te caes de un cami¨®n, en marcha. De milagro, le enganchas un arp¨®n en el guardabarros trasero. Y, a unos 100 kil¨®metros por hora, resistes ser arrastrado por una pista enlodada. Te sobra tiempo para buscarte la pistola en el bolsillo, desenfundar y volar un coche con un certero disparo al dep¨®sito. Eres Indiana Jones. Solo que tu nombre no es ese ya. Tu nombre es Nathan Drake.
¡°No podemos esperar a que los jueguen los fans. M¨¢s acci¨®n, m¨¢s drama, m¨¢s aventura. Dios, estoy deseando que lo jueguen¡±. El entusiasmo de Ricky Cambier, dise?ador jefe de Uncharted 4, el pepinazo de Sony del a?o, se entiende. Se entiende porque, vaya, est¨¢ de promo y con la pasta que ha costado este monstruo, m¨¢s vale venderlo bien. Pero, despu¨¦s de haberle echado 20 horas, se entiende porque es un juegazo de los que cuesta creerse.
TENTACIONES ya te cont¨® aquello de las 'videopelis', juegos que lucen igual o mejor que una superproducci¨®n de Hollywood. Los llaman en el argot Triple A y en ellos ponen las grandes compa?¨ªas todos los huevos de su cesta a?o s¨ª y a?o tambi¨¦n. El caso es que Uncharted 4 es el ejemplo m¨¢s bestia de los videojuegos jugando a ser Hollywood. Lo es porque cada imagen est¨¢ tan cuidada como si la hubiera iluminado el difunto Gordon Willis, el de El Padrino. Lo es porque cada secuencia de acci¨®n es un m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa; a¨²n me duele el cerebro de procesar una persecuci¨®n sobre ruedas por las comarcales de Madagascar. Lo es porque te crees a sus personajes, tanto que cuando miras a sus ojos te olvidas de que son sint¨¦ticos.
Despu¨¦s de haber vivido esta historia de piratas, traiciones y romance, me pregunto: ?Para qu¨¦ ver cuando podemos ser¡ Indiana Jones, por ejemplo?
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