?Hay empleados en la econom¨ªa colaborativa?

Los tratados internacionales de libre comercio son una preocupaci¨®n entre los trabajadores de las econom¨ªas desarrolladas: ponen a competir sus productos con los de pa¨ªses con regulaciones m¨¢s laxas, sobre todo en lo laboral, y con costes m¨¢s bajos. Pero a veces la competencia desigual se encuentra en un mismo pa¨ªs, incluso en una misma ciudad. Es lo que ocurre con Uber ¡ªla plataforma de transporte alternativo al taxi que funciona a trav¨¦s de una aplicaci¨®n¡ª, que trata a los conductores como contratistas, en lugar de empleados, y por tanto les deja al margen de todas las regulaciones laborales. Tampoco, por tanto, tienen derecho a formar un sindicato con el que negociar sus derechos, pero en Nueva York, tras una ristra de pleitos y protestas, la compa?¨ªa ha aceptado un escenario algo distinto.

Uber ha comulgado con la creaci¨®n de una agrupaci¨®n gremial ¡ªno un sindicato¡ª de la que formar¨¢n parte 35.000 personas en Nueva York y que ser¨¢ el interlocutor cuando haya que negociar con la compa?¨ªa de California, con la que hasta ahora cada conductor se las ten¨ªa que ver de forma individual. Tambi¨¦n la ciudad de Seattle les ha permitido sindicalizarse. Esto cuestiona uno de los pilares de esta llamada econom¨ªa colaborativa: en teor¨ªa no va de empleados y empresas. El gremio neoyorquino servir¨¢ tambi¨¦n para reclamar contra las decisiones de la compa?¨ªa de denegar el acceso a la plataforma a conductores que, en su opini¨®n, han vulnerado sus normas de servicio. Tambi¨¦n tendr¨¢n descuentos en servicios legales o seguros de vida y salud.

¡°Crear este gremio es crucial para miles de conductores que necesitan una voz m¨¢s fuerte y da la oportunidad de adaptar la nueva econom¨ªa de un modo que apoya y valora a los trabajadores y sus familias¡±, dijo en un comunicado el fundador del nuevo gremio, James Conigliaro. La llamada econom¨ªa colaborativa no colabora igual con todos.